EL INTERRUPTOR PARA CREAR LA REALIDAD, LA DIMETILTRIPTAMINA

¡Oh, Dios mío! ¿Cómo es, en este pobre y viejo mundo, que, siendo Tú tan
grande, nadie te encuentre; que, llamando Tú con voz tan fuerte, nadie te
oiga; que, estando Tú tan próximo, nadie te sienta; que, dándote Tú a
todos, nadie sepa Tu nombre? Los hombres huyen de Ti y dicen que no
pueden hallarte; vuelven la espalda y dicen que no pueden verte;
tápanse los oídos y dicen que no pueden oírte.
Hans Denk

Cogen al gatuno y lo meten en una caja.

Le enchufan a la caja una bombona que suelta un gas, este es inocuo, a no ser que un átomo de un elemento químico que no me acuerdo como se llama y que resulta que es inestable se vuelva radioactivo. El átomo se vuelve radioactivo cuando le sale de las narices, o sea hay tantas posibilidades de que lo haga, como que no. Pero si lo hace el gato palma.

Así, que tenemos el gato, el gas y el átomo.

¿Está el gato vivo o muerto?

No se puede saber hasta que abras la caja.

Aquí y ahora el gato puede estar vivo o muerto.

Como los físicos cuánticos se han dado cuenta que el observador detremina el experimento, el gato estará vivo o muerto dependiendo de quién abra la caja y sus expectaciones.

Osea si abres la caja tu puede que este vivo, pero si la abro yo puede que este muerto.

O si la iba a abrir yo iba a estar muerto, pero en el último momento la abre otro y está vivo.

La lógica diría, el gato o está vivo o muerto, pues no, el gato está en realidad las dos cosas.

¿Es tal cosa verdad. es tal cosa mentira? Pues según esto, quizá lo determines tu con tus expectativas, pensamientos, miedos, emociones, prejuicios etc