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Coltán: El oro azul.
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henry88
david_kether
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Coltán: El oro azul.
Coltán: El oro azul: El gran avance que la tecnología ha experimentado en los últimos años va ligado a un mineral que para muchos es considerado el oro azul. Las grandes multinacionales tratan de acaparar las minas africanas de donde se extrae este preciado material mientras cientos de personas pierden la vida al tratar de hacerse con él. Muertes, especulación, sobornos y explotación están detrás de un componente presente en teléfonos móviles, plasmas u ordenadores. El escritor Alberto Vázquez Figueroa dará las claves de un oscuro asunto tapado por las grandes potencias.
4 Vídeos.
Reproducir todos.
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Re: Coltán: El oro azul.
Ese es el documental que enlacé el otro día en otra parte del foro. Creo que es una de las cosas que mejor se han tapado en los medios de comunicación y de los mayores horrores cometidos por el ser humano. Lo más triste es en mi opinión darte cuenta de que gran parte de la tecnología que usamos hoy en día existe gracias a la muerte de cientos y miles de personas. Como dice al final el escritor... estamos locos... o no estamos locos ?
Un saludo.
Un saludo.
henry88- Cantidad de envíos : 1642
Nivel de Aportación : 2036
Fecha de inscripción : 06/04/2009
Re: Coltán: El oro azul.
pongo estos videos kether que se ven y oyen mejor. no sabia (o recordaba) lo del coltan.
y coincidiendo con el ultimo programa de salfate,
que se ve que tambien se ha enterado ahora del tema del COLTAN
y coincidiendo con el ultimo programa de salfate,
que se ve que tambien se ha enterado ahora del tema del COLTAN
Re: Coltán: El oro azul.
COLTÁN: CONTINÚA EL GENOCIDIO EN EL CONGO • Enero 26, 2009
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http://elproyectomatriz.wordpress.com/2009/01/26/coltan-continua-el-genocidio-en-el-congo/
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¿SANGRE EN MI MÓVIL? III • Noviembre 2, 2007
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http://elproyectomatriz.wordpress.com/2007/11/02/%c2%bfsangre-en-mi-movil-iii/
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¿SANGRE EN MI MÓVIL? II • Octubre 18, 2007
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http://elproyectomatriz.wordpress.com/2007/10/18/%c2%bfsangre-en-mi-movil-ii/
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¿SANGRE EN MI MÓVIL? I • Octubre 15, 2007
http://elproyectomatriz.wordpress.com/2007/10/15/%c2%bfsangre-en-mi-movil-i/
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http://elproyectomatriz.wordpress.com/2009/01/26/coltan-continua-el-genocidio-en-el-congo/
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¿SANGRE EN MI MÓVIL? III • Noviembre 2, 2007
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http://elproyectomatriz.wordpress.com/2007/11/02/%c2%bfsangre-en-mi-movil-iii/
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¿SANGRE EN MI MÓVIL? II • Octubre 18, 2007
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http://elproyectomatriz.wordpress.com/2007/10/18/%c2%bfsangre-en-mi-movil-ii/
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¿SANGRE EN MI MÓVIL? I • Octubre 15, 2007
http://elproyectomatriz.wordpress.com/2007/10/15/%c2%bfsangre-en-mi-movil-i/
1789now- Cantidad de envíos : 926
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Fecha de inscripción : 21/07/2009
Conflicto Republica Democratica del Congo (Tutsis Vs Hutus) --> Coltan (Electronica)
Desplazados camino de la ciudad de Goma para huir de los combates.
Las tropas rebeldes causan el pánico en RDC y el Ejército y las tropas de paz se repliegan
NAIROBI | GOMA.- Las tropas de general rebelde tutsi Laurent Nkunda siguen avanzado en el este de la República Democrática del Congo (RDC) en dirección a Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, según informa la emisora británica BBC, que señala además que las tropas del gobierno se han replegado a sus posiciones en Kibumba.
El Congreso Nacional para la Defensa del pueblo (CNDP) del rebelde Nkunda acusa al Ejército del Congo de colaborar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), que incluye las milicias hutu y ex soldados ruandeses responsables de orquestar el genocidio de tutsis y hutus moderados en Ruanda en 1994.
El responsable de las operaciones del Ejército congoleño en Kivu Norte, el coronel Delphin Kahimbi, dijo en declaraciones recogidas por REUTERS que "la situación es muy seria. No va a pasar mucho tiempo antes de que nos vayamos de aquí". Explicó que los rebeldes tutsis van "fuertemente armados".
"Hay pánico total en la ciudad [Goma], los ataques se producen ya a unos cinco kilómetros, afirmó el administrador local, Dominique Bofondo.
Un portavoz de la ONU, Evo Brandau, ha confirmado que las fuerzas de paz han tenido que huir y evacuar a unos 50 extranjeros y cooperantes que se encontraban en Rutshuru. "El Ejército no puede garantizar la seguridad", añadió.
Un cooperante de Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo a REUTERS que su personal en Rutshuru podÍa escuchar explosiones desde su sede en el principal hospital de la ciudad, a primera hora del martes. "En Rutshuru la población huye hacia el norte. Hemos oído que hay una evacuación, pero por el momento no tenemos planes de marcharnos", dijo Axelle de la Motte Saint-Pierre, vicedirectora de la misión de MSF Kivu Norte.
Los refugiados huyen de nuevo
La presión de los rebeldes ha hecho que, según estimaciones de la ONU, más de 20.000 personas hayan huido desde la reanudación de los fuertes combates a principios de agosto. En concreto, el lunes, un ingente número de congoleños de los campamentos de refugiados de la región y se encaminaron hacia Goma ?a unos 30 kilómetros de distancia desde los asentamientos? donde esperan poder guarecerse de los combates.
El acuerdo de paz suscrito a principios de enero se ha ido infringiendo durante estos meses de forma reiterada. La situación es muy delicada. Precisamente este lunes, el jefe de la misión de los 'cascos azules' (MONUC), de nacionalidad española, anunció su dimisión. Vicente Díaz de Villegas y Herrería llevaba apenas tres meses en el cargo. Un portavoz de la ONU aseguró que su salida se debía a "razones personales".
Sin embargo, una fuente diplomática en Kinshasa, que pidió que no se revelara su identidad, dijo a Efe que el general considera que "la ONU no tiene los medios para enfrentarse a un claro deterioro de la situación en el este de la RDC".
Abandono internacional
La organización humanitaria Refugees International ha exigido al Consejo de Seguridad de la ONU que dote a las tropas de la MONUC de un mandato y de recursos para poder proteger a los civiles en el este del país africano. Una portavoz de la organización dijo que la comunidad internacional está dejando en la estacada a las tropas de paz.
Tiran piedras contra un vehículo de la ONU a 12 km de Goma. (Foto: AP)
Cabe destacar que este martes, grupos rebeldes atacaron un convoy de 'cascos azules' de la ONU a unos 17 kilómetros de Goma, cuando protegían la evacuación de miles de desplazados, según informó una fuente de la Misión de Naciones Unidas en este país.
A las tropas del gobierno las acusa de manipular de tal forma las circunstancias sobre el terreno que los cascos azules tienen que librar batallas para el Ejército congolés.
El comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, saldrá este miércoles en una "visita de urgencia" a RDC para evaluar las necesidades provocadas por los combates, según dijo un portavoz de su equipo.
Fuente: Web
Kamus- Cantidad de envíos : 3536
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Re: Coltán: El oro azul.
Miles de desplazados deambulan por el este del Congo sin recibir ayudas
Goma (Congo), 6 nov (EFE).- Decenas de miles de desplazados por la violencia deambulan por el este de la República Democrática del Congo (RDC) sin poder recibir ayuda humanitaria, ya que sus poblados y campamentos se encuentran ocupados o han sido destruidos por militares y grupos armados.
El pueblo de Kiwanja, donde hasta el martes pasado vivían unas 12.000 personas, quedó desierto y en su calles sólo se veían dos vehículos blindados de la Misión de Naciones Unidas en el Congo (MONUC) y guerrilleros tutsis del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), que controlan la zona.
Los rebeldes del CNDP habían recuperado hoy Kiwanja, tras dos días de combates con milicianos locales mai-mai, aliados del Gobierno de Kinshasa.
Kiwanja se encuentra cerca de la ciudad de Rutshuru, en el norte de la provincia de Kivu Norte, ocupada en su mayor parte por el CNDP, encabezado por Laurent Nkunda, en una ofensiva iniciada por los rebeldes hace dos semanas y que pararon al declarar un alto el fuego el 29 de octubre a las puertas de Goma, la capital provincial.
Según el jefe de los rebeldes en la zona de Kiwanja, el "capitán Idriss", en los combates cayeron medio centenar de milicianos mai-mai, sin que hubiera más víctimas, pero un oficial de la MONUC, que pidió el anonimato, señaló que los muertos en los dos días pasados fuero al menos 180, la mayoría civiles.
