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LOS CHACRAS EN LA ALQUIMIA.PARACELSO
Página 1 de 1.
LOS CHACRAS EN LA ALQUIMIA.PARACELSO
El Camino hacia la Luz – La Doctrina de los Chakras en la Alquimia
Los alquimistas llaman a los chakras los “sellos de los planetas” o
“calderas del alma”. La especialidad de las enseñanzas alquímicas es
que existen tres niveles de energía sobre los cuales tienen efecto los
chakras: se llaman Nigredo, Albedo y Rubedo. El objetivo de la alquimia
práctica es el de alcanzar el máximo nivel de vibración, el cual está
relacionado a un profundo desarrollo de la personalidad y la
consciencia.
Ulrich Arndt
El objetivo de la investigación alquímica y del trabajo práctico de
laboratorio es el descubrir la corriente de energía vital para iluminar
lo oscuro, lo enfermo y lo inconsciente y “dirigirla hacia la luz”. Los
grandes alquimistas como Paracelso alcanzaron el discernimiento y
transcribieron su sabiduría en forma de remedios prácticos, es decir en
elixires especiales obtenidos de metales, gemas y plantas. ¿Pero, a qué
le llamaban energía vital y cómo vivificaba ésta a los hombres y a la
naturaleza?
De acuerdo a la idea de los alquimistas (y a las antiguas enseñanzas
ayurvédicas sobre la salud), la energía vital está íntimamente
conectada a la “luz de los siete planetas”. Los siete planetas fueron
agregados a los cinco ya conocidos en aquel tiempo: Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter, Saturno, el Sol y la Luna (en Ayurveda existen nueve
planetas, aquí se incluyen las dos nodos lunares -planetas- Rahu y
Ketu). Todo sobre la Tierra emerge de los rayos o energía de estos
planetas. Como en un prisma, los planetas dividen la “luz divina de la
creación” en siete cualidades. Estas crean los cuatro elementos:
tierra, agua, fuego y aire (así como al quinto, el elemento secreto y
sagrado, el éter) y los tres principios alquímicos básicos: Sal, Azufre
y Mercurio (simplificados corresponden al cuerpo, al alma y al
espíritu). Los metales, los minerales, las gemas, las plantas, los
animales y también el hombre se originan a través de varias
combinaciones de las siete energías planetarias, los cuatro elementos y
los tres principios básicos. La “mezcla” predominante determina lo que
emergerá y qué clase de carácter tendrá.
Debido a esto Paracelso enfatiza con respecto a los seres humanos:
“Cuando nace un niño, su firmamento nacerá con los siete órganos, los
cuales tienen el poder de llegar a ser como los siete planetas y de
este modo adquirir todo aquello que corresponde a su firmamento”. En
sus exhaustivos escritos Paracelso se refiere con frecuencia a la gran
influencia que los planetas ejercen sobre el bienestar del hombre,
sobre sus órganos físicos tanto como sobre su naturaleza y su
“astrale”, es decir sobre el sistema energético del ser humano.
Los escritos de Paracelso retratan la complejidad y el impacto de
las fuerzas planetarias y demuestran los profundos pensamientos de la
alquimia. Pero Paracelso, que fue el fundador de la medicina “moderna”
y al mismo tiempo probablemente el alquimista más famoso de la
historia, no estaba solo. Cientos de años atrás, hasta el siglo XVII,
la alquimia era una forma del conocimiento científico que gozaba de
reconocimiento. Goethe y Newton estudiaron los principales trabajos de
alquimia, extendiéndose desde las obras de Paracelso hasta la “Aurea
Catena” y realizaron naturalmente pequeñas pruebas de laboratorio. En
los últimos doscientos años se desarrollaron partiendo de la ciencia
universal de la alquimia, disciplinas individuales como la biología, la
medicina, la química, la farmacología, la física, la geología, la
astronomía y la psicología. Otros campos como la astrología, la
geomancia, el conocimiento energético y la filosofía hermética se
asignaron a las “ciencias ocultas”, al esoterismo o la “Paraciencia”
(parapsicología, etc.). En la alquimia y para Paracelso todo este
conocimiento ya estaba conectado. “Como es arriba es abajo” es un
principio básico de la alquimia hermética de acuerdo al cual se
investigaron los principios de los siete planetas. Los alquimistas
estudiaron no solamente las influencias planetarias durante la
formación y el surgimiento de las gemas, los metales y las plantas y
los aspectos astrológicos al momento del nacimiento, sino que
experimentaron también consigo mismos y sus pacientes, para ver de qué
forma el fluir de esas siete energías vitales era cambiada por las
influencias externas e internas y para ver cómo esta corriente podía
ser ayudada y cultivada. Esto está comprendido en las enseñanzas
alquímicas de los chakras y de los tres niveles energéticos y
cualidades de “Nigredo”, “Albedo” y “Rubedo”, lo que ha sido señalado
en el primer artículo de “Los Elixires de Vida de Paracelso” y en el
último ejemplar sobre “La Secreta Estrella de Siete Puntas Vitriol”,
donde se mencionó escuetamente el camino de la energía vital.
