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El día que murió el euro
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El día que murió el euro
Berlín, 29 de septiembre de 2013. Angela Merkel vuelve a ser elegida canciller con una victoria aplastante y sin precedentes. “La mujer que salvó a Alemania” brilla ante una multitud de seguidores, en la Puerta de Brandenburgo. Tras unas palabras de agradecimiento y con un gesto excepcionalmente extravagante, la canciller Merkel se saca del bolsillo de la chaqueta un billete de 100 nuevos marcos. Lo muestra a la multitud agitándolo. La gente grita para expresar su aprobación. Todos entienden el mensaje. Su pesadilla del euro ha terminado. En realidad había acabado hacía ya dos años.
Los sucesos del 16 de septiembre de 2011, “el día de la muerte del euro”, difícilmente podrían haber tenido un inicio menos dramático. Porque el golpe final a la credibilidad del euro no fue producto de otro día de agitación ni de otra gran cumbre, sino que lo asestó un grupo de jueces del Tribunal Constitucional Alemán en Karlsruhe.
En una sala de conferencias sin ventilación y decorada únicamente con una bandera alemana, tres juristas alemanes de mediana edad ejecutaron a la moneda única europea con tanta indiferencia como si se les hubiera pedido la revocación de una nueva ley sobre perros peligrosos. Era “inconstitucional” para el gobierno alemán seguir financiando al resto de Europa: “La monetización de los instrumentos de deuda extraterritoriales infringe la Ley Fundamental de la República Federal”. El euro había acabado.
Bancos cerrados y cajeros vacíos
El tribunal pronunció el veredicto a las once y once de la mañana. A mediodía, casi todos los bancos de la eurozona habían cerrado sus puertas. Los cajeros se quedaron rápidamente sin billetes, pues los clientes querían tener en sus manos los ahorros de toda una vida. Como el propietario de una casa incapaz de mantenerse al día en los pagos, las juntas directivas de los bancos simplemente entregaron sus llaves a los tesoros nacionales. De nuevo, era problema del gobierno. Pero esta vez, los gobiernos también se habían quedado sin dinero.
En todo el continente, se detuvo el gran engranaje monetario internacional. El mecanismo habitual de pagos para liquidar deudas y transacciones de tarjetas de crédito, débitos directos, domiciliaciones y cheques empezó a fallar cuando los bancos se negaron a cumplir con los pagos de sus clientes. Al igual que el sistema de alcantarillado bajo sus hogares, los europeos habían dado por sentado durante décadas el buen estado de los bancos. Y cuando éstos se bloquearon, empezó a emanar un hedor infernal.
Los mercados de valores de París, Frankfurt y Londres y luego en todo el mundo, registraron sus peores caídas desde la década de los años treinta. Se daba por segura otra profunda depresión económica. El apuro por vender euros que se vio en las semanas anteriores se convirtió en pánico generalizado. Incluso aquellos que no poseían conocimientos financieros cayeron en la cuenta de que el viejo euro no valía nada, porque su valor era indeterminado. Algo se rescataría, cuando el euro se volviera a convertir a las monedas nacionales nuevamente reconstituidas. Pero para muchos ahorradores de la UE y acreedores de deudas del gobierno irlandés, griego, español e italiano y de bonos bancarios, era imposible estimar cuánto. Lo que sí sabían es que sería menos.
Un muerte anunciada
La primera ventana que se echó abajo esta vez fue en Madrid, minutos después de que la gente saqueara la sede del ministerio de Economía. La policía antidisturbios y el ejército al principio no sabían qué hacer, pero cuando la gente puso flores en los cañones de los rifles, se pusieron del lado de la muchedumbre. Después de todo, las familias de los militares y los policías ya habían sufrido con las medidas de austeridad fallidas de los últimos años. El Estado español se tambaleaba. El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero prometió hacer “lo que fuera necesario” para mantener la unidad de España, a pesar de los disturbios civiles por toda Cataluña.