Los vecinos de la localidad admiten que hubo "muchos muertos", sin más detalles, y uno de ellos, Jean Paul Kitaki, dijo a Efe que tanto los mai-mai como los del CNDP "dispararon y mataron" a civiles, por lo que la población ha huido y no quiere regresar, pese a que el "capitán Idriss" les asegura que los combates han terminado.
Cientos de desplazados se agolpaban hoy frente a la base de la MONUC que hay en las afueras de Kiwanja o circulan por la carretera que va Rutshuru, en busca de refugio y ayuda.
Pero en Rutshuru, la asistencia es escasa y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha señalado que los campos de desplazados situados en los alrededores se encuentran destruidos.
Desde que se reanudaron las hostilidades en el este de la RDC en agosto pasado, unas 250.000 personas se han visto desplazadas de sus casas en la zona, 100.000 de ellas durante la ofensiva del CNDP de las dos últimas semanas.
De los alrededor de seis millones de habitantes que hay en la provincia congoleña de Kivu Norte, se calcula que una quinta parte, unos 1.200.000, viven desplazados y en una situación desesperada, que se ha agravado en estas últimas semanas.
Amnistía Internacional (AI) hizo público hoy un comunicado en el que reitera que "la situación en la RDC sigue al borde de la catástrofe humanitaria" y señala que, mientras se consigue una solución definitiva, se debe reforzar a la MONUC para proteger a los civiles.
AI recalca que se debe reforzar la MONUC con las tropas y los servicios necesarios para dar una "protección efectiva" a los civiles de los ataques de grupos armados, garantizar las operaciones humanitarias y hacer respetar el embargo de armas internacional a la RDC.
Con sus rebeldes a siete kilómetros de Goma y tras haber declarado el alto el fuego la semana pasada, Nkunda ha reclamado unas negociaciones directas con el Gobierno de Kinshasa, que encabeza el presidente Joseph Kabila.
El Gobierno se ha negado a negociar directamente con Nkunda, que ha amenazado con llevar la guerra hasta Kinshasa y derrocar al régimen de Kabila, quien ha afirmado que sólo conversará en el marco de los acuerdos de paz firmados en noviembre y enero pasados.
Por su parte, los "cascos azules" de la MONUC en Goma, han recibido la orden de "abrir fuego", si cualquier grupo armado trata de ocupar la ciudad, según declaró a los periodistas Alain Le Roy, subsecretario general de la ONU para Operaciones de Paz.
"Deben abrir fuego si grupos armados, quienes quiera que sean, intentan entrar en Goma", dijo Le Roy en la misma ciudad, de la que gran parte de sus habitantes huyeron hace diez días.
Tanto Le Roy como los responsables de la MONUC han establecido un refuerzo en el este del Congo de los efectivos de la Misión, que cuenta con 18.500 personas, de las que 17.000 son militares y es la mayor desplegada por la ONU en el mundo.
Por otro lado, mañana se celebrará en Nairobi una cumbre para estudiar la situación del este del Congo, en la que se espera al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, los presidentes de la RDC, Joseph Kabila, y Ruanda, George Kagame, junto a otros gobernantes africanos y representantes de la Unión Africana, la Unión Europea y Estados Unidos.
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Re: Coltán: El oro azul.
Fuertes combates al norte de Goma ponen en desbandada a 60.000 desplazados congoleños
Una columna del Ejército congoleño, formada por menos de un centenar de soldados, ha tomado posiciones defensivas en una colina a unos cuatro kilómetros al norte de Goma, donde los enfrentamientos con tropas rebeldes al mando del líder tutsi, Laurent Nkunda, han generado esta mañana una ola de pánico entre los más de 60.000 desplazados concentrados en torno a la localidad de Kivati. Las fuerzas gubernamentales han utilizado fuego de mortero, lanzagranadas y armas automáticas para hacer frente al avance de los hombres del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), que rompen así el alto el fuego declarado la semana pasada. Los combates han interrumpido la distribución de alimentos y el trabajo de las agencias humanitarias, como ha denunciado, en un comunicado de urgencia emitido en Ginebra, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Los enfrentamientos se han producido a escasos metros de la improvisada zona de acogida a más de 60.000 civiles que huían de los combates de la última semana, una región de tierras volcánicas donde la idea de un campo de refugiados como tal es por ahora un lujo inalcanzable para los atemorizados congoleños y las agencias humanitarias que intentan atenderlos. No existen aún datos de bajas, pero la carretera que conduce a Goma se ha vuelto a inundar con civiles que buscan refugio en esta ciudad, que ya acogió a cientos de miles de refugiados en 1994 que huían del genocidio ruandés.
La ONU ha cifrado en 253.000 los desplazados internos que ha generado la última crisis congoleña, que se suman a los 800.000 refugiados provocados por los conflictos superpuestos que han castigado a este gigante africano en los últimos 15 años. Esta “tercera guerra” devuelve al país al clima de violencia provocado por la guerra civil de 1998-2003, y que siguió al conflicto que provocó en el Congo en 1996-1997 el genocidio ruandés de 1994.
Oficiales de la misión de la ONU (Monuc) han denunciado –aunque no se haya podido confirmar hasta el momento- que tropas angoleñas están combatiendo junto a las fuerzas del Gobierno. Angola es la principal potencia militar de la zona, y desempeñó un papel muy activo en el conflicto interno de 1998. El temor a una internacionalización del conflicto ocupará la cumbre que preside hoy en Nairobi (Kenia) el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, auspiciada por la ONU y la Unión Africana.
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Re: Coltán: El oro azul.
Kibati: hambre y penuria bajo las hojas de bananera
de noviembre.- Me pasó hace unos días, nada más llegar al campo de desplazados de Kibati, en la República Democrática del Congo. Estaba sentada con un teléfono pegado a mi oído, hablando con la BBC. Debía estar bastante fuera de lugar porque empecé a atraer la atención de la gente. En primer lugar, de unos cuantos niños, luego de las mujeres y a continuación – ¡uf¡-, una multitud de más de 40 personas se encontraba en círculo a mi alrededor sonriendo.
No recuerdo cuál fue exactamente la pregunta de la BBC o qué les respondí, pero sé que de alguna manera motivé sus risitas, que continuaron entre la multitud y yo cuando terminé de hablar. En un punto estoy de acuerdo con la gente de Kibati: ¡debo ser una visita muy rara!.
Es un poco extraño estar haciendo entrevistas con los medios de comunicación en medio de un campo. Si se supone que estoy ayudando, reuniendo y aprendiendo de estas personas, ¿realmente debo contestar las llamadas externas? ¿No es un poco grosero? Después de una charla con mi jefe, he puesto freno a mi sensibilidad inglesa. Yo sólo necesitaba hacer saber a la gente cómo es la vida en el campo. Y, seguramente, difundir ese mensaje es lo mejor que puedo hacer.
Alrededor de 5,4 millones de personas han muerto en el Congo durante los 10 años de la guerra -el equivalente a toda la población de Dinamarca-. Durante demasiado tiempo, este conflicto se ha cocido a fuego lento y ha pasado inadvertido. Me alegra que ahora el mundo le esté prestando atención, pero hubiera deseado que lo hubiese hecho antes.
Las 7.000 personas en el campamento de Kibati tienen hambre y necesitan urgentemente mejoras en el abastecimiento de agua y saneamiento. Los baños están sucios y no hay drenaje, algo realmente necesario en la tierra volcánica impermeable de Goma. Sin él los charcos de agua estancada se acumularán y pondrán a las personas en situación de riesgo de enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y la disentería.
Los charcos son también un foco de procreación para los mosquitos portadores de la malaria. Esta es la razón por la que Oxfam Internacional está empezando a trabajar en este campo. Nuestro objetivo es mejorar el sistema de saneamiento.
El campamento de Kibati se encuentra en la frontera con Ruanda. Si la violencia en Congo aumenta de nuevo de manera repentina, estas personas tendrán que recoger sus pertenencias, llevarse a sus hijos y huir. Demasiado cerca del territorio rebelde y rodeados por la intimidante presencia de soldados del gobierno, no es de extrañar que mucha gente me dijera que su abrumadora necesidad era la seguridad.
Ellos están hartos de vivir bajo tiendas hechas de hojas de bananera y lona , de esconderse en los bosques cada vez que los combates aprietan. Quieren regresar a sus hogares. No es seguro lo que encontrarán allí, pero están desesperados por retomar una vida normal, una vida estable. Prefieren cultivar los campos a estar pendientes de recibir las galletas energéticas del Programa Mundial de Alimentos.
Por esta razón duplicaremos nuestra respuesta de emergencia para llegar a más de 200.000 personas y ayudar a su supervivencia inmediata. Oxfam también trabaja para aumentar la presión diplomática. Tenemos que encontrar un fin sostenible a la violencia que ha asolado Congo durante tanto tiempo. Tal vez no sea una tarea fácil, pero le debemos al pueblo del campo de Kibati seguir intentándolo.