El Modelo de los Chakras
En el modelo de chakras alquímico cada uno de los siete planetas
envía a la Tierra tres “cualidades de energía” diferentes que,
expresado simplemente, corresponden a la vibración del cuerpo, del alma
y del espíritu de cada planeta (en la alquimia: sal, azufre y
mercurio). Cada una de las tres cualidades de los siete planetas puede
encontrar resonancia dentro de los chakras de un ser humano y así se
originan los tres niveles diferentes de vibración del modelo de chakra
alquímico. La vibración de la sal (= cuerpo) corresponde a los planetas
del nivel más bajo de vibración de los chakras, el así llamado nivel
“Nigredo”. La vibración del azufre (= alma) corresponde a los planetas
del nivel de “Albedo” y, el nivel de vibración más alto, la vibración
del mercurio (= espíritu) corresponde al nivel “Rubedo”.
Nigredo (= negrura), el nivel más bajo de vibración, sustenta los procesos de solidificación, cuerpo, sal.
Albedo (= blancura), el nivel de vibración medio, sustenta los procesos disolutivos y distributivos, alma, azufre.
Rubedo (= lo rojo), el más alto nivel de vibración, sustenta los procesos de regulación y armonización, espíritu, mercurio.
Los nombres están relacionados con los colores obtenidos durante el
Gran Trabajo, es decir la transmutación del plomo de la más baja
vibración en oro brillante de la más alta vibración. En el transcurso
de este proceso la materia se transforma del negro al blanco (y el
amarillo) hasta el rojo.
En una persona sana, consciente, las tres cualidades de energía de
los siete planetas se encuentran en armonioso equilibrio. El estado de
armonía suprema corresponde al nivel Rubedo, porque cuando todo fluye
armoniosamente en cada uno y el flujo energético no es obstaculizado ni
bloqueado, fluirá entonces la energía vital más intensamente a través
del hombre y él será capaz de desarrollar completamente sus fuerzas de
la consciencia. Una persona saludable también necesitará partes de
Nigredo, la vibración inferior de sal-planeta-vibración, porque estas
afectan la condensación y la cristalización, por ejemplo durante la
formación de los huesos y las partes sólidas de los tejidos.
Sin embargo, si esta cualidad de la energía es muy dominante,
entonces el hombre “cae” con la totalidad de su ser dentro del nivel
vibracional más bajo, el Nigredo –se “petrifica” y “esclerotiza” en
cuerpo, espíritu y alma– (en la alquimia se interpreta de hecho como la
“caída en el pecado”). Por otra parte, si domina el principio
disolvente de Albedo, azufre respectivamente, la persona sufrirá de
enfermedades inflamatorias y febriles y se perderá en sus emociones.
Pero la armonía de Rubedo es alcanzada por medio del desarrollo interno
y la introspección. Solamente a través del proceso de “maduración”
interna somos capaces de manejarnos con las influencias diarias de
manera flexible, sin desviarnos del curso o perder la armonía
energética.
Antigua ilustración de los chakras con los símbolos de los planetas.
Aquí se presenta el nivel más bajo de vibración de los chakras, el
nivel Nigredo, y por consiguiente la persona aparece sombreada en negro.
Las enseñanzas alquímicas incluyen por lo tanto un modelo de
desarrollo tanto de materiales como del ser humano – desde de la
“oscuridad”, la oscilación baja y lo inconsciente hacia la “luz” y la
sabiduría.
Así se entiendieron entonces los tres grados de desarrollo de
Nigredo, Albedo y Rubedo como diferentes grados de curación corporal,
mental y espiritual, de maduración interna y desarrollo de la
consciencia. Para sustentar este alto estado de energía y armonía, los
alquimistas produjeron los “Arcanos Superiores”, o grandes remedios
alquímicos desarrollados partiendo de metales y gemas, los cuales se
producen nuevamente hoy día de acuerdo con las recetas de Paracelso.
Nigredo, ‘negrura’
La ilustración alquímica de los chakras más famosa y sus sellos
planetarios fue concebida por Johann Georg Gichtel (1638-1710), un
alquimista originario de Regensburg, Alemania. De acuerdo a la
descripción la imagen ilustra a un “hombre completamente terreno,
natural y siniestro, en las estrellas y los elementos” y muestra cómo
“la rueda de los planetas, en siete sellos diabólicos se superpone
sobre el alma”. A su vez, se describió una rueda planetaria como el
curso de las siete estrellas alrededor de la Tierra. En su ilustración
Gichtel dispuso los siete planetas clásicos sobre el cuerpo humano y
correlacionó a cada uno de ellos con uno de los siete vicios o pecados
capitales, como el orgullo, la avaricia y la envidia. Gichtel quiso
demostrar las circunstancias bajo las cuales evocan los planetas
aspectos negativos en el hombre (más precisamente en qué relación de
chakras). Esta resonancia planeta-chakra corresponde al más bajo estado
vibracional, el Nigredo. Por lo tanto se ha sombreado la figura.