Al ministro de Exteriores irlandés, Gerry Adams, en misión de “solidaridad” en Barcelona, se le veía incómodo cuando le hacían fotos dentro de un banco asolado, mientras se escuchaba la explosión de una bomba en algún lugar de fuera. Los catalanes, de manera unilateral, declararon su independencia. Para la hora del té, los primeros ministros de Estonia y Portugal ya habían dimitido. La calificación crediticia de Grecia se había desplomado por debajo de la de Malawi.
Pero toda esta situación no pilló a los políticos de Europa totalmente desprevenidos. Desde la primera crisis de la deuda soberana en Grecia, en mayo de 2010, habían comenzado a “pensar en lo impensable”. Tras los rescates sucesivos de Irlanda en noviembre de 2011, de Portugal en diciembre y de España en enero de 2012, el fondo de rescate de la UE se quedó sin un céntimo cuando Silvio Berlusconi pidió más. Bélgica fue la primera nación a la que se le negó ayuda, aunque con la excusa de que, al fin y al cabo, tampoco tenía un gobierno permanente y era posible que dejara de ser una nación en breve. Al igual que los catalanes, los separatistas flamencos aprovecharon esta oportunidad.
El nuevo euro, una curiosidad financiera
Ahora, los líderes de la UE aplicaban su “Plan B”. La canciller Merkel había insistido en hacerlo, porque “la paciencia de Alemania se había agotado”. Primero, el "nuevo euro" sustituyó automáticamente al antiguo y esta nueva moneda tendría un valor sólo del 80 por ciento con respecto a la anterior. Todas las deudas y los ahorros se ajustarían en consecuencia y sus valores se rebajarían drásticamente.
Pero aquí no acabó el dolor para los que se encontraban en las economías más débiles. Porque el nuevo euro era simplemente un puente hacia la rehabilitación de las antiguas monedas nacionales. De hecho, el nuevo euro era sencillamente una “unidad de contabilidad”, una cesta de monedas nacionales que se rehabilitarían al completo, pero que por ahora se mantenían bloqueadas en el nuevo euro con un valor fijo, aunque en muchos casos era un valor bastante bajo que se volvería a devaluar en breve.
Cuando se restablecieron estas nuevas monedas nacionales el 1 de enero de 2012, el nuevo euro se intercambiaba libremente por los nuevos dracmas, las nuevas libras irlandesas, los nuevos escudos, los nuevos francos belgas, las nuevas pesetas, etc. El problema era que los ciudadanos de estos países vieron que con el fajo de billetes que tenían compraban incluso menos que con los nuevos euros y que con los euros originales antes de éstos. En algunos casos, habían perdido el 50 por ciento o más de su poder adquisitivo.
Eslovenia, Eslovaquia, Malta y la parte de Chipre que no estaba ocupada por Turquía fueron los únicos territorios que quedaban en 2013 en los que aún circulaba el nuevo euro, una curiosidad financiera, más que una divisa de reserva global.
La moneda única desapareció sin más
Aún así, en Alemania, Finlandia, Austria, Países Bajos y alguna que otra nación, se invirtió el empobrecimiento. De repente, los consumidores se encontraron en una situación mejor cuando fueron a gastar sus nuevos marcos, marcos finlandeses, schillings y guilders. El “Franc Fort 2” de Francia intentó mantener su valor contra el nuevo marco, con resultados contradictorios.
En “mi última conferencia de prensa” en mayo de 2012, un agotado presidente Sarkozy tachó a los especuladores de la moneda y a los periodistas de “pedófilos idiotas” y añadió “caballeros, ya no tendrán a Sarko para meterse con él”. Perdió la presidencia frente a Dominique Strauss-Kahn, el antiguo director del FMI, que volvió a su Francia natal para conquistar el Elíseo. El lema de DSK fue: “Nunca creí en el euro”.