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Re: Coltán: El oro azul.
Miles de habitantes del este del Congo huyeron a causa de la violencia y deambulan en busca de ayudas para sobrevivir.
El Congo al borde de la guerra
GOMA - Los rebeldes tutsis del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) consideran que, con el refuerzo de las tropas gubernamentales en la ciudad de Goma, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), "se están dando las condiciones para la guerra", dijo a la Agencia Española de Noticias (Efe) su portavoz.
Listos para disparar
Bertrand Bisimwa, portavoz del CNDP, señaló que las fuerzas de la guerrilla que encabeza Laurent Nkunda mantienen sus posiciones a las puertas de Goma, la capital de Kivu Norte, donde declararon un alto el fuego el pasado 29 de octubre, tras haber ocupado buena parte de esa provincia oriental.
Según el portavoz rebelde, el CNDP "mantiene el alto el fuego y las mismas fuerzas que tenía en los alrededores de Goma, donde no ha enviado refuerzos, pero está listo para hacerlo" si el Gobierno de Kinshasa, que preside Joseph Kabila, sigue mandando tropas.
"Nosotros habíamos pedido a la MONUC (Misión de la ONU para el Congo) que no dejara entrar a los militares (de las Fuerzas Armadas de la RDC) en Goma, pero lo ha hecho y han llegado más", recalcó Bisimwa.
Por este motivo, reiteró, "se están dando las condiciones para la guerra", que Nkunda ha afirmado que llevará hasta Kinshasa para derrocar al régimen de Kabila, si este no accede a establecer las negociaciones directas que él ha solicitado.
Acusaciones mutuas
Nkunda acusa a Kabila, entre otras cosas, de no proteger a la minoría tutsi de la RDC y permitir la presencia en territorio del país de guerrilleros hutus ruandeses, a los que se relaciona con el genocidio de Ruanda de 1994, en el que en 100 días se calcula que fueron asesinados 800 mil tutsis y hutus moderados.
Por su parte, los "cascos azules" de la MONUC han recibido en Goma la orden de abrir fuego contra los rebeldes si intentan ocupar la ciudad, según el subsecretario general de las Naciones Unidas para Operaciones de Paz, Alain Le Roy.
Le Roy dijo el miércoles en la capital de Kivu Norte, abandonada por gran parte de su población ante el acoso de los rebeldes, que los soldados de la UNU "deben abrir fuego", en el caso de que "grupos armados, quienes quiera que sean, intentan entrar en Goma".
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Coltan (Electronica) --> Guerra en el Congo
Cómo avivamos la guerra más sangrienta de África
Lo que se menciona en muy escasas ocasiones es el gran atraco mundial a los recursos del Congo.
La guerra más sangrienta desde que Adolf Hitler marchara sobre Europa ha comenzado de nuevo y es casi seguro que usted lleva en el bolsillo un trozo empapado en la sangre de dicha matanza. Cuando analizamos el holocausto en el Congo, con 5,4 millones de muertos, surgen en tropel los manidos clichés sobre África: se trata de un «conflicto tribal» en «el corazón de las tinieblas». No lo es. La investigación de Naciones Unidas halló que se trataba de una guerra dirigida por «ejércitos de empresas» para hacerse con los apreciados metales preciosos de la sociedad de nuestro siglo XXI. La guerra en el Congo es una guerra en la que usted está implicado.
Cada día pienso en las personas que conocí en las zonas de guerra del este del Congo cuando enviaba mis reportajes desde allí: las salas llenas de mujeres que habían sufrido violaciones en grupo a manos de las milicias y habían recibido disparos en la vagina, los batallones de niños soldados, muchachos de 13 años drogados y aturdidos a quienes habían obligado a asesinar a miembros de sus propias familias para que no pudieran intentar escapar y volver a casa... Pero, curiosamente, mientras veía en la CNN cómo volvía a comenzar la guerra, me sorprendí pensando en una mujer que conocí y que, para lo que ocurre en el Congo, no había sufrido demasiado.
Un día regresaba a Goma en coche desde una mina de diamantes cuando se me pinchó un neumático. Mientras esperaba que lo arreglaran, me quedé en pie al lado de la carretera y contemplé las largas filas de mujeres que recorren los caminos al este del Congo con todas sus posesiones a la espalda en bultos grandes y pesados. Paré a una mujer de 27 años, llamada Marie-Jean Bisimwa, que llevaba cuatro niños pequeños caminando a su lado. Me dijo que tenía suerte. Sí, habían quemado su pueblo. Sí, había perdido a su marido en medio del caos. Sí, habían violado a su hermana, que se había vuelto loca. Pero ella y sus hijos estaban vivos.
La llevé en coche y sólo tras unas horas de charla por las carreteras llenas de baches me di cuenta de que a los hijos de Marie-Jean les pasaba algo raro: estaban acurrucados, con la mirada fija al frente, no miraban a su alrededor ni hablaban ni sonreían. «Nunca he podido darles bien de comer», explicó. «A causa de la guerra».
Sus cerebros no se habían desarrollado, ya nunca lo harían. «¿Se pondrán mejor?», preguntó. La dejé en un pueblo a las afueras de Goma y sus hijos bajaron tambaleándose tras ella, sin rastro de expresión.
Hay dos historias sobre el comienzo de esta guerra: la oficial y la verdadera. La oficial cuenta que, tras el genocidio en Ruanda, los asesinos en masa de la tribu hutu cruzaron huyendo la frontera y entraron en el Congo y el gobierno de Ruanda los persiguió. Pero es mentira. ¿Cómo lo sabemos? El gobierno de Ruanda no siguió a los genocidas hutus, al menos no al principio; fueron a los lugares donde se encontraban los recursos naturales del país y comenzaron el saqueo. Incluso dijeron a sus tropas que colaboraran con todo hutu que se encontrasen. Congo es el país más rico del mundo en oro, diamantes, coltán, casiterita y muchos otros, y todos querían una parte del pastel, así que otros seis países lo invadieron.
Estos recursos no se robaron para su uso en África, sino para poder vendérnoslos a nosotros. Cuanto más comprábamos, más robaban (y mataban) los invasores. El auge de los teléfonos móviles causó un aumento espectacular en las muertes, porque el coltán que contienen se halla principalmente en el Congo. La ONU señaló a las empresas internacionales que creía implicadas. Anglo-America, Standard Chartered Bank, De Beers y más de otras cien (todas niegan las acusaciones). Pero, en lugar de poner freno a estas corporaciones, nuestros gobiernos exigieron a la ONU que dejara de criticarlas.
En ocasiones la lucha decayó. En 2003, la ONU consiguió por fin la firma de un acuerdo de paz y los ejércitos internacionales se retiraron. Muchos continuaron su labor por medio de milicias afines, pero la carnicería se redujo en cierta medida. Hasta ahora. Como con la primera guerra, hay una historia que ocupa las portadas y una verdad. Un líder de una milicia congoleña, llamado Laurent Nkunda, apoyado por Ruanda, afirma que necesita proteger a la población tutsi de los mismos genocidas hutus que llevan ocultos en las selvas del este del Congo desde 1994. Ésta es la razón por la que está ocupando bases militares congoleñas y está listo para avanzar sobre Goma.
Es mentira. François Grignon, director para África del International Crisis Group, me cuenta la verdad: «Nkunda está recibiendo financiación de algunos empresarios de Ruanda para poder conservar el control de las minas de North Kivu. Éste es el núcleo absoluto del conflicto. Lo que estamos viendo ahora es a los beneficiarios de la economía ilegal de la guerra luchando por mantener su derecho a la explotación».
En este momento, los intereses comerciales de Ruanda obtienen una fortuna de las minas de las que se apoderaron ilegalmente durante la guerra. El precio mundial del coltán ha caído en picado, por lo que ahora se centran hambrientos sobre la casiterita, que se utiliza para la elaboración de latas y otros productos desechables. Cuando la guerra comenzó a decaer, cabía la posibilidad de que perdieran su control en favor del gobierno congoleño elegido, por lo que le han dado otro sangriento empujón.
Pero el debate sobre el Congo en Occidente, cuando se da, se centra en nuestra incapacidad de colocar una venda decente, sin mencionar que estamos causando la herida. Es verdad que los 17 000 soldados de la ONU en el país están fracasando estrepitosamente en la protección de la población civil y necesitan grandes refuerzos con urgencia, pero resulta incluso más importante dejar de impulsar la guerra en primer lugar, con nuestra compra de recursos naturales manchados de sangre. Nkunda sólo tiene armas y granadas para enfrentarse al ejército congoleño y a la ONU porque le compramos su botín: debemos acusar a las empresas que lo compran de inducción a crímenes contra la humanidad e introducir un impuesto mundial sobre el coltán para poder mantener unas tropas de mantenimiento de la paz más numerosas e importantes, para lo cual debemos preparar un sistema internacional que valore las vidas de los africanos más de lo que valora los beneficios.