En este nivel energético más bajo el chakra base resuena con la
vibración-sal de la Luna, el chakra esplénico/sexual con la vibración
mercurial más baja, el chakra del plexo solar con la de Venus, el
chakra del corazón con la vibración sal del Sol, el chakra laríngeo con
Marte, el chakra del entrecejo con Júpiter y el chakra coronario con la
vibración sal de Saturno.
La personalidad de Nigredo:
Cuando predominan en el hombre las vibraciones de sal oscuras de los
planetas, entonces la capacidad de autorreflexión no es muy elevada.
Estas personas son fáciles de manipular y son olvidadizas. Para ellas
el mundo consiste solamente de sus propios deseos y necesidades, a las
que siguen inescrupulosamente. Las personas Nigredo son dominadas por
patrones emocionales simples que dominan su capacidad cognoscitiva.
Todas las personas pueden ser confinadas a la fase Nigredo por cierto
tiempo. Entonces todo parece detenido y endurecido, nada se mueve y se
percibe una sensación de sofocación. Aparecen las “enfermedades de
endurecimiento”, como la rigidez de los miembros, la “artereosclorosis”
y otras enfermedades sedimentarias. Una transformación alquímica
interna permanente se inicia por medio de la intensificación del fuego,
del azufre, de la transformación de las emociones y del fortalecimiento
de la “cualidad del corazón”. Con la ayuda de esencias alquímicas como
la perla, el oro, la plata y la esmeralda se puede sustentar
especialmente un cambio. La esencia de la perla, la que fue altamente
estimada por Paracelso y considerada como el segundo elixir en
importancia después del oro, incrementa un contacto más fuerte con las
propias emociones y la esmeralda fortalece las cualidades más elevadas
del corazón. El oro restablece la energía vital y la plata nutre al
alma con cuidado maternal y seguridad. Para aquellos que no pueden
encontrar la salida a un dilema y a la rutina diaria, son de ayuda las
esencias de diamante y de amatista. Las esencias de oro, zafiro y
hierro otorgan la fortaleza necesaria y el coraje para tomar un nuevo
camino.
Albedo, ‘blancura’
En la ilustración de Gichtel se da una indicación de la forma en que
los planetas pueden actuar positivamente y de cómo los vicios pueden
transformarse en virtudes: es la espiral marcada que conecta todos los
“sellos de los chakras”, alternando entre la cúspide y la base. En esta
nueva secuencia se muestra la forma de salir de la “negrura” hacia el
camino de Albedo. Dependiendo de si se considera al corazón o a la
corteza como el origen, esa nueva secuencia del planeta se refiere al
“sendero del corazón” o el “sendero del místico” respectivamente. Sin
embargo, estas resonancias planetas-chakras son sólo una etapa
intermedia purificadora y superadora, venciendo la rigidez de Nigredo
en su sendero hacia el nivel más alto de transformación, la vibración
de Rubedo.
La personalidad de Albedo:
Cuando dominan las fuerzas Albedo de los planetas, se exaltan
fácilmente las emociones. Sin embargo, la persona trata de aumentar la
autorreflexión y su estado de atención. No obstante su sexualidad es
siempre contradictoria al desarrollo de una forma superior del amor
(esto no significa que deberá evitar el sexo). A semejanza de cómo las
sustancias se destilan y purifican en un laboratorio, el hombre es
purificado por el “fuego” y el “agua” de las emociones. Durante el
desarrollo de las cualidades superiores del corazón el siempre hará una
elección mejor entre “la luz y la oscuridad” y formará su carácter y
las cualidades de su consciencia. Se disuelven miedos, traumas y
bloqueos y fluirá la energía en su totalidad dentro de los chakras con
toda su fuerza.
En esta fase, tanto la “escencia del corazón”, la esmeralda, como
las esencias de oro y plata, son los mejores ayudantes en relación a
las dos mezclas de rescate de los siete metales y las nueve gemas. Aquí
es donde la esencia de perla ayuda a reconocer los miedos todavía
ocultos. Además, el diamante, la amatista, el circonio y el vitriolo,
muestran el camino de acceso a los niveles espirituales superiores.