En Gran Bretaña, la agonía del euro se observó desde un espléndido aislamiento. Los políticos responsables de haber mantenido la libra fuera de esta situación recibieron los agradecimientos con retraso. Una débil Margaret Thatcher, en silla de ruedas y empujada por su hija Carol, salía de su casa de Belgravia para aceptar las gracias de un pequeño grupo de euroescépticos. ¿Acaso no había avisado de que el euro no sólo era perjudicial económicamente para Gran Bretaña, sino para todos en Europa?
Poco después del lanzamiento del euro en 1999, un operador de divisas desconocido en Londres la había calificado de “moneda de inodoro”. En algo más de una década, se tiró de la cadena y desapareció. La noticia apenas ocupó las portadas de Delhi y Pekín.
La conspiración del marco en plena ebullición
Los profetas de la caída ya lo saben: el marco alemán está a punto de regresar. "Es cuestión de unas semanas", contaba recientemente el diario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, que ha seguido las actividades de Walter K. Eichelburg. En sus semanarios y en su foro Hartgeld.com, este vienés que se ha autoproclamado experto financiero "logra llamar la atención de un público en la comunidad de Internet que está enojado desde el primer rescate de un Estado en Europa".
Eichelburg asegura que una serie de altos responsables políticos y financieros le han confiado que "desde finales de 2009, el jefe del Bundesbank [Axel Weber] distribuyó a su círculo de seguidores billetes de marcos recién impresos“. En cuanto a Angela Merkel, en mayo de 2010 y presionada por el presidente francés, tuvo que dar marcha atrás y dio la orden de recuperar todos los billetes ya distribuidos para guardarlos en un lugar seguro. Eichelburg aconseja a sus clientes que inviertan en oro y organiza cursos de supervivencia en los que sus discípulos aprenden a elaborar carne ahumada o a arreglárselas sin electricidad. Y todo por supuesto se paga en euros.
Son cosas que comienzan a sonar, los idealistas y motores de todo esto empiezan a pavimentar la caida inminente de EUROPA hacia las manos de unos pocos, hacia un mundo ORWELIANO tal cual como se pronostico hace mucho, tal cual como lo vio el Apostol Juan hace ya màs de 2000 años atras.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117969
Los sucesos del 16 de septiembre de 2011, “el día de la muerte del euro”, difícilmente podrían haber tenido un inicio menos dramático. Porque el golpe final a la credibilidad del euro no fue producto de otro día de agitación ni de otra gran cumbre, sino que lo asestó un grupo de jueces del Tribunal Constitucional Alemán en Karlsruhe.
En una sala de conferencias sin ventilación y decorada únicamente con una bandera alemana, tres juristas alemanes de mediana edad ejecutaron a la moneda única europea con tanta indiferencia como si se les hubiera pedido la revocación de una nueva ley sobre perros peligrosos. Era “inconstitucional” para el gobierno alemán seguir financiando al resto de Europa: “La monetización de los instrumentos de deuda extraterritoriales infringe la Ley Fundamental de la República Federal”. El euro había acabado.
Bancos cerrados y cajeros vacíos
El tribunal pronunció el veredicto a las once y once de la mañana. A mediodía, casi todos los bancos de la eurozona habían cerrado sus puertas. Los cajeros se quedaron rápidamente sin billetes, pues los clientes querían tener en sus manos los ahorros de toda una vida. Como el propietario de una casa incapaz de mantenerse al día en los pagos, las juntas directivas de los bancos simplemente entregaron sus llaves a los tesoros nacionales. De nuevo, era problema del gobierno. Pero esta vez, los gobiernos también se habían quedado sin dinero.
En todo el continente, se detuvo el gran engranaje monetario internacional. El mecanismo habitual de pagos para liquidar deudas y transacciones de tarjetas de crédito, débitos directos, domiciliaciones y cheques empezó a fallar cuando los bancos se negaron a cumplir con los pagos de sus clientes. Al igual que el sistema de alcantarillado bajo sus hogares, los europeos habían dado por sentado durante décadas el buen estado de los bancos. Y cuando éstos se bloquearon, empezó a emanar un hedor infernal.
