Es imperativo que nos desconectemos del miedo ya. ¿De qué lado estamos?

Eso es lo que creo. No podemos intentar cambiar el mundo cuando la informacion que poseemos y de la que tanto hablamos lo unico que está haciendo es atraer más de eso de lo que tememos. Estamos aumentando las vibraciones de miedo en el planeta? Cada uno que mire hacia dentro. Nos estamos enganchando en la mente y la mala noticia?
Quiero presentaros a una mujer de la que llevo recibiendo correos unos cuantos años. Ayer, a raiz de una discusión en este mismo foro, me quedé pensativa a cerca de lo que estamos haciendo. Estamos realmente colaborando en la paz, la alegria y el amor, o se nos está yendo la mente de las manos? Estamos visualizando y proyectando cambios a mejor, o estamos proyectando nuevo orden mundial??? Es urgente ya que vayamos eligiendo de que lado estamos.
Bueno, hoy he recibido este correo que me ha parecido que venia muchisimo a cuento
Os la presento: ella se llama Karina Malpica, y es mejicana.

Hola, qué tal?


Te saludo desde México. Estoy descansando unos días en casa de mis papás y acabo de terminar de leer un libro de Alicia Rodríguez que me ha impactado mucho, se llama "Encuentra tu misión", de Ed. Panorama (México, 1994). Me gustaría compartirte algunas cosas que he aprendido con esta breve e instructiva lectura.


La primera vez que vi este símbolo fue en un evento del Movimiento del Calendario de las 13 lunas impulsado por José Argüelles. Allí me dijeron que era la bandera de la paz.

Mi mamá pertenece a un club internacional de Mujeres Profesionistas y de Negocios y ella me comentó que su club recibió la bandera de la paz de manos de Alicia Rodríguez. Tiempo después mi amiga Lolita Vargas me comentó que ella había participado en el acto de recepción de la bandera de la paz en la peña de Bernal, Querétaro, también de manos de Alicia Rodríguez.

Realmente no tenía idea de quién era Alicia Rodríguez y por qué entregaba banderas de la paz... Hasta ayer que no tenía nada qué hacer y me topé en un librero el de "Encuentra tu misión". El título me interesó y me puse a leerlo. Así me enteré de que la bandera de la paz fue ideada por Nicolás Roerich, un hombre que nació en San Petesburgo en 1874, que era pintor y escritor, que pensaba que cuando la ciencia y la espiritualidad se unieran, reinaría la paz.

Gracias a la iniciativa de este artista, en 1935 se firmó el Pacto Roerich de la Paz que tiempo después fue suscrito por todos los miembros de la ONU con la intención de proteger en caso de guerra a los monumentos históricos, los museos y las instituciones científicas, artísticas, educacionales y culturales, considerándose terrenos neutrales por los beligerantes. Para identificarlos, se proponía que tuvieran la bandera de la paz.

Roerich dijo varias veces que en el futuro sería una mujer quien se encargaría de portar y difundir la bandera. Y resulta que esa mujer es la actriz mexicana (nacida en Málaga) Alicia Rodríguez, que en el libro cuenta cómo a través de la meditación entró en contacto con maestros de la Hermandad Blanca que desde otros planos la prepararon para cumplir la misión de expandir la irradiación del símbolo a todo el mundo partiendo desde México.

¿Por qué desde México? El libro no lo dice explícitamente, pero sí menciona que el símbolo se encuentra en las ruinas arqueológicas de Palenque. Para la cultura Maya en América, este símbolo de los tres puntos “Hincan – Inkaten – Uchagen”, significa: “Quiero, puedo y lo hago”.

A pesar de que los países habían suscrito el pacto Roerich de la paz, no habían adoptado la bandera y ésta continuaba siendo desconocida. Alicia logró que en México comenzara a usarse y se difundiera masivamente durante el Mundial de Futbol del 86 por primera vez en tv en todo el mundo.

Esta actriz lleva más de 20 años viajando por el mundo bajo el auspicio del organismo que creó: el Comité Internacional de la Bandera de la Paz, ahora ya reconocido por la ONU. La bandera ha sido recibida desde entonces en muchos países, en diferentes instituciones estatales y no gubernamentales.