Rubedo, ‘rojez’
Esta tercera secuencia de los siete planetas está codificada por los
alquimistas en una figura geométrica determinada: la “Estrella Vitriol
de Siete Puntas”. Ya se hizo referencia a ella en la última publicación
en conexión con la estrella geomántica de siete puntas de los templos
en Francia, la “línea del Grial” y del sistema energético extensivo de
la Tierra.1
En el la Estrella Vitriol de Siete Puntas también está codificada la
secuencia planetaria de Nigredo. El orden planetario se corresponde con
una conexión circular de los siete rayos planetarios. La secuencia
Albedo conecta en forma de zigzag, en la cúspide, a los planetas de la
estrella de siete puntas con el rayo del Sol y así con la línea del
Grial (vea el número anterior). Resulta entonces la secuencia Rubedo,
si se sigue los rayos de la estrella a través de su centro hasta el
rayo opuesto –esto es desde Saturno a Venus y vía Júpiter, Mercurio,
Marte y la Luna hasta el Sol– comparables a las líneas de un pentágono,
en vez de la circunvalación a través de los bordes de una estrella de
cinco puntas.
En el nivel Rubedo el chakra base vibra en resonancia con la más
alta vibración del Sol, el chakra esplénico con la Luna, el plexo solar
con Marte, el chakra cardíaco con Mercurio, el chakra laríngeo con
Júpiter, el chakra del entrecejo con la vibración mercurial de Venus y
el chakra coronario con la vibración más alta de Saturno. La curación
alquímica acontece cuando los chakras comienzan a resonar con la más
alta vibración.
La personalidad de Rubedo:
Cuando domina en nosotros la vibración de Rubedo en relación con los
planetas, poseemos la capacidad distintiva de la autoobservación y la
autorreflexión. Nuestro desarrollo espiritual se transforma en una
necesidad interna. Una persona Rubedo reconoce que su cuerpo representa
un “laboratorio” cósmico, por medio del cual él es capaz de aprender y
de experimentar con su mente. El mismo está en la posición de completar
la creación y de guiar su organismo a la mayor amplificación
vibracional posible.
El objetivo es ahora preservar el estado Rubedo así como el flujo
permanente de la vida diaria. El alcanzar un estado tal por primera vez
no es garantía de permanecer en esta elevada armonía y nivel
energético. Existen muchos registros de “maestros caídos”. Aquí es de
ayuda la aplicación rítmica de la esencia respectiva, que cambia
diariamente. Cada día de la semana está gobernado por un planeta que
actúa como “regente”, lo que significa que la energía de ese planeta en
ese día nos domina y afecta mayormente. Este conocimiento muy antiguo
se preserva en los nombres de los días de la semana y en las
divinidades planetarias (ver la tabla). Desde tiempos remotos son
asignados a cada planeta un metal y una gema principal (así como una
planta en particular) y precisamente esas esencias son aplicadas en
cada uno de los días respectivos. De este modo el sistema energético
está armonizado óptimamente con el nivel más alto de vibración de los
planetas y el hombre vibra en el ritmo natural de la energía vital de
nuestro planeta: los domingos el chakra de base se activa más
intensamente; los martes el segundo chakra, y así sucesivamente día a
día hasta llegar al chakra coronario los sábados.
El próximo artículo se referirá al hecho de que estas influencias
planetarias no son en absoluto ideas alegóricas de los alquimistas,
sino que éstas pueden ser comprobadas hoy en día por medio de
instrumentos de medición y de que la energía planetaria influencia de
hecho a ciertos metales y órganos.
1 ver núm.11 de Paracelsus – Health & Healing.
Referencias :
Ulrich Arndt, Schätze der Alchemie: Edelstein-Essenzen, und
Metall-Essenzen, ambos editados por la editorial alemana
Hans-Nietsch-Verlag“, Friburgo (Alemania)
Informes sobre las pruebas de las Esencias de Paracelso: www.life-testinstitut.de und www.edelstein-essenzen.de
En
la fórmula VITRIOL las diferentes resonancias planetarias de los
chakras se encuentran codificadas en los tres niveles energéticos de
Nigredo, Albedo y Rubedo.
La Doctrina de los Chakras en la Alquimia
Entry Filed under: Uncategorized. Etiquetas: astronom
Los alquimistas llaman a los chakras los “sellos de los planetas” o
“calderas del alma”. La especialidad de las enseñanzas alquímicas es
que existen tres niveles de energía sobre los cuales tienen efecto los
chakras: se llaman Nigredo, Albedo y Rubedo. El objetivo de la alquimia
práctica es el de alcanzar el máximo nivel de vibración, el cual está
relacionado a un profundo desarrollo de la personalidad y la
consciencia.
Ulrich Arndt
El objetivo de la investigación alquímica y del trabajo práctico de
laboratorio es el descubrir la corriente de energía vital para iluminar
lo oscuro, lo enfermo y lo inconsciente y “dirigirla hacia la luz”. Los
grandes alquimistas como Paracelso alcanzaron el discernimiento y
transcribieron su sabiduría en forma de remedios prácticos, es decir en
elixires especiales obtenidos de metales, gemas y plantas. ¿Pero, a qué
le llamaban energía vital y cómo vivificaba ésta a los hombres y a la
naturaleza?