En alguna parte, perdidos en el gran expolio de los recursos del Congo, se encuentran Marie-Jean y sus hijos, cojeando una vez más por la carretera, con todas sus posesiones a las espaldas. Probablemente nunca usen un teléfono móvil lleno de coltán, una lata de judías forjada con casiterita ni un collar de oro, pero puede que mueran por uno.
Sobre la autora
Mar Rodríguez y Manuel Talens son miembros de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora, al revisor y la fuente.
Fuente: Web
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El Congo y el Coltan
Coltan
El coltan o coltán es la abreviatura de columbita-tantalita, una serie de minerales formados por la mezcla de columbita [(Fe, Mn)Nb2O6] y tantalita [(Fe, Mn)Ta2O6] en cualquier proporción. Es de color metálico apagado. De él se extrae el metal tantalio, que presenta una gran resistencia al calor así como propiedades eléctricas.
El principal productor de coltan es la República Democrática del Congo con cerca del 80% de las reservas mundiales, si bien existen reservas probadas y/o en explotación en Brasil con el 5% de las reservas, Tailandia con otro 5% y Australia, esta última con el 10% de las reservas mundiales estimadas. Según informes de agencias internacionales y de prensa,[1] [2] la exportación de coltan ha ayudado a financiar a varios bandos de la Segunda Guerra del Congo, un conflicto que ha resultado con un balance aproximado de más de 5 millones de muertos[3] . Ruanda y Uganda están actualmente exportando coltan robado del Congo a occidente (principalmente a los Estados Unidos), en donde se utiliza casi exclusivamente en la fabricación de condensadores electrolíticos de tantalio. Es utilizado en casi la totalidad de dispositivos electrónicos: teléfonos móviles,GPS, televisiones de plasma, ordenadores portátiles, PDAs, MP3, MP4...
Producción y reservas
La principal producción del tántalo se lleva a cabo en Australia,[4] donde el mayor productor, Sons of Gwalia, opera dos yacimientos. Este mineral también se explota en Canadá, Brasil, China y en la República Democrática del Congo. También se produce en Tailandia y Malasia como subproducto de la minería y de la metalurgia del estaño.
La mayor cantidad de reservas se encuentra en las zonas orientales de la República Democrática del Congo. También se encuentra y a veces se produce en Etiopía, Nigeria, Zimbabwe, Mozambique, Namibia, Sudáfrica y Egipto.
Uso y demanda
Se trata de un recurso estratégico, imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados. El tántalo obtenido a partir del coltan se usa principalmente en la elaboración de componentes electrónicos conocidos como Condensador electrolítico de tántalo, un tipo bastante común de condensador presente en gran cantidad de dispositivos electrónicos, como en teléfonos móviles, ordenadores, pantallas de plasma o proyectos de alta tecnología como, por ejemplo, los satélites artificiales enviados al espacio.
Problemas
La República Democrática del Congo posee el 80% de las reservas mundiales estimadas de coltan, este mineral está considerado altamente estatégico y por ello se entiende que exista una guerra en el Congo desde 1998. Según las Naciones Unidas, el Ejército Patriótico Ruandés ha montado una estructura para supervisar la actividad minera en Congo y facilitar los contactos con los empresarios y clientes occidentales. Traslada el mineral a Ruanda donde es tratado antes de ser exportado. Los últimos destinatarios son EEUU, Alemania, Holanda, Bélgica y Kazajistán. Esta guerra, directamente relacionada con la explotación inmoral de este mineral, arroja un saldo de mas de 5,5 millones de victimas, lo que supone el mayor número de muertes desde la segunda guerra mundial. Ruanda y Uganda, han sido acusados en varios informes internacionales, del expolio y tráfico de estas riquezas minerales del Congo. Siendo varios paises occidentales los principales beneficiarios, la ayuda económica y militar continúa durante el conflicto. Se firmaron planes de apoyo y cooperación entre Estados Unidos y estos dos países, los cuales además de enriquecerse con el tráfico del mineral, vieron cómo parte de sus deudas externas fueron canceladas y se los consideró como modelos de desarrollo económico de la región. Entre las empresas más importantes con intereses en la región, ha sido mencionada la American Mineral Fields, en la que George Bush, padre del actual presidente americano, tiene notables intereses. Durante los años transcurridos hasta hoy han disputado la guerra dos bandos: de un lado Ruanda, Uganda y Burundí, apoyados por EEUU y los créditos del FMI y el Bando Mundial, y del otro lado Angola, Namibia, Zimbaue, Chad y las milicias hutu y Mai Mai. (REF - Alberto Vázquez Figueroa, enviado especial de La Vanguardia y TVE, autor de más de sesenta libros, ha sido testigo de guerras en Guinea, Chad, Congo; República Dominicana, Bolivia o Guatemala, Revista Geo Nº261)
La explotación del coltan, especialmente en Congo, ha ocasionado diversas polémicas sobre las posibles consecuencias a nivel social y ambiental. La explotación de este recurso ha alimentado conflictos armados entre facciones locales, apoyadas, en algunos casos, por gobiernos extranjeros como el de Uganda. Esto plantea un dilema moral similar al de la comercialización de diamantes de guerra. Otras preocupaciones derivadas de la extracción del coltán pasan por la explotación laboral de los trabajadores que participan en la misma o la destrucción de ecosistemas, pues los principales yacimientos coinciden con los hábitat de gorilas en peligro de extinción.
La ocupación ruandesa del este del Congo ha significado que la República Democrática del Congo haya sido incapaz de explotar este recurso en beneficio propio. Un informe reciente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha reportado que una gran cantidad de este mineral está siendo explotado de forma ilegal y trasladado de contrabando a través de las fronteras por milicias de las vecinas Uganda, Burundi y Ruanda. Se estima que el ejército ruandés ha tenido un beneficio de como poco 250 millones de dólares en unos 18 meses de venta de coltan. Sin embargo, estas estimaciones son difíciles, puesto que Ruanda tiene sus propios depóstios de coltan, haciendo que el mineral adquirido mediante el contrabando sea difícil de identificar.
El contrabando de coltan también se ha identificado como la mayor fuente de ingresos para la ocupación militar del Congo. Debido a la dificultad de distinguir entre la explotación legítima y la ilegítima, algunos fabricantes de aparatos electrónicos han decidido, por motivos éticos, dejar de lado esta zona del mundo como fuente de coltan, y dirigirse a otras fuentes.
Los tres países identificados por las Naciones Unidas como contrabandistas de coltan han negado estar involucrados. El periodista austriaco Klaus Werner ha documentado los vínculos entre compañías multinacionales y el tráfico ilegal de coltan.[5]
Incremento de precios y demanda cambiante
Ha habido una caída significativa en la producción y venta de coltan y niobio de las minas africanas desde que hubo un drástico incremento de precios en 2000, debido a la especulación en las llamadas empresas ".com" y los grandes pedidos. Esto está confirmado en parte por la cifras de la United States Geological Survey.[6] [7]
El Centro de Estudio Internacional del Tantalio-Niobio en Bélgica (un país con vínculos tradicionales con el Congo), ha recomendado a los compradores internacionales que eviten el coltan de la región del Congo por motivos éticos:
"Los países centro-africanos de la República Democrática del Congo y Ruanda y sus vecinos solían ser la fuente de tonelajes significativos. Pero la guerra civil, saqueando los parques nacionales y exportando los minerales, diamantes y otros recursos naturales para financiar las milicias ha obligado al Centro de Estudio Internacional del Tantalio-Niobio a hacer una llamada a sus miembros para que tengan cuidado de obtener las materias primas de fuentes legales. El daño, o el peligro de provocar un daño, a la población local, la vida animal salvaje o el medioambiente es inaceptable".[8]
Sin embargo, también se puede observar un cambio por motivos económicos en lugar de éticos, desde fuentes tradicionales como Australia, hacia nuevos proveedores como Egipto. Esto podría haber llevado a la bancarrota de uno de los proveedores más grandes del mundo, Australia's Sons of Gwalia Ltd., si bien la compañía continúa produciendo y exportando mineral.
A nivel económico, hay determinadas multinacionales que, como grandes compradoras de este mineral, no están interesadas en que los conflictos sociales derivados de la extracción del mineral salgan publicados en los medios de comunicación. Estos últimos, a su vez, se ven condicionados por el temor a perder los importantes ingresos publicitarios.
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Re: Coltán: El oro azul.
El número de desplazados por los conflictos fluctúa entre los 15 mil y los 250 mil, de acuerdo con versiones preliminares.
Congo fuera de control
KINSHASA - Soldados de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) son responsables de saqueos y agresiones contra la población civil de Kanyabayonga, localidad de la provincia oriental de Kivu Norte, según denunció el martes la Misión de la ONU en el país (MONUC).
Actos brutales
"Soldados de las FARDC han estado involucrados desde ayer (lunes) en saqueos y actos de brutalidad contra la población civil en el área de Kanyabayonga", situada a 110 kilómetros al norte de Goma, la capital provincial, dijo en rueda de prensa en Kinshasa el portavoz militar de la MONUC, teniente coronel Jean-Paul Dietrich.