Los mercados de valores de París, Frankfurt y Londres y luego en todo el mundo, registraron sus peores caídas desde la década de los años treinta. Se daba por segura otra profunda depresión económica. El apuro por vender euros que se vio en las semanas anteriores se convirtió en pánico generalizado. Incluso aquellos que no poseían conocimientos financieros cayeron en la cuenta de que el viejo euro no valía nada, porque su valor era indeterminado. Algo se rescataría, cuando el euro se volviera a convertir a las monedas nacionales nuevamente reconstituidas. Pero para muchos ahorradores de la UE y acreedores de deudas del gobierno irlandés, griego, español e italiano y de bonos bancarios, era imposible estimar cuánto. Lo que sí sabían es que sería menos.
Un muerte anunciada
La primera ventana que se echó abajo esta vez fue en Madrid, minutos después de que la gente saqueara la sede del ministerio de Economía. La policía antidisturbios y el ejército al principio no sabían qué hacer, pero cuando la gente puso flores en los cañones de los rifles, se pusieron del lado de la muchedumbre. Después de todo, las familias de los militares y los policías ya habían sufrido con las medidas de austeridad fallidas de los últimos años. El Estado español se tambaleaba. El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero prometió hacer “lo que fuera necesario” para mantener la unidad de España, a pesar de los disturbios civiles por toda Cataluña.
Al ministro de Exteriores irlandés, Gerry Adams, en misión de “solidaridad” en Barcelona, se le veía incómodo cuando le hacían fotos dentro de un banco asolado, mientras se escuchaba la explosión de una bomba en algún lugar de fuera. Los catalanes, de manera unilateral, declararon su independencia. Para la hora del té, los primeros ministros de Estonia y Portugal ya habían dimitido. La calificación crediticia de Grecia se había desplomado por debajo de la de Malawi.
Pero toda esta situación no pilló a los políticos de Europa totalmente desprevenidos. Desde la primera crisis de la deuda soberana en Grecia, en mayo de 2010, habían comenzado a “pensar en lo impensable”. Tras los rescates sucesivos de Irlanda en noviembre de 2011, de Portugal en diciembre y de España en enero de 2012, el fondo de rescate de la UE se quedó sin un céntimo cuando Silvio Berlusconi pidió más. Bélgica fue la primera nación a la que se le negó ayuda, aunque con la excusa de que, al fin y al cabo, tampoco tenía un gobierno permanente y era posible que dejara de ser una nación en breve. Al igual que los catalanes, los separatistas flamencos aprovecharon esta oportunidad.
El nuevo euro, una curiosidad financiera
Ahora, los líderes de la UE aplicaban su “Plan B”. La canciller Merkel había insistido en hacerlo, porque “la paciencia de Alemania se había agotado”. Primero, el "nuevo euro" sustituyó automáticamente al antiguo y esta nueva moneda tendría un valor sólo del 80 por ciento con respecto a la anterior. Todas las deudas y los ahorros se ajustarían en consecuencia y sus valores se rebajarían drásticamente.
Pero aquí no acabó el dolor para los que se encontraban en las economías más débiles. Porque el nuevo euro era simplemente un puente hacia la rehabilitación de las antiguas monedas nacionales. De hecho, el nuevo euro era sencillamente una “unidad de contabilidad”, una cesta de monedas nacionales que se rehabilitarían al completo, pero que por ahora se mantenían bloqueadas en el nuevo euro con un valor fijo, aunque en muchos casos era un valor bastante bajo que se volvería a devaluar en breve.
Cuando se restablecieron estas nuevas monedas nacionales el 1 de enero de 2012, el nuevo euro se intercambiaba libremente por los nuevos dracmas, las nuevas libras irlandesas, los nuevos escudos, los nuevos francos belgas, las nuevas pesetas, etc. El problema era que los ciudadanos de estos países vieron que con el fajo de billetes que tenían compraban incluso menos que con los nuevos euros y que con los euros originales antes de éstos. En algunos casos, habían perdido el 50 por ciento o más de su poder adquisitivo.