De acuerdo a la idea de los alquimistas (y a las antiguas enseñanzas
ayurvédicas sobre la salud), la energía vital está íntimamente
conectada a la “luz de los siete planetas”. Los siete planetas fueron
agregados a los cinco ya conocidos en aquel tiempo: Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter, Saturno, el Sol y la Luna (en Ayurveda existen nueve
planetas, aquí se incluyen las dos nodos lunares -planetas- Rahu y
Ketu). Todo sobre la Tierra emerge de los rayos o energía de estos
planetas. Como en un prisma, los planetas dividen la “luz divina de la
creación” en siete cualidades. Estas crean los cuatro elementos:
tierra, agua, fuego y aire (así como al quinto, el elemento secreto y
sagrado, el éter) y los tres principios alquímicos básicos: Sal, Azufre
y Mercurio (simplificados corresponden al cuerpo, al alma y al
espíritu). Los metales, los minerales, las gemas, las plantas, los
animales y también el hombre se originan a través de varias
combinaciones de las siete energías planetarias, los cuatro elementos y
los tres principios básicos. La “mezcla” predominante determina lo que
emergerá y qué clase de carácter tendrá.
Debido a esto Paracelso enfatiza con respecto a los seres humanos:
“Cuando nace un niño, su firmamento nacerá con los siete órganos, los
cuales tienen el poder de llegar a ser como los siete planetas y de
este modo adquirir todo aquello que corresponde a su firmamento”. En
sus exhaustivos escritos Paracelso se refiere con frecuencia a la gran
influencia que los planetas ejercen sobre el bienestar del hombre,
sobre sus órganos físicos tanto como sobre su naturaleza y su
“astrale”, es decir sobre el sistema energético del ser humano.
Los escritos de Paracelso retratan la complejidad y el impacto de
las fuerzas planetarias y demuestran los profundos pensamientos de la
alquimia. Pero Paracelso, que fue el fundador de la medicina “moderna”
y al mismo tiempo probablemente el alquimista más famoso de la
historia, no estaba solo. Cientos de años atrás, hasta el siglo XVII,
la alquimia era una forma del conocimiento científico que gozaba de
reconocimiento. Goethe y Newton estudiaron los principales trabajos de
alquimia, extendiéndose desde las obras de Paracelso hasta la “Aurea
Catena” y realizaron naturalmente pequeñas pruebas de laboratorio. En
los últimos doscientos años se desarrollaron partiendo de la ciencia
universal de la alquimia, disciplinas individuales como la biología, la
medicina, la química, la farmacología, la física, la geología, la
astronomía y la psicología. Otros campos como la astrología, la
geomancia, el conocimiento energético y la filosofía hermética se
asignaron a las “ciencias ocultas”, al esoterismo o la “Paraciencia”
(parapsicología, etc.). En la alquimia y para Paracelso todo este
conocimiento ya estaba conectado. “Como es arriba es abajo” es un
principio básico de la alquimia hermética de acuerdo al cual se
investigaron los principios de los siete planetas. Los alquimistas
estudiaron no solamente las influencias planetarias durante la
formación y el surgimiento de las gemas, los metales y las plantas y
los aspectos astrológicos al momento del nacimiento, sino que
experimentaron también consigo mismos y sus pacientes, para ver de qué
forma el fluir de esas siete energías vitales era cambiada por las
influencias externas e internas y para ver cómo esta corriente podía
ser ayudada y cultivada. Esto está comprendido en las enseñanzas
alquímicas de los chakras y de los tres niveles energéticos y
cualidades de “Nigredo”, “Albedo” y “Rubedo”, lo que ha sido señalado
en el primer artículo de “Los Elixires de Vida de Paracelso” y en el
último ejemplar sobre “La Secreta Estrella de Siete Puntas Vitriol”,
donde se mencionó escuetamente el camino de la energía vital.
El Modelo de los Chakras
En el modelo de chakras alquímico cada uno de los siete planetas
envía a la Tierra tres “cualidades de energía” diferentes que,
expresado simplemente, corresponden a la vibración del cuerpo, del alma
y del espíritu de cada planeta (en la alquimia: sal, azufre y
mercurio). Cada una de las tres cualidades de los siete planetas puede
encontrar resonancia dentro de los chakras de un ser humano y así se
originan los tres niveles diferentes de vibración del modelo de chakra
alquímico. La vibración de la sal (= cuerpo) corresponde a los planetas
del nivel más bajo de vibración de los chakras, el así llamado nivel
“Nigredo”. La vibración del azufre (= alma) corresponde a los planetas
del nivel de “Albedo” y, el nivel de vibración más alto, la vibración
del mercurio (= espíritu) corresponde al nivel “Rubedo”.
Nigredo (= negrura), el nivel más bajo de vibración, sustenta los procesos de solidificación, cuerpo, sal.
Albedo (= blancura), el nivel de vibración medio, sustenta los procesos disolutivos y distributivos, alma, azufre.