En el libro cuenta una serie de anécdotas relacionadas con las ceremonias de entrega de estas banderas y cómo los asistentes, al realizar una meditación especial, que ella aprendió a guiar se transportan verdaderamente el reino de la paz. Este es el relato de una de esas ceremonias en un pueblo de la entonces Unión Soviética:

"[...] no pensaba hablar, pero me suplicaron que dijera unas palabras y creí que sería positivo compartir con los asistentes la misma meditación que tantas conciencias había despertado en la Casa de la Ciencia ede la Universidad de Novosibirsk. Al día siguiente llegó a visitarme al campamento una abogada llamada Taicia. Acudía verdaderamente conmovida a darme las gracias por la ayuda tan grande que le había prestado ya que llevaba varios años de insistir para que los dirigentes del partido comunista de la región permitieran abrir una escuela en donde se expresaran todas las corrientes filosóficas que lo desearan; y después de haber estado presentes en la biblioteca y de haber participado de la meditación que les había guiado, los dirigentes del partido comunista decidieron conceder la autorización."
La tesis y propuesta de Alicia Rodríguez con el título de su libro, es que descubras que tu misión es traer la paz al mundo, la tuya y la de todos y cada uno de los seres que hemos solicitado tener un cuerpo en estos momentos tan cruciales de la historia de nuestro planeta.

Lo que difiere entre unos y otros es la forma en que logramos traer esa paz al mundo hacia nosotros mismos para después, mediante nuestras respectivas habilidades, talentos y posibilidades logramos compartirla con otros.



Desde hace tiempo yo llegué a la misma conclusión y a mi praticular estilo trabajo en ello. Ahora que he leído este libro, me gustaría colaborar también en la difusión de la bandera de la paz, la cual colgaré próximamente en mis sitios de internet.

Hay otra cosa que me gustó mucho del libro. Comenta Alicia que los maestros le dijeron que no bastaba con dejar la bandera de la paz en un sitio, sino que había que hacer un trabajo de seguimiento porque la condición humana lo amerita...

Y eso es lo que en verdad importa más que cualquier cosa. Hablo de mi experiencia personal, ya que no me es difícil sintonizarme con la paz y en ocasiones he tenido la maravillosa fortuna de haber logrado acceder a estados de paz y dicha excelsa... mi problema es cómo mantenerme en ella, jeje.

Aún no logro inmunizarme contra los subeibajas de la vida externa. Lo que más me ha bajado el ánimo recientemente ha sido el estado lamentable en que he visto a mi querido país ahora que llegué. Este año planeé mi agenda con antelación para pasar aquí los meses de septiembre, octubre y noviembre con la intención de estar presente en los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. No podré estar en noviembre porque será la presentación de mi libro en Barcelona, pero al menos estaré acá para el grito del 15 de septiembre. Quiero ir al zócalo de la ciudad de México.

El caso es que he encontrado a mi país en un ambiente oscuro provocado por la guerra que está librando el narco contra sí mismo y contra el gobierno. Coincidiendo con esto me enfermé del estómago y he estado en cama con diarrea un par de días, ojeando los periódicos de mi papá y oyendo los noticieros que él mira.

Yo no suelo leer los periódicos ni mirar la tv, especialmente los noticieros porque son el escaparate de lo peor que sucede en el mundo y estoy convencida de que eso genera más temor y el temor atrae más de eso que se teme.

Sé que hay personas que son inmunes a esto. Mi papá es uno de ellos, jeje. Recibe diriamente 3 periódicos diferentes y ve las noticias de más de un canal y a pesar de estar tan bien informado sobre la política y los acontecimientos nacionales duerme tranquilamente y adora la vida...

Pero en fin, el caso es que por estar en cama 2 días, he tenido que oír la tv de mis padres y he sucumbido a la tentación de asomarme a sus periódicos... y he encontrado el retrato de un México muy esquizofréncio, por una parte eufórico por los festejos del bicentenario, con un patriotismo exacerbado, lleno de series que relatan las gestas heróicas y anuncios que te hacen llorar de emoción (como el de las maravillas naturales de Chiapas) y por el otro lado, la cara oscura de muertos y más muertos en el norte del país, interrogatorios de narcos que todo el mundo llama por sus apodos y no por sus nombres, balaceras y cosas realmente macabras...

Así es que desde aquí lanzo la propuesta a mis paisanos de llevar el símbolo de la bandera de la paz a los festejos del bicentenario y del centenario y de colocarla en sus casas o en lugares visibles y que nos unamos todos a meditar a fin de lograr la paz en nuestro interior, para irradiarla desde allí a todo México y desde México a todo el mundo.

Hace poco conocí a un señor colombiano que me dijo que lo que nuestro país está viviendo es como la crisis de curación que precede a la salud. Me dio muchos argumentos que me convencieron de ello, así es que tengo fe en que así sea y pronto veamos la paz.