Eslovenia, Eslovaquia, Malta y la parte de Chipre que no estaba ocupada por Turquía fueron los únicos territorios que quedaban en 2013 en los que aún circulaba el nuevo euro, una curiosidad financiera, más que una divisa de reserva global.
La moneda única desapareció sin más
Aún así, en Alemania, Finlandia, Austria, Países Bajos y alguna que otra nación, se invirtió el empobrecimiento. De repente, los consumidores se encontraron en una situación mejor cuando fueron a gastar sus nuevos marcos, marcos finlandeses, schillings y guilders. El “Franc Fort 2” de Francia intentó mantener su valor contra el nuevo marco, con resultados contradictorios.
En “mi última conferencia de prensa” en mayo de 2012, un agotado presidente Sarkozy tachó a los especuladores de la moneda y a los periodistas de “pedófilos idiotas” y añadió “caballeros, ya no tendrán a Sarko para meterse con él”. Perdió la presidencia frente a Dominique Strauss-Kahn, el antiguo director del FMI, que volvió a su Francia natal para conquistar el Elíseo. El lema de DSK fue: “Nunca creí en el euro”.
En Gran Bretaña, la agonía del euro se observó desde un espléndido aislamiento. Los políticos responsables de haber mantenido la libra fuera de esta situación recibieron los agradecimientos con retraso. Una débil Margaret Thatcher, en silla de ruedas y empujada por su hija Carol, salía de su casa de Belgravia para aceptar las gracias de un pequeño grupo de euroescépticos. ¿Acaso no había avisado de que el euro no sólo era perjudicial económicamente para Gran Bretaña, sino para todos en Europa?
Poco después del lanzamiento del euro en 1999, un operador de divisas desconocido en Londres la había calificado de “moneda de inodoro”. En algo más de una década, se tiró de la cadena y desapareció. La noticia apenas ocupó las portadas de Delhi y Pekín.
La conspiración del marco en plena ebullición
Los profetas de la caída ya lo saben: el marco alemán está a punto de regresar. "Es cuestión de unas semanas", contaba recientemente el diario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, que ha seguido las actividades de Walter K. Eichelburg. En sus semanarios y en su foro Hartgeld.com, este vienés que se ha autoproclamado experto financiero "logra llamar la atención de un público en la comunidad de Internet que está enojado desde el primer rescate de un Estado en Europa".
Eichelburg asegura que una serie de altos responsables políticos y financieros le han confiado que "desde finales de 2009, el jefe del Bundesbank [Axel Weber] distribuyó a su círculo de seguidores billetes de marcos recién impresos“. En cuanto a Angela Merkel, en mayo de 2010 y presionada por el presidente francés, tuvo que dar marcha atrás y dio la orden de recuperar todos los billetes ya distribuidos para guardarlos en un lugar seguro. Eichelburg aconseja a sus clientes que inviertan en oro y organiza cursos de supervivencia en los que sus discípulos aprenden a elaborar carne ahumada o a arreglárselas sin electricidad. Y todo por supuesto se paga en euros.
Son cosas que comienzan a sonar, los idealistas y motores de todo esto empiezan a pavimentar la caida inminente de EUROPA hacia las manos de unos pocos, hacia un mundo ORWELIANO tal cual como se pronostico hace mucho, tal cual como lo vio el Apostol Juan hace ya màs de 2000 años atras.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117969
Invitado- Invitado
Re: El día que murió el euro
a parte de lo profético que pueda llegar a ser, el texto es brillante! me encanta el estilo, cuanto talento!
projectedheroi- Cantidad de envíos : 825
Nivel de Aportación : 931
Fecha de inscripción : 31/10/2009
Re: El día que murió el euro
Me ha encantado la exposición. Muy buen texto.