Rubedo (= lo rojo), el más alto nivel de vibración, sustenta los procesos de regulación y armonización, espíritu, mercurio.
Los nombres están relacionados con los colores obtenidos durante el
Gran Trabajo, es decir la transmutación del plomo de la más baja
vibración en oro brillante de la más alta vibración. En el transcurso
de este proceso la materia se transforma del negro al blanco (y el
amarillo) hasta el rojo.
En una persona sana, consciente, las tres cualidades de energía de
los siete planetas se encuentran en armonioso equilibrio. El estado de
armonía suprema corresponde al nivel Rubedo, porque cuando todo fluye
armoniosamente en cada uno y el flujo energético no es obstaculizado ni
bloqueado, fluirá entonces la energía vital más intensamente a través
del hombre y él será capaz de desarrollar completamente sus fuerzas de
la consciencia. Una persona saludable también necesitará partes de
Nigredo, la vibración inferior de sal-planeta-vibración, porque estas
afectan la condensación y la cristalización, por ejemplo durante la
formación de los huesos y las partes sólidas de los tejidos.
Sin embargo, si esta cualidad de la energía es muy dominante,
entonces el hombre “cae” con la totalidad de su ser dentro del nivel
vibracional más bajo, el Nigredo –se “petrifica” y “esclerotiza” en
cuerpo, espíritu y alma– (en la alquimia se interpreta de hecho como la
“caída en el pecado”). Por otra parte, si domina el principio
disolvente de Albedo, azufre respectivamente, la persona sufrirá de
enfermedades inflamatorias y febriles y se perderá en sus emociones.
Pero la armonía de Rubedo es alcanzada por medio del desarrollo interno
y la introspección. Solamente a través del proceso de “maduración”
interna somos capaces de manejarnos con las influencias diarias de
manera flexible, sin desviarnos del curso o perder la armonía
energética.
Antigua ilustración de los chakras con los símbolos de los planetas.
Aquí se presenta el nivel más bajo de vibración de los chakras, el
nivel Nigredo, y por consiguiente la persona aparece sombreada en negro.
Las enseñanzas alquímicas incluyen por lo tanto un modelo de
desarrollo tanto de materiales como del ser humano – desde de la
“oscuridad”, la oscilación baja y lo inconsciente hacia la “luz” y la
sabiduría.
Así se entiendieron entonces los tres grados de desarrollo de
Nigredo, Albedo y Rubedo como diferentes grados de curación corporal,
mental y espiritual, de maduración interna y desarrollo de la
consciencia. Para sustentar este alto estado de energía y armonía, los
alquimistas produjeron los “Arcanos Superiores”, o grandes remedios
alquímicos desarrollados partiendo de metales y gemas, los cuales se
producen nuevamente hoy día de acuerdo con las recetas de Paracelso.
Nigredo, ‘negrura’
La ilustración alquímica de los chakras más famosa y sus sellos
planetarios fue concebida por Johann Georg Gichtel (1638-1710), un
alquimista originario de Regensburg, Alemania. De acuerdo a la
descripción la imagen ilustra a un “hombre completamente terreno,
natural y siniestro, en las estrellas y los elementos” y muestra cómo
“la rueda de los planetas, en siete sellos diabólicos se superpone
sobre el alma”. A su vez, se describió una rueda planetaria como el
curso de las siete estrellas alrededor de la Tierra. En su ilustración
Gichtel dispuso los siete planetas clásicos sobre el cuerpo humano y
correlacionó a cada uno de ellos con uno de los siete vicios o pecados
capitales, como el orgullo, la avaricia y la envidia. Gichtel quiso
demostrar las circunstancias bajo las cuales evocan los planetas
aspectos negativos en el hombre (más precisamente en qué relación de
chakras). Esta resonancia planeta-chakra corresponde al más bajo estado
vibracional, el Nigredo. Por lo tanto se ha sombreado la figura.
En este nivel energético más bajo el chakra base resuena con la
vibración-sal de la Luna, el chakra esplénico/sexual con la vibración
mercurial más baja, el chakra del plexo solar con la de Venus, el
chakra del corazón con la vibración sal del Sol, el chakra laríngeo con
Marte, el chakra del entrecejo con Júpiter y el chakra coronario con la
vibración sal de Saturno.
La personalidad de Nigredo:
Cuando predominan en el hombre las vibraciones de sal oscuras de los
planetas, entonces la capacidad de autorreflexión no es muy elevada.
Estas personas son fáciles de manipular y son olvidadizas. Para ellas
el mundo consiste solamente de sus propios deseos y necesidades, a las
que siguen inescrupulosamente. Las personas Nigredo son dominadas por
patrones emocionales simples que dominan su capacidad cognoscitiva.