Aquí voy a transcribir la meditación para la paz que hizo Alicia Rodríguez en colaboración con Sally Barbosa y los maestros de la Hermandad Blanca:

La decisión es tuya y ha de ser tomada aquí y ahora. O destruyes esta humanidad desde tu ego, o la salvas en consciencia con tu amor.
Cesa de amar la destrucción como medida de seguridad contra la muerte. Somos inmortales.
Vive en la paz que trae armonía interna. La paz que es la actitud de la no fricción, del no conflicto. La paz que es la actitud de la armonía.
Fluye en perfecta armonía con la corriente positiva de la mente universal y acabarán las guerras.
¡Somos sólo uno! No hay nada qué conquistar, nada por qué luchar, nada qué temer. Por tanto sumérgete en el Todo. Deja de ser una barrera para que se cumpla el plan de Luz, Amor y Paz en el planeta tierra y en el universo.
Preserva tu energía para hacerla poderosa. La agresión, la inquietud, el egoísmo, la violencia y la ambición discipan tu energía. La ira, la envidia, la depresión, el miedo y la incertidumbre malogran tu oportunidad de crecer y madurar.
Por tanto, amado hermano, amado ser humano, hijo de la paz, acalla la voz de tu ego, purifica tu mente y entra en comunión con el Silencio. Entra en contacto directo con el UNO-TODO.
La pureza de mente, de espíritu, la quietud y la paz interna traen consigo la iluminación. ¡Sé luz en ti mismo!
Ábrete a la Bondad, a la Justicia, a la Misericordia y a la compasión.
Deja que el Gran Silencio, donde no hay esfuerzos ni inquietudes, se en ti, para que te conviertas en La Presencia únicamente. Para que en la quietud armoniosa de la paz, POR FIN SEAS.
Entonces, en perfecta quietud, en perfecta armonía, en perfecto qeuilibrio y en paz contigo mismo, actúa como una flor. ¡Vive! Actúa como lo hacen las estrellas, como el viento, como el mar, libre de obstáculos, libre de dejar que Dios en ti se manifieste.
Así, amado hermano, amado ser humano, hijo de la paz, lleva el mensaje de paz a todo el que te escuche, y habiendo finalizado por siempre y para siempre tu conflicto; habiéndote retenido por amor a tu divina esencia y comulgado con ella, levántate, resurge de las cenizas y conviértete en Paloma Mensajera de la Paz.
Ya llegó la hora. Escucha la flauta del Maestro llamando a su rebaño.
Llamándote a ti..."
LLAMADO A LA PAZ



Más información en: www.banderadelapaz.org

Recibe un abrazo y mucha paz

Karina Malpica
www.karinamalpica.net

Tres puntos: Quiero, puedo, y lo hago.
No hay más.
Besos a todos.

Así de sencillo.

Completamente de acuerdo, Flowerchild.

Tenemos que -y podemos- emitir Amor. Ese es el mensaje que nos da el Padre. Y noto que se nos olvida, y qye es muy fácil que por cuestiones mentales esto suceda.

Y noto que mucha gente del movimiento anti nwo no se da cuenta de esto. Esto es -si quereis- una crítica. Creo que dentro de la peña que esta contra el nwo y todo esto hay gente que se dedica a sembrar el miedo a propósito y gente que lo hace sin querer, sin mala intención.

Creo que no debería cortarme al decir esto, aunk me da un poco de palo...
Todos estos posts que todos leemos en plan "Cuidado con los Iluminatis!" "Nos kieren hacer pupa" , "Nos dominan!", etc...son producto, en parte, de miedos nuestros y de manipulaciones intencionadas, y no vibran en el Amor, es decir, en la Consciencia. O mensajes en plan "Resistencia contra el nwo!!!" o así, también son producto de esto. Pienso que no hay que resistir ni que luchar contra nada, esto, lo queramos o no, VIENE DE LA OSCURIDAD, y todos hemos pensado alguna vez con lo de resistir, luchar, cagarse en to cristo etc. Pero esta actitud no es consciente.

Así que a mí también me gustaría que dentro de este "movimiento" hiciesemos todos y todas una reflexión acerca de lo que emitimos al exterior...como dice Flowerchild.

Yo también he pertenecido a movimientos mentales y sembradores de odio, y tengo que decir que en su momento estaba convencidísimo de estas actitudes...lo digo para que no penseis que juzgo a nadie.

Así que a ver si hacemos una verdadera AUTOCRÍTICA y nos dedicamos a lo verdadero: ¡A SEMBRAR AMOR! Queremos, podemos, ¡Hagámoslo!


Besos...