Según Dietrich, los abusos cometidos por las tropas congoleñas, que robaron también automóviles y saquearon almacenes en Kanyabayonga, se han extendido ahora a Kaïna y Kirimba, otras dos localidades de la región, ubicadas en el territorio de Lubero, a 170 kilómetros de Goma.
El portavoz de la MONUC añadió que los ataques contra los civiles de Kanyabayonga se produjeron a raíz de una orden de repliegue de las FARDC hacia Nyanzala y Kikuku, que constituyen un nuevo frente a 40 kilómetros al sur de sus antiguas posiciones.
Disparan a todos
A finales de octubre, huyendo de los rebeldes de Nkunda, que habían llegado hasta las puertas de Goma, los soldados de las FARDC, infraequipados y mal pagados, ya cometieron numerosos robos en la ciudad, dejando varias víctimas.
"Las FARDC comenzaron a saquear la ciudad ayer (lunes) por la tarde y Kirumba desde esta mañana (martes). Disparan al aire hacia todos lados. Estoy huyendo con mi familia hacia el norte", explicó Anicet, enfermero del hospital de Kanyabayonga, contactado por teléfono en el momento en que dejaba la ciudad.
"El general que dirigía las tropas aquí se fue y los soldados están descontrolados", agregó.
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Re: Coltán: El oro azul.
La ayuda humanitaria de la ONU comienza a llegar con cuentagotas al este de Congo
La ONU ha logrado introducir un cargamento con ayuda humanitaria en la ciudad de Rutshuru, al este de la República Democrática del Congo, donde el Ejército se enfrenta a los rebeldes apoyados por la vecina Ruanda en un conflicto que ha dejado ya más de 250.000 desplazados desde agosto. Todas las partes implicadas en el conflicto -las fuerzas gubernamentales y los guerrilleros tutsis leales al rebelde Laurent Nkunda- han sido informados de la llegada de este cargamento, según informa la BBC, que cita fuentes de Naciones Unidas.
El martes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó un alto el fuego inmediato en el este del Congo para proporcionar ayuda urgente a unos 100.000 civiles. Pero lo cierto es que la ONU, que cuenta con 17.000 cascos azules sobre el terreno, se ha visto incapaz por el momento de frenar la violencia y de garantizar la distribución de ayuda a la población civil. Algunas ONG les acusan de ser parte del problema.
Corredores humanitarios
La misión de Naciones Unidas en el país, MONUC, ha solicitado sin éxito el envío de otros 3.000 efectivos a la zona porque considera que con los actuales no logra dar cobertura humanitaria a la población. Pero el Consejo de Seguridad le ha contestado desde Nueva York que no lo considera necesario hasta asegurarse de que la misión emplea los recursos que tiene de manera efectiva.
Mientras, la Oficina de Coordinación de Acción Humanitaria de la ONU (OCHA), en rueda de prensa desde Goma, capital de la provincia oriental de Kivu Norte, ha exigido este miércoles a los combatientes "acceso incondicional" de las organizaciones humanitarias a donde se encuentran los desplazados, para prestarles la asistencia que necesitan.
Diferentes zonas del país antes seguras para las operaciones humanitarias están ahora bajo control del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) del general renegado Laurent Nkunda, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
A pesar de sus promesas de abrir corredores humanitarios para los convoyes de ayuda, pocas agencias los juzgan lo suficientemente seguros para la distribución de suministros a las zonas más afectadas. Esta situación ha dejado a miles de personas atrapadas donde han huido, con poca comida, refugio o ayuda médica.
"Estamos trabajando tan duro como podemos para conseguir ayuda para todos aquellos que la necesitan", declaró el portavoz en Goma del Programa Mundial de Alimentos (PAM), Marcus Prior.
"Pero tenemos que ser muy cuidadosos sobre cómo trasladamos los alimentos, por un número determinado de razones, incluida la presencia de grupos armados que pueden elegir como objetivo a un convoy de alimentos que se desplaza con lentitud", añadió.
El pasado lunes, el PAM terminó la distribución de las raciones alimentarias para diez días a 135.000 personas en seis campamentos cercanos a Goma. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) también distribuyó durante cuatro días judías, maíz, aceite y sal a más de 65.000 personas que se encontraban en las zonas circunantes a Kibati.
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Re: Coltán: El oro azul.
Congo: ¿conflicto interno o intervención extranjera?; por Tony Busselen
La mayoría de los congoleños votó a Joseph Kabila, el actual presidente, durante las elecciones. El ejército congoleño está “en construcción” desde 2003 según un sistema de mezclas de las diferentes milicias que lucharon durante la guerra de 1998-2003. Esta mezcla ha sido impuesta por occidente y hace que la división y la corrupción sigan debilitando al ejército congoleño. Desde 1997 y bajo Laurent Kabila, padre del actual presidente, Congo se convirtió en miembro de la SADC (Comunidad de Desarrollo de África Austral). La SADC es uno de los órganos de cooperación regional más importantes de África. Entre sus miembros están Angola, Zimbabwe, Mozambique y Sudáfrica. Los miembros de la SADC tienen un acuerdo de ayuda mutua en caso de agresión de uno de sus miembros, lo cual hace que una intervención de las tropas de los países miembros de la SADC al lado del ejército congoleño sea perfectamente legal y justificada. No es justo decir que con semejante intervención el conflicto se convertiría en una guerra internacional porque es Ruanda la que ha agredido a Congo(…)”.
La guerra en el este de Congo causa estragos. Intervención ruandesa, dice Kinshasa. Problemas internos congoleños, replica Kigali. ¿Por qué esta guerra? ¿Por qué ahora? ¿Es Laurent Nkunda un rebelde? ¿Qué intereses defienden los antagonistas? ¿Vamos hacia una nueva guerra regional? Mientras tanto, quienes lo pagan son los civiles.
¿Qué ocurre al norte de Kivu-Norte?
Desde que las tropas del señor de la guerra Laurent Nkunda reiniciaron la guerra el 28 de agosto 250.000 civiles han sido expulsados de sus hogares. El 28 de octubre, los nkundistas lanzaron una ofensiva a partir de la región de Virunga y desde el campo de refugiados en Mugunga. La MONUC [la fuerza de la ONU en Congo, ndlr] ha reconocido que esta operación ha provocado en un día el desplazamiento de 45.000 personas, una parte hacia Goma en el sur y otra a Rutshuru y Kiwanja en el norte.
Los nkundistes han utilizado estas oleadas de refugiados como escudo humano para acercarse a Goma y ocupar el centro de Rutshuru y la ciudad de Kiwanja. Los 30.000 habitantes de Kiwanja han sido testigos de la llegada de las tropas de Nkunda. Lugareños con los que se ha contactado por teléfono testimonian que el núcleo duro de las fuerzas nkundistas son soldados y mercenarios ruandeses y extranjeros bien equipados, que poco después de la conquista de la ciudad han continuado su avance dejando tras de sí soldados del propio Nkunda. Jóvenes del pueblo han querido defenderse y han atacado a los nkundistas con armas tomadas de la comisaría de la policía local. Pero al parecer los cascos azules acuartelados en Kiwanja dispersaron a los jóvenes con lo que dejaron vía libre a los excesos de los nkundistas.
Limpieza étnica
En Kiwanja viven muchos miembros de la etnia comerciante de los Banande, instalados en la región desde hace una generación o más tiempo. Son originarios de la región de Butembo, al norte. Ellos han sido el objetivo preferido de los obuses de los nkundistas. El único hotel del pueblo, el hotel Grefamu, propiedad de una familia de la etnia de los Nande, ha sido destruido con sus ocupantes. Cinco mil personas han encontrado entonces refugio junto a los cascos azules y 15.000 en la parroquia del pueblo. Otros han huido a la selva. Un primer balance de la masacre era de 217 cadáveres contabilizados en el hospital, pero por el momento nadie puede calcular la magnitud real de esta masacre. Unos testigos informan que el 13 de noviembre las personas que volvían a sus casas iban encontrando cadáveres ocultos a los ojos de los periodistas.
Casi todas las familias Banande que pudieron escapar a la masacre han huido hacia la región de origen de Butembo. Pero los banyabwisha (hutus congoleños) que viven aquí desde siempre no tienen adonde ir. Bajo la mirada de la MONUC y de las cámaras de la prensa internacional los nkundistas los han reunido a la fuerza en el estadio local para hacerles cantar “la gloria del CNDP” [el movimiento de Laurent Nkunda, ndlr].
¿Quiénes se enfrentan en Congo?
Laurent Nkunda, el peon de Ruanda
Laurent Nkunda es un tutsi congoleño enrolado en el ejército de Paul Kagame [actual presidente de Ruanda, ndlr] en 1994 en us lucha contra los genocidas hutus.