Todas las personas pueden ser confinadas a la fase Nigredo por cierto
tiempo. Entonces todo parece detenido y endurecido, nada se mueve y se
percibe una sensación de sofocación. Aparecen las “enfermedades de
endurecimiento”, como la rigidez de los miembros, la “artereosclorosis”
y otras enfermedades sedimentarias. Una transformación alquímica
interna permanente se inicia por medio de la intensificación del fuego,
del azufre, de la transformación de las emociones y del fortalecimiento
de la “cualidad del corazón”. Con la ayuda de esencias alquímicas como
la perla, el oro, la plata y la esmeralda se puede sustentar
especialmente un cambio. La esencia de la perla, la que fue altamente
estimada por Paracelso y considerada como el segundo elixir en
importancia después del oro, incrementa un contacto más fuerte con las
propias emociones y la esmeralda fortalece las cualidades más elevadas
del corazón. El oro restablece la energía vital y la plata nutre al
alma con cuidado maternal y seguridad. Para aquellos que no pueden
encontrar la salida a un dilema y a la rutina diaria, son de ayuda las
esencias de diamante y de amatista. Las esencias de oro, zafiro y
hierro otorgan la fortaleza necesaria y el coraje para tomar un nuevo
camino.
Albedo, ‘blancura’
En la ilustración de Gichtel se da una indicación de la forma en que
los planetas pueden actuar positivamente y de cómo los vicios pueden
transformarse en virtudes: es la espiral marcada que conecta todos los
“sellos de los chakras”, alternando entre la cúspide y la base. En esta
nueva secuencia se muestra la forma de salir de la “negrura” hacia el
camino de Albedo. Dependiendo de si se considera al corazón o a la
corteza como el origen, esa nueva secuencia del planeta se refiere al
“sendero del corazón” o el “sendero del místico” respectivamente. Sin
embargo, estas resonancias planetas-chakras son sólo una etapa
intermedia purificadora y superadora, venciendo la rigidez de Nigredo
en su sendero hacia el nivel más alto de transformación, la vibración
de Rubedo.
La personalidad de Albedo:
Cuando dominan las fuerzas Albedo de los planetas, se exaltan
fácilmente las emociones. Sin embargo, la persona trata de aumentar la
autorreflexión y su estado de atención. No obstante su sexualidad es
siempre contradictoria al desarrollo de una forma superior del amor
(esto no significa que deberá evitar el sexo). A semejanza de cómo las
sustancias se destilan y purifican en un laboratorio, el hombre es
purificado por el “fuego” y el “agua” de las emociones. Durante el
desarrollo de las cualidades superiores del corazón el siempre hará una
elección mejor entre “la luz y la oscuridad” y formará su carácter y
las cualidades de su consciencia. Se disuelven miedos, traumas y
bloqueos y fluirá la energía en su totalidad dentro de los chakras con
toda su fuerza.
En esta fase, tanto la “escencia del corazón”, la esmeralda, como
las esencias de oro y plata, son los mejores ayudantes en relación a
las dos mezclas de rescate de los siete metales y las nueve gemas. Aquí
es donde la esencia de perla ayuda a reconocer los miedos todavía
ocultos. Además, el diamante, la amatista, el circonio y el vitriolo,
muestran el camino de acceso a los niveles espirituales superiores.
Rubedo, ‘rojez’
Esta tercera secuencia de los siete planetas está codificada por los
alquimistas en una figura geométrica determinada: la “Estrella Vitriol
de Siete Puntas”. Ya se hizo referencia a ella en la última publicación
en conexión con la estrella geomántica de siete puntas de los templos
en Francia, la “línea del Grial” y del sistema energético extensivo de
la Tierra.1
En el la Estrella Vitriol de Siete Puntas también está codificada la
secuencia planetaria de Nigredo. El orden planetario se corresponde con
una conexión circular de los siete rayos planetarios. La secuencia
Albedo conecta en forma de zigzag, en la cúspide, a los planetas de la
estrella de siete puntas con el rayo del Sol y así con la línea del
Grial (vea el número anterior). Resulta entonces la secuencia Rubedo,
si se sigue los rayos de la estrella a través de su centro hasta el
rayo opuesto –esto es desde Saturno a Venus y vía Júpiter, Mercurio,
Marte y la Luna hasta el Sol– comparables a las líneas de un pentágono,
en vez de la circunvalación a través de los bordes de una estrella de
cinco puntas.
En el nivel Rubedo el chakra base vibra en resonancia con la más
alta vibración del Sol, el chakra esplénico con la Luna, el plexo solar
con Marte, el chakra cardíaco con Mercurio, el chakra laríngeo con
Júpiter, el chakra del entrecejo con la vibración mercurial de Venus y
el chakra coronario con la vibración más alta de Saturno. La curación
alquímica acontece cuando los chakras comienzan a resonar con la más
alta vibración.