xitum- Cantidad de envíos : 477
Nivel de Aportación : 536
Fecha de inscripción : 05/03/2010
Localización : Barcelona
Re: El día que murió el euro
Oigan, igual no tiene que ver, o si, pero en uno de estos alucines de no parar de darle a la cabeza. El dia 7 tienen previsto hacer no se què de sacar el dinero de los bancos, ya de por si a mi corto entender, RIDICULA la propuesta emitida desde un canal NIBIRUANO, y teniendo muy claro que lo que quieren es LA HECATOMBE ECONOMICA bummm pammmm ok, ¿por que el cantona y los papanatas eligen un dia 7? un gran atentado¡¡¡ 11s 11m luego salto al 7j se rompieron las cabalas, esperabamos un 11, (repito que todo esto es simple alucìn por comentar y compartir inquietud) pero y si ahora un dia 7 consiguen quebrar las bancas? y se cumplen profecias y cabalas y mierdas que de verdad no entiendo pero las huelo, las intuyo, LAGARTO LAGARTO...en fin, con o sin numeritos EL EURO PETA EL DOLAR PETA EL YEN Y SU PUTA MADRE PETAN, nuestras cuentas se cogelan, (la mia no) nos acordaremos de nuestros hermanos Argentinos pero a lo bestia, y por Ali que esto no caiga en INVIERNO como decia aquel que vino...un dia...o igual no...ANIMO
Invitado- Invitado
Re: El día que murió el euro
Bajo mi humilde opinion y punto de vista.
Todo esto de la moneda y patatinpatatanveraveradesanjuan me parece una anécdota... es decir tarde o temprano el "dinero-deuda" acabará yendose al garete.
Lo que mas me gusta del texto es esta parte:
Es decir tarde o temprano la moneda se joderá y nos joderán a todos...
Somos 45 millones en españa, la élite dominante cuantos son? 100.000? 200.000 ? medio millon?
Cuando se lance a la calle la gente pidiendo por lo que deben de pedir, en vez de estupidizandose en la tele, es decir CUANDO DESPIRETEN, lo que deberemos temer es a los ejercitos y a la policía que serán los que nos manden para que nos sigan teniendo en berea...
Por eso esa parte de texto es la que mas me gustó...
Hay que abrazar y amar a los militares y a los policías, y no por como hacen su trabajo sino para que nos abracen con amor...
Porque lo mejor que le puede pasar a un militar en la guerra, es que vuelva vivo.
Un abrazo
Todo esto de la moneda y patatinpatatanveraveradesanjuan me parece una anécdota... es decir tarde o temprano el "dinero-deuda" acabará yendose al garete.
Lo que mas me gusta del texto es esta parte:
La primera ventana que se echó abajo esta vez fue en Madrid, minutos después de que la gente saqueara la sede del ministerio de Economía. La policía antidisturbios y el ejército al principio no sabían qué hacer, pero cuando la gente puso flores en los cañones de los rifles, se pusieron del lado de la muchedumbre. Después de todo, las familias de los militares y los policías ya habían sufrido con las medidas de austeridad fallidas de los últimos años"
Es decir tarde o temprano la moneda se joderá y nos joderán a todos...
Somos 45 millones en españa, la élite dominante cuantos son? 100.000? 200.000 ? medio millon?
Cuando se lance a la calle la gente pidiendo por lo que deben de pedir, en vez de estupidizandose en la tele, es decir CUANDO DESPIRETEN, lo que deberemos temer es a los ejercitos y a la policía que serán los que nos manden para que nos sigan teniendo en berea...
Por eso esa parte de texto es la que mas me gustó...
Hay que abrazar y amar a los militares y a los policías, y no por como hacen su trabajo sino para que nos abracen con amor...
Porque lo mejor que le puede pasar a un militar en la guerra, es que vuelva vivo.
