¿Has sido Abducido o Crees haberlo sido?

Os remito a las conclusiones que ha obtenido Corrado Malanga de su trabajo de Regresión a miles de Italianos.

Página 57, 58 del Libro Gratuito Alien Cicatrix que puedes conseguir aqui:

http://www.sentistoria.org/index.php?option=com_joomdoc&task=doc_download&gid=119&Itemid=61〈=es


El texto:

"En general varones y hembras abducidos evolucionados, los cuales, por fortuna, parecen ser la mayoría, son totalmente ateos y odian la religión católica, pero no saben bien por qué.
Este odio tiene raíces históricas en su infancia.
Ellos creen, en vez, en una civilización "búdica" de tipo oriental, son casi siempre vegetarianos y respetuosos de los animales, son, aunque parezca una fuerte contradicción, amantes y practicantes de artes marciales, o sino de meditación trascendental, de yoga, de respiración oriental y de otras prácticas no clásicas en nuestra cultura. Todos sostienen que nuestros gobernantes son unos bastardos, especuladores y asesinos, y todos sostienen que la raza humana no esté hecha de seres todos iguales entre sí, son, es decir, no en el sentido negativo del término, profundamente racistas.
La idea de ser diferentes podría encontrar una explicación en la constatación de haber sido elegidos, pero enseguida aparece la constación de NO haber sido pre-elegidos por las características tales como bondad, belleza, rectitud, capacidad de hacer o tener algo más que los demás: los abducidos se dan cuenta de haber sido elegidos en base a factores genéticos, los cuales no comprenden la importancia.
Entonces el abducido pertenece a un grupo de afortunados o a un grupo de
desafortunados?
Quién lo puede decir?
"Yo soy útil para ellos y por lo tanto soy útil para algo..."
El hombre, a veces se acontenta de ser tenido en consideración por los otros, dado que vive en un mundo donde nadie lo estimaría o lo ayudaría por aquello que es, sino sólo por aquello que hace, mientras que aquello que haga respete los cánones de la sociedad para la cual la única cosa que cuenta es el aparentar y tener éxito.
Una vez más emerge una relación de tipo sadomasoquista entre el raptor y el abducido.
El masoquista, en este caso el abducido, en el fondo está contento de haber sido tomado, porque entra así, en un mecanismo que lo ayuda a adquirir el conocimiento de servir para algo.
Este algo, pertenece a la esfera de lo invisible, de lo impalpable, de lo inalcanzable: en
palabras pobres, al mágico mundo de lo irreal.
En una sociedad donde todo aquello que es real le da asco, él tiene la necesidad que una parte de sí mismo viva en lo irreal, para sentirse de todas maneras útil en esa dimensión, dado que las cosas andan así de mal. El alienígena que lo tortura y lo usa representa un trámite a través del cual él da su propia contribución a la esfera de lo irreal, donde, si bien es cierto que el alienígena lo hace sufrir, le demuestra también consideración, aunque sea en el sufrimiento.
Es siempre mejor haber sido objeto de sufrimiento, en vez de haber sido tratado como
prácticamente inexistente!
"Alguien, al fin y al cabo, se interesa por mí, haciéndome sufrir, pero por lo menos se interesa".
El sujeto abducido vive dualmente esta sensación: tiene miedo del alienígena que volverá y quién sabe qué querrá hacerle, pero después de un tiempo lo echa de menos y quisiera volver a verlo.
"Es absurdo" se podría pensar y reaparece la idea de estar delante de una persona con
modelos comportamentales múltiples.
Si no se le aclara en seguida al abducido este comportamiento, él tiende a aislarse cada vez más en una exaltación del ego que lo transforma en indiscutible personaje clave de todo el acontecimiento y no una simple marioneta en mano de los aliénigenas.
Se puede notar y poner en evidencia este tipo de reacción sobre todo en grupos de ayuda formado por varios abducidos: el impacto con la misma realidad por parte de diferentes individuos se transforma en el deseo de hacer aceptar a todo el grupo la propia interpretación de la misma realidad. Derivan fuertes enfrentamientos entre algunos abducidos que, en contraste con los otros, sostienen ser solamente ellos los VERDADEROS ABDUCIDOS, adquiriendo una suerte de satisfacción personal y no dándose cuenta que hubiera sido mejor para ellos no haber sido jamás abducido.
Sucede además que, en el grupo, tome forma y se exalte la idea según la cual, uno puede haber sido abducido por una particular raza de aliénigenas, mientras que otro por una raza diferente, siempre con la intención de continuar con la farsa mental que consiste en afirmar de haber sido predestinado y no simplemente elegido como marioneta viviente.
"El diablo me ha elegido" dicen con aparente orgullo, cayendo, algunos minutos después de esta afirmación, en el miedo más atroz al próximo secuestro.
No es raro que este tipo de abducido se valore a sí mismo como diferente de los demás y busque exaltar las diferencias que percibe, mostrándoselas al investigador como prueba de la propia diversidad; las ostenta con orgulloro como herida de guerra y además, para sustentar las propias teorías se convence rápidamente que posee también facultades paranormales, que lee los pensamientos y que ve el aura de las personas.
Entendámonos: a veces todo eso parece real, pero las facultades paranormales no tienen que ser erróneamente consideradas como un don derivado de la diversidad, o talvez como un don producto del haber sido elegidos.
Se trata de otra cosa: probablemente tiene que ver con reacciones de la glándula pineal por las fuertes estimulaciones a las que el abducido ha sido sometido durante la experiencia de secuestro. Un fenómeno colateral y secundario, seguramente no querido por los alienígenas, pero que es producto de una respuesta química de la serotonina deacetilasi, decididamente más humana de lo que se pueda pensar. Existen también otras razones que llevan al abducido a poseer realmente propiedades paranormales, pero he ya dicho que en este tratado no afrontaré estos temas."