La personalidad de Rubedo:
Cuando domina en nosotros la vibración de Rubedo en relación con los
planetas, poseemos la capacidad distintiva de la autoobservación y la
autorreflexión. Nuestro desarrollo espiritual se transforma en una
necesidad interna. Una persona Rubedo reconoce que su cuerpo representa
un “laboratorio” cósmico, por medio del cual él es capaz de aprender y
de experimentar con su mente. El mismo está en la posición de completar
la creación y de guiar su organismo a la mayor amplificación
vibracional posible.
El objetivo es ahora preservar el estado Rubedo así como el flujo
permanente de la vida diaria. El alcanzar un estado tal por primera vez
no es garantía de permanecer en esta elevada armonía y nivel
energético. Existen muchos registros de “maestros caídos”. Aquí es de
ayuda la aplicación rítmica de la esencia respectiva, que cambia
diariamente. Cada día de la semana está gobernado por un planeta que
actúa como “regente”, lo que significa que la energía de ese planeta en
ese día nos domina y afecta mayormente. Este conocimiento muy antiguo
se preserva en los nombres de los días de la semana y en las
divinidades planetarias (ver la tabla). Desde tiempos remotos son
asignados a cada planeta un metal y una gema principal (así como una
planta en particular) y precisamente esas esencias son aplicadas en
cada uno de los días respectivos. De este modo el sistema energético
está armonizado óptimamente con el nivel más alto de vibración de los
planetas y el hombre vibra en el ritmo natural de la energía vital de
nuestro planeta: los domingos el chakra de base se activa más
intensamente; los martes el segundo chakra, y así sucesivamente día a
día hasta llegar al chakra coronario los sábados.
El próximo artículo se referirá al hecho de que estas influencias
planetarias no son en absoluto ideas alegóricas de los alquimistas,
sino que éstas pueden ser comprobadas hoy en día por medio de
instrumentos de medición y de que la energía planetaria influencia de
hecho a ciertos metales y órganos.
1 ver núm.11 de Paracelsus – Health & Healing.
Referencias :
Ulrich Arndt, Schätze der Alchemie: Edelstein-Essenzen, und
Metall-Essenzen, ambos editados por la editorial alemana
Hans-Nietsch-Verlag“, Friburgo (Alemania)
Informes sobre las pruebas de las Esencias de Paracelso: www.life-testinstitut.de und www.edelstein-essenzen.de
En
la fórmula VITRIOL las diferentes resonancias planetarias de los
chakras se encuentran codificadas en los tres niveles energéticos de
Nigredo, Albedo y Rubedo.
La Doctrina de los Chakras en la Alquimia
Chakra | Nigredo | Albedo I Sendero del místico | Albedo II Sendero del corazón | Rubedo | Día de la Semana | Esencia de Paracelso |
8. Chakra | | | | Rahu | (relacionado con el sábado) | Circonio |
7. Chakra Coronario | Saturno | Saturno | Sol | Saturno | Sábado = día de Saturno (como víspera del domingo o “tarde del sol” marca el día sagrado antes del domingo, que es el comienzo de la semana) | Amatista, Vitriolo |
6. Chakra del Entrecejo | Júpiter | Luna | Venus | Venus | Viernes = día de Venus. (alemán Freitag = día de Freya, la diosa germánica del amor, que corresponde a la diosa romana del planeta Venus) | Diamante, Cobre |
5. Chakra Laríngeo | Marte | Jupiter | Marte | Jupiter | Jueves = día de Júpiter; (alemán Donnerstag = día de Donar, correspondencia germánica de Júpiter) | Zafiro, Peltre |
4. Chakra del Corazón | Sol | Mercurio | Mercurio | Mercurio | Miércoles = día original de Mercurio (francés mercredi, alemán Mittwoch = la mitad de la semana), que comienza el domingo, no el lunes. De esta forma su planeta Mercurio también marca el centro de la secuencia de los chakras: el centro mediador del corazón. | Esmeralda, Zinc |
3. Chakra del Plexo Solar | Venus | Marte | Júpiter | Marte | Martes = día de Marte. (Zius es la correspondencia germánica de Marte; francés mardi) | Topacio amarillo, Hierro |
2. Chakra Esplénico/ Sexual | Mercurio | Venus | Luna | Luna | Lunes = día de la Luna | Perla, Plata |
1. Chakra de Base | Luna | Sol | Saturno | Sol | Domingo = día del Sol | Rubí, Oro |
Chakras de los pies | | | | Ketu | (relativo al domingo) | Crisoberilio |
Las tres fases de desarrollo: Nigredo, Albedo y Rubedo y la asignación de cada planeta a los chakras. Las esencias de Paracelso están armonizadas en resonancia con el más alto nivel energético de los chakras: el nivel de Rubedo y ayudan a alcanzar y mantener este nivel. Del libro Schätze der Alchemie: Metall-Essenzen, Hans-Nietsch-Verlag, Friburgo (Alemania). |
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Re: LOS CHACRAS EN LA ALQUIMIA.PARACELSO
UN ABRAZO, TU SI ERES GENIAL.
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