En 1998 se une como oficial a la “rebelión” pro-ruandesa, el RCD [Formación congoleña por la democracia, ndlr], en Congo. Ha cometido varios crímenes de guerra, entre otros, en mayo de2002 en Kisangani y en junio de 2004 en Bukavu. A continuación se integra en el ejército congoleño, según los acuerdos aplicados a partir de 2003. Pero en 2004 emprende una sublevación contra el gobierno congoleño. Ruanda niega apoyar a Nkunda, sin embargo, muchas pruebas confirmadas por periodistas, por la Organización Americana de Defensa de los Derechos Humanos, por Human Rights Watch y por el ministerio de Asuntos Exteriores burundés contradicen a Kigali. Laurent Nkunda está financiado por hombres de negocios cercanos a Paul Kagame, como los hermanos Alexis y Modeste Makabuza, y el hombre más rico de Ruanda, Tribert Rujugiro. Uganda, aliado de Ruanda durante la guerra de agresión contra Congo en 1998-2003, lo aprovisiona de hombres y de material. Además, Uganda ha vuelto a amenazar recientemente con volver a emprender la guerra a causa de una discrepancia sobre la explotación del algo Alberto.
La intervención de Ruanda y Uganda está en contradicción con la Carta de la ONU y las reglas de las relaciones internacionales que exigen respeto a la soberanía y la integridad territorial de cada país miembro de la ONU. Ruanda y Uganda son aliados preferenciales de Estados Unidos y de Gran Bretaña en la región.
La República Democrática de Congo y la SADC
La mayoría de los congoleños votó a Joseph Kabila, el actual presidente, durante las elecciones. El ejército congoleño está “en construcción” desde 2003 según un sistema de mezclas de las diferentes milicias que lucharon durante la guerra de 1998-2003. Esta mezcla ha sido impuesta por occidente y hace que la división y la corrupción sigan debilitando al ejército congoleño. Desde 1997 y bajo Laurent Kabila, padre del actual presidente, Congo se convirtió en miembro de la SADC (Comunidad de Desarrollo de África Austral). La SADC es uno de los órganos de cooperación regional más importantes de África. Entre sus miembros están Angola, Zimbabwe, Mozambique y Sudáfrica. Los miembros de la SADC tienen un acuerdo de ayuda mutua en caso de agresión de uno de sus miembros, lo cual hace que una intervención de las tropas de los países miembros de la SADC al lado del ejército congoleño sea perfectamente legal y justificada. No es justo decir que con semejante intervención el conflicto se convertiría en una guerra internacional porque es Ruanda la que ha agredido a Congo.
¿Cuáles son los retos de la guerra?
Las riquezas locales de Kivu permiten a las milicias, a Ruanda y a Uganda financiar la inestabilidad y la agresión que hunden a millones de congoleños en la inestabilidad. Esta situación sólo es posible gracias a la complicidad tácita de la MONUC, de Estados Unidos y de los Estados miembro de la Unión Europea.
La cuestión clave para comprender esta guerra es la siguiente: ¿de dónde procede esta actitud complaciente de Estados Unidos en relación a la agresión de Ruanda y Uganda, así como la hostilidad de algunos políticos belgas, como Karel De Gucht, ministro de Asuntos Exteriores, hacia el gobierno congoleño? La respuesta es clara. El gobierno congoleño y el presidente Joseph Kabila están en contradicción con los intereses de las multinacionales y de los gobiernos estadounidense y europeos. Existen tres puntos de discordia.
Un gobierno demasiado independiente
Congo es demasiado importante para las multinacionales como para dejar que se desarrolle fuera de la tutela occidental. Estados Unidos y Europa no aceptan que Joseph Kabila haya constituido un gobierno en base a una mayoría parlamentaria sin representantes de los ex-rebeldes pro-ruandeses o pro-ugandeses. A los estadounidenses y a los europeos les habría gustado un gobierno más híbrido, compuesto de diversas fuerzas opuestas unas a otras en cuyo seno las diversas potencias podría reclutar a sus peones.
El gran rival chino
Las multinacionales y los gobiernos estadounidense y europeos han acogido muy mal la firma de un contrato con China sobre el intercambio de infraestructuras por cobre y cobalto por un total de 9.000 millones de dólares. Se trata de un terremoto en lo que hasta entonces era el coto vedado de occidente.
Contratos revisados y corregidos
El gobierno congoleño ha decidido revisar los términos de los 60 contratos mineros más importantes. Inaceptable para las multinacionales occidentales. El Estado congoleño se enfrenta a la mayor multinacional activa en el sector del cobre: Freeport McMoran. Según el gobierno congoleño, Freeport ha obtenido de forma indebida la mayoría de las acciones en la sociedad minera congoleña Tenke Fungurume. Obscuras maquinaciones redujeron las participaciones de la sociedad congoleña del 48 al 14 %. Kinshasa da a elegir entre anular y revisar el contrato. Una blasfemia en la iglesia del neo-colonialismo.
¿Cómo acabar con los genocidas ruandeses?
Sobre la base de la ideología racista de los colonizadores, durante la colonización se creó en Ruanda la ideología etno-racista fomentando y desarrollando concepciones y prácticas discriminatorias que existían en la cultura pre-colonial. A continuación estas ideas se exportaron a Congo tras su independencia.
Es una ideología que desde 1959 ha hecho posibles las masacres de civiles tutsis en nombre de la autodefensa de los hutus y las mascres de civiles hutus en nombre de la autodefensa de los tutsis. Estados Unidos y Francia utilizaron esta ideología genocida en los años noventa para llevar a cabo una guerra por el control de África central a través de fuerzas africanas interpuestas. Washington se basaba en la Fuerzas Patrióticas Ruandesas (FPR) de Paul Kagame [actual presidente de Ruanda, ndlr] y Francia apoyaba al ejército del ex-presidente ruandés Habyarimana y a las milicias Interahamwe responsables del genocidio en 1994.
En dos décadas esta guerra de africanos interpuestos entre Francia y Estados Unidos ha costado la vida a más de 6 millones de africanos en Ruanda, Burundi y Congo. Bajo la dirección del presidente de Ruanda, Paul Kagame, el FPR de ha convertido en el aliado principal del imperialismo esta en la región.
Promover un diálogo entre los ruandeses
El odio racista entre tutsis y hutus forma la base del poder de Paul Kagame. ¿Cómo puede pretender defender a los tutsis organizando la masacre de civiles hutus en Ruanda y Congo, y causando la muerte de millones de congoleños?
Mientras que los africanos se matan entre sí se está sirviendo únicamente a los intereses de las potencias neo-coloniales. La oposición democrática ruandesa pide un diálogo inter-ruandés. Dicho diálogo puede aislar a los extremistas propagadores de la ideología racista tanto en el seno de las FDLR [Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda, entre las que se encuentran ex-genocidas hutus, ndlr] como en el seno del FPR de Paul Kagame. Pobablemente los ruandeses no podrán realizar solos este diálogo y poner fin a la carnicería. Necesitarán la ayuda de las fuerzas nacionalistas congoleñas y africanas. Los europeos demócratas y anti-coloniales tienen el deber de apoyar a África en esta reconciliación.
Un programa para la paz
Hay que exigir a los gobiernos belga, francés, estadounidense y británico, y de la Unión Europa:
1. Que condenen al gobierno de Ruanda por violación repetida de la integridad territorial de la República Democrática de Congo (RDC) y por violación de las reglas del derecho internacional en lo que concierne a las relaciones entre Estados soberanos.
2. Que reconozcan y apoyen el derecho del gobierno legítimo de Congo a defender su soberanía y su integridad territorial, a reforzar a su ejército y a llamar a sus aliados.
3. Que reconozcan el derecho del pueblo ruandés a un diálogo de reconciliación nacional.
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La guerra y el saqueo del Congo tienen un denominador común: la necesidad imperialista de coltán - Parte I
Bucanero escribió:
La guerra y el saqueo del Congo tienen un denominador común: la necesidad imperialista de coltán
Cuando saltan noticias de lo que ocurre en países como el Congo, se presenta una realidad absolutamente distorsionada. En ella, aparecen guerras tribales, matanzas entre tribus negras, asesinos a sueldo, violadores y otras plagas. Y todo ello, como si se tratara de un castigo divino. Menos mal, nos dicen, que está la ONU y sus hermosos cascos azules para poner orden. Nada más lejos de la verdad de lo que ocurre en el Congo, donde el imperialismo (un concepto que desde los medios de desinformación masiva se quiere erradicar) saquea sin piedad coltán, un mineral muy necesario para, por ejemplo, los móviles. En “Leer más” la denuncia de una ONG sudafricana sobre las empresas y países que roban amplias zonas de África, y un artículo necesario, aparecido en Afrol, sobre el imperialismo con todas sus letras.
La organización no gubernamental sudafricana South Africa Resource Watch (SARW) ha publicado una lista de las empresas multinacionales supuestamente implicadas en el comercio ilegal del coltán en la región de los Kivus (en el este de la República Democrática del Congo, RDC), una actividad "muy rentable para los rebeldes y los grupos armados que controlan la región" y que "desestabiliza desde hace una decena de años el este de la RDC y alimenta la guerra", según informó la revista africanista Umoya.