Un abrazo
laverdadestaenmiinterior- Cantidad de envíos : 653
Nivel de Aportación : 909
Fecha de inscripción : 14/02/2010
Localización : interior de la barriga de mobydick con un netbook un router wifi y una antena de 100w
Re: El día que murió el euro
Merkel amenazó en octubre con abandonar el euro.
La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió a sus socios europeos, a raíz de una discusión con su homólogo griego Papandreou, que Alemania podría plantearse abandonar el euro si no alcanzaban un acuerdo para un nuevo régimen para la moneda única. Así lo informa el diario británico The Guardian.
La amenaza de Merkel se habría producido en una cena de los líderes europeos durante la celebración de una cumbre de la UE en Bruselas a finales de octubre, en la que se discutió la situación de Irlanda y la canciller germana se vio envuelta en una discusión con su homólogo griego, George Papandreou, según explicaron al periódico varios participantes en el evento.
El objetivo central de Merkel, que finalmente sería alcanzado, era lograr un acuerdo para establecer un sistema permanente de rescate en el que se contemplara la participación de los inversores privados. Asimismo, la delegación alemana planteó que los países rescatados perdieran sus derechos de voto.
En concreto, en la cena celebrada en Bruselas el pasado 28 de octubre, que contó con la presencia de 27 líderes de gobierno de la UE, así como la del presidente del BCE, los testigos explicaron al rotativo que Papandreou acusó a Merkel de plantear propuestas "antidemocráticas".
"Si es ésta la clase de club en la que se está convirtiendo el euro, quizás Alemania debería marcharse", replicó Merkel, según las fuentes consultadas.
Asimismo, la canciller alemana defendió que si el Tratado de Lisboa contempla la suspensión de derechos de voto de los países responsables de violaciones de derechos humanos "el mismo grado de gravedad debería aplicarse al euro".
Sin embargo, finalmente Merkel desistió de esta propuesta para imponerse a la hora de establecer un mecanismo de rescate permanente desde mediados de 2013.
el camino se esta despejando....
http://www.libertaddigital.com/economia/merkel-amenazo-en-octubre-con-abandonar-el-euro-si-no-se-llegaba-a-un-acuerdo-1276408777/
La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió a sus socios europeos, a raíz de una discusión con su homólogo griego Papandreou, que Alemania podría plantearse abandonar el euro si no alcanzaban un acuerdo para un nuevo régimen para la moneda única. Así lo informa el diario británico The Guardian.
La amenaza de Merkel se habría producido en una cena de los líderes europeos durante la celebración de una cumbre de la UE en Bruselas a finales de octubre, en la que se discutió la situación de Irlanda y la canciller germana se vio envuelta en una discusión con su homólogo griego, George Papandreou, según explicaron al periódico varios participantes en el evento.
El objetivo central de Merkel, que finalmente sería alcanzado, era lograr un acuerdo para establecer un sistema permanente de rescate en el que se contemplara la participación de los inversores privados. Asimismo, la delegación alemana planteó que los países rescatados perdieran sus derechos de voto.
En concreto, en la cena celebrada en Bruselas el pasado 28 de octubre, que contó con la presencia de 27 líderes de gobierno de la UE, así como la del presidente del BCE, los testigos explicaron al rotativo que Papandreou acusó a Merkel de plantear propuestas "antidemocráticas".
"Si es ésta la clase de club en la que se está convirtiendo el euro, quizás Alemania debería marcharse", replicó Merkel, según las fuentes consultadas.
Asimismo, la canciller alemana defendió que si el Tratado de Lisboa contempla la suspensión de derechos de voto de los países responsables de violaciones de derechos humanos "el mismo grado de gravedad debería aplicarse al euro".
Sin embargo, finalmente Merkel desistió de esta propuesta para imponerse a la hora de establecer un mecanismo de rescate permanente desde mediados de 2013.
el camino se esta despejando....
http://www.libertaddigital.com/economia/merkel-amenazo-en-octubre-con-abandonar-el-euro-si-no-se-llegaba-a-un-acuerdo-1276408777/
Invitado- Invitado
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