La lista, que fue publicada en diciembre y que según Umoya ya ha sido entregada al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, está formada por 22 empresas --fundamentalmente estadounidenses, alemanas, belgas, británicas y chinas, pero también ugandesas o ruandesas-- que "se benefician de la ausencia de Estado para aprovecharse del subsuelo congoleño", señaló la publicación, perteneciente a los Comités de Solidaridad con el África Negra.
El informe, según Umoya, "levanta el velo que oculta a estas decenas de empresas que se benefician del comercio ilegal del coltán, una mezcla de tántalo y columbio utilizado en la fabricación de los teléfonos móviles y de los vídeojuegos".
Esta actividad es "muy rentable para los rebeldes y los grupos armados que controlan la región", pero es "una actividad al margen de la legalidad, que desestabiliza desde hace una decena de años el este de la RDC y alimenta la guerra", prosiguió Umoya, que recordó que, "desde hace numerosos años, organizaciones no gubernamentales como Global Witness denuncian el comercio ilegal de los minerales congoleños".
Entre las empresas incluidas en la lista figuran las estadounidenses Cabot Corporation, Kemet Electronics, Speciality Metals Company, Trinitechinternational Inc. y Vishay Sprague (norteamericana-israelí), las británicas Afrimex, Amalgamated Metal Corp. y Euromet, las belgas Cogecom, Sogem y Trademet, la alemanas H.C. Starck GmbH & Co y SLC Germany GmbH y las chinas Ningxia Non Ferrous Metals y Pacific Ores Metals (esta con sede en Hong Kong).
También aparecen empresas de Uganda (Commet Uganda Coltan Trading), Suiza (Finconcord SA), Malasia (Malaysian Smelting Cor.), Kazajistán (Nac Kazatomprom), Ruanda (Eagle Wings Resources) y de Saint Kitts, en las Antillas (Finmining y Raremet Ltd).
La fiebre del coltán: El imperialismo continúa; un artículo de Ramiro de Altube
En las provincias del este de Congo Kinshasa se encuentra el 80 % de las reservas mundiales de coltan. Allí han puesto sus ojos las grandes multinacionales, en un fenómeno que la misma Madeleine Albright denominó como “la primera guerra mundial africana”.
El Imperialismo es un concepto pasado de moda para la mayor parte de los historiadores profesionales. Se lo puede o no reconocer vigente cuando se discute “política” actual, pero son muy pocas las veces que oímos hablar “de él” en las discusiones académicas. Claro que su aceptación o rechazo, su vigencia o su reemplazo, dependen del significado que se le otorgue, y dependen, en especial de la perspectiva política (reconocida o no) del que escribe, pero en general parece ser considerada una categoría “política” o anacrónica, sin demasiada importancia para los que estudiamos historia.
Sin embargo desde nuestra perspectiva, la historia que aquí esbozamos no puede ser aprehendida en sus rasgos más importantes si no retomamos la conceptualización que hiciera Lenin a principios del Siglo XX, y que no muchos otros desarrollaran y especificaran para épocas diferentes y países del tercer mundo. Además queremos dejar en claro, en una polémica que se cierne sobre nuestras cabezas mediáticas, que el contenido que el propio Lenin dio al concepto (más bien deberíamos decir el entramado conceptual) es originaria y esencialmente distinto de los significados predominantes hoy sobre el Imperialismo, muy cercanos, quizás a las desventuras de nuestro sentido común, guiado por la simplicidad y la ideología reproductora del orden. De otra manera, recuperamos las coordenadas básicas de la conceptualización leninista para ponerla en el terreno de la lucha por la construcción (que es permanente) de nuestro sentido común, sobretodo en lo que hace a la dilucidación de lo que constituyen los rasgos más significativos del capitalismo hoy, “pues sin si estudio será imposible valorar y comprender la política actual”.
Haremos desde aquí un sintético viaje al Africa Central. Y ustedes dirán, ¿en busca del Imperialismo? No, no, no. Iremos buscando el coltan, o si se prefiere, el colombio-tántalo. Lenin, por supuesto, no sabía de la existencia de este mineral de tan grandes propiedades...mercantiles. El coltan es la conjunción de dos minerales considerados materias primas estratégicas para el desarrollo de las nuevas tecnologías.
De acuerdo a lo que parecen ser propiedades fisico-químicas “mágicas”, este mineral es fundamental para las industrias de aparatos electrónicos, centrales atómicas y espaciales, misiles balísticos, video juegos, aparatos de diagnóstico médico no invasivos, trenes sin ruedas (magnéticos), fibra óptica, etc.. Sin embargo el 60 % de su producción se destina a la elaboración de los condensadores y otras partes de los teléfonos celulares. El coltan permite que uno de los sueños occidentales se haga realidad, con él las baterías de los minicelulares de bolsillo mantienen por más tiempo su carga, ya que los microchips de nueva generación que con él se elaboran optimizan el consumo de corriente eléctrica. Después de ser usado en un principio para los filamentos de las “lamparitas”, luego fue reemplazado en esta función por el más barato y accesible tugsteno, y parecía condenado al olvido.
Sin embargo en las últimas décadas el valor volvió a preñar al coltan, volvió a darle vivacidad, a convertirlo en mercancía. Mucho más cuando se produjo el boom comercial de los teléfonos móviles que en número de 500.000 inundaron el mercado en el 2000. Desde unos años antes, sin embargo, el colombio-tantalio que era extraído en Brasil, Australia y Tailandia había empezado a escasear. La japonesa Sony, por ejemplo, tuvo que aplazar el lanzamiento de la segunda versión del juguete preferido de los niños occidentales, el Play Station, debido a este incordio. El gran aumento de la demanda ha hecho establecer un mercado ilegal paralelo en el Africa central. Nótese el resultado de esta nueva “fuerza del mercado”: 3 millones de muertos en cuatro años. Veamos.
Para muchos países africanos, a finales del siglo XX, la devaluación de los productos agrícolas, y la desertificación, provocaron una fuerte revalorización de sus recursos mineros, nueva fase del errante camino para relacionarse con el mercado internacional. En las provincias del este de la República Democrática del Congo (RDC, Zaire), consideradas por la UNESCO reservas ecológicas de gran importancia, se encuentra el 80 % de las reservas mundiales de coltan. Allí han puesto sus ojos, sobretodo en los últimos diez años, las grandes multinacionales: Nokia, Ericsonn, Siemens, Sony, Bayer, Intel, Hitachi, IBM y muchas otras. Se han formado en la zona toda una serie de empresas (muchas de ellas “fantasmas”) asociadas entre los grandes capitales transnacionales, los gobiernos locales y las fuerzas militares (estatales o “guerrilleras”) para la extracción del coltan y de otros minerales como el cobre, el oro y los diamantes industriales. Las grandes marcas comenzaron la disputa por el control de la región a través de sus aliados autóctonos, en un fenómeno que la misma Madeleine Albright llamó “la primera guerra mundial africana”.
En 1997 fue derrocado el presidente congoleño Mobutu Sese Seko, de estrecha relación con los capitales imperialistas de origen francés. Kagame (sic), actual presidente de Ruanda, quién estudió en centros militares de EE.UU. e Inglaterra, y Museveni, presidente de Uganda, país considerado por Washington, un ejemplo para las naciones africanas, lideraron la conquista de la capital de la RDC, Kinshasa, y pusieron a cargo de este país a un amigo, Laurent Kabila. En un nuevo reparto se dispusieron concesiones mineras para empresas varias entre las cuales figuran la Barrick Gold Corporation, de Canadá, la American Mineral Fields (en la que Bush padre tenía intereses) y la surafricana Anglo-American Corporation, todo ello en desmedro de las antiguas “concesionarias” francesas.
En los años transcurridos hasta hoy han disputado la guerra dos bandos no demasiado estrictos. Ruanda, Uganda y Burundi, apoyados por los EE.UU., solventados por créditos del FMI y el Banco Mundial, y ligados a varias milicias “rebeldes” con nombres exóticos (Movimiento de Liberación del Congo, Coalición Congoleña para la democracia), por un lado, y la RDC (liderada por uno de los hijos de Kabila, luego de que su padre fuese asesinado por ruandeses), Angola, Namibia, Zimbabue y Chad y las milicias (hutus y maji-maji) correspondientes, por otro. En 1999 se establecieron las líneas divisorias entre las fuerzas opuestas, en el Acuerdo de Lusaka, una suerte (siempre provisional) de reparto del territorio, a la usanza de la Conferencia de Berlín de 1885, donde las potencias europeas se distribuyeron el continente para facilitar el saqueo y explotación . Una de las posibilidades futuras es, entonces, la partición de la RDC.
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La guerra y el saqueo del Congo tienen un denominador común: la necesidad imperialista de coltán - Parte II
Si todas estas naciones se disputan el control del territorio, desde otra perspectiva son las propias corporaciones las que están repartiéndose la zona. Se han creado distintas empresas mixtas con este fin, la más importante de las cuáles es la SOMIGL (Sociedad Minera de los Grandes Lagos) que está integrada por tres sociedades: la Africom (belga), la Promeco (ruandesa) y la Cogecom (surafricana). Todas las licencias para la compra-venta del coltan fueron suprimidas a fines del 2000. Las fuerzas militares ruandesas ligadas a la SOMIGL han logrado de esta manera evitar el “gasto” de intermediarios, controlan monopólicamente la comercialización del coltan. Sus camiones y helicópteros hacen el traslado interno. Poseen, por supuesto, sus propias compañías de transporte que son propiedad de parientes cercanos a los presidentes de Ruanda y Uganda. Utilizan los aeropuertos de Kigali y Entebe entre otros. En estas verdaderas zonas militares las compañías aéreas privadas (una de las cuales - Sabena - de origen belga, está asociada a American Airlines) ingresan armas y se llevan minerales.
La mayor parte del coltan extraído (luego de ser acumulado hasta subir los precios) tiene como destino los EE.UU., Alemania, Bélgica y Kazajstán. La filial de Bayer, Starck, es la productora del 50% del tantalio en polvo a nivel mundial. Con el tráfico y la elaboración están vinculadas decenas de empresas, con participación en grandes corporaciones monopólicas de diversos países. Naturalmente “una entidad financiera, creada en 1996 con sede en la capital de Ruanda - Kigali - , el Banco de Comercio, Desarrollo e Industria (sic, BCDI) y que ejerce de corresponsal del CITIBANK en la zona , mueve fuertes sumas de dinero procedente de las operaciones relacionadas con coltan, oro y diamantes” .
Es de nuestro interés destacar cómo, para este negocio, se relacionan estrechamente los grandes capitales monopólicos de las grandes potencias con los poderes y capitales locales, a través de las formas típicas del capital imperialista : las asociaciones monopolistas de comercio, industria y bancos (organizadas a través del mecanismo de la participación, que ya destacara el propio Lenin) y la vinculación entre empresas privadas, estados y familiares del gobierno . No se trata de malas personas y gobernantes corruptos, estamos ante los mecanismos arquetípicos del imperialismo. Véase un ejemplo: “ Eagle Wings Resources (EWR) es una joint-venture (empresa de riego compartido) entre la americana Trinitech y la holandesa Chemi Pharmacie Holland.
El representante local de EWR en la capital de Ruanda es Alfred Rwigema, el cuñado del presidente Paul Kagame. La ONU acusa al presidente ruandés de jugar un papel motor en la explotación de los recursos naturales de la RDC”.
Las grandes empresas financian, por supuesto, a las distintas fuerzas militares, que montadas en los preexistentes conflictos interétnicos, sostienen una guerra por el control de las minas, en la que en los últimos cuatro años han muerto entre 2,5 y 3 millones de personas. Ruanda y Uganda han diseminado unos 40.000 soldados, que cuentan con los mejores equipos, en los Parques Nacionales de la RDC, donde se hallan las reservas. Según el mismo Kofi Annan ha declarado: “la guerra del Congo se libra por el control de sus riquezas naturales”. En un informe del IPIS (investigación del Servicio de información para la Paz internacional independiente) se demuestra que las sociedades europeas y norteamericanas que comercian con el coltan contribuyen a la financiación de la guerra. Tienen un gran interés en que continúe la “inseguridad” para permanecer en el Congo a través de las tropas guerrilleras.
En las minas aluvionales trabajan diariamente más de 20.000 mineros, bajo un sistema represivo organizado por las fuerzas militares y los poderes locales - de los dos bandos en disputa. Estas pagan a los trabajadores unos diez dólares por kilo de coltan (que en el mercado de Londres cotiza alrededor de 250-300 dólares) y exigen además a estos para “permitirles” trabajar que se pongan con una cucharada diaria del mágico mineral, especie de tributo en especie, con el que recaudan alrededor de un millón de dólares mensuales.
La fuerza de trabajo aquí utilizada está compuesta fundamentalmente por ex campesinos y ganaderos (luego de que se devaluara la producción agrícola congoleña para la exportación - algodón y otros productos), que se alejan por largos períodos de sus comunidades y familias, refugiados, prisioneros de guerra (sobretodo hutus) a los que se les promete una reducción de la condena, además de miles de niños de la región, cuyos cuerpos pequeños pueden fácilmente adentrarse en las minas a ras de tierra. El reclutamiento de esta mano de obra opera en una doble dimensión, mercantil y coercitiva, en un doble mercado de trabajo. Las zonas mineras y las zonas de operación militar terminan por confundirse. Las migraciones frecuentes desde otras regiones hambreadas (entre 5 000 y 10 000 personas por año) son, muchas veces, definitivas, si observamos el número de muertos. Las poblaciones vecinas reclutadas a trabajar y trasladadas por la fuerza, sirven de cantera de mano de obra para esta empresa capitalista; hostigadas por grupos armados han abandonado sus residencias o se han convertido en mineros. Estos trabajadores rescatan coltan de sol a sol, y duermen y se alimentan en la selva montañosa de la zona. Se reproducen en las comunidades y en la selva por sus propios medios, alimentándose elefantes y gorilas autóctonos, mientras las guerrillas comercializan cueros y marfil.
En otros términos: el capital, por lo tanto, no se encarga de la totalidad de la reproducción de esta fuerza de trabajo, que además de aportar en la producción de plusvalía (del coltan), aporta una especie de renta en trabajo metamorfoseada. Superexplotación: los mineros dan valor al coltán con su trabajo, pagan un tributo al estado local y además trabajan para conseguir los medios de supervivencia, alimento y refugio. Superbeneficio para el capital invertido que obtiene tasas de ganancia exorbitantes, realizadas con el sustento indispensable de la represión y el trabajo forzado. Como es tradicional en África, el racismo, la xenofobia y la ideología discriminatoria en general, son esenciales para el funcionamiento de este doble mercado de trabajo (asalariado y forzado - no libre). Aquí se monta específicamente en los conflictos interétnicos: son reclutados en especial los pigmeos y los hutus.
El capital imperialista que desde siempre (sobretodo desde la colonización de África a fines del siglo XIX) contó con el poder local, sostenido “consuetudinariamente”, para la provisión y reproducción de mano de obra barata, encuentra a través de los mecanismos descriptos, una forma de su “actualización” (neocolonización dicen algunos). El trabajo forzado fue abolido por ley luego de la independencia, en la mayoría de los países africanos, pero como está sostenido en las particulares relaciones de poder consuetudinario de obediencia al jefe local, continua existiendo. Salongo lo llaman en el Congo actual. Los funcionarios de los estados locales asumieron históricamente, por supuesto, funciones de policía. Cuando los campesinos o los niños no acuden a las minas por el simple atractivo de los dólares, allí está la compulsión estatal-policial como forma alternativa de reclutamiento. Mercado y fuerza no son aquí contradictorios.
La patronal de las grandes empresas, los gobiernos de la región y los organismos internacionales “explotando la contradicción de la superexplotación” pretenden jugar el rol de mediadores entre los semiesclavizados trabajadores y las bandas militares xenófobas. La ONU propone un embargo provisorio de la mercadería. Mientras tanto las ONGs y los ecologistas denuncian ¡la extinción de los monos! En lo que constituye un sentimiento humanista maravilloso, titulan: “Los teléfonos celulares agravan la situación de los gorilas del Congo”. Y quieren que las mismas empresas que acumulan su capital aquí a sangre y fuego ¡inviertan en proyectos de ayuda para el tercer mundo!. En Angola y en Sierra Leona el tráfico de diamantes financia y necesita de una guerra muy similar desde hace años. Hace unos meses, el 30/7 de este año se celebró una fantochada de acuerdo de Paz entre Kagame y Kabila. ¿Quién fue el intermediario? El vicepresidente de Sudáfrica, país capitalista de primer orden, de donde provienen muchos de los capitales que explotan las minas congoleñas. Se regularán quizás, es decir, se legalizarán, las relaciones de explotación. Pero la masacre continua.
Guerra múltiple (económica, civil, interétnica, regional pero también solapadamente interimperialista o intraimperio como dirían algunos) y saqueo sistemático, nos hablan de un proceso de expoliación y proletarización (muchos no han conservado ni siquiera la vida), de acumulación primitiva de capital, continuamente renovada, que asume formas específicas en los países del tercer mundo: trabajo forzado, reclutamiento, endeudamiento, doble mercado de trabajo, propiedad de la tierra de hecho garantizada por las fuerzas armadas. Las multinacionales no han necesitado aquí muchos planes de modernización, se benefician de la fuerza de trabajo casi gratuita, un ejército industrial de reserva que vive en una pauperización absoluta en muchos casos. Esto, como es evidente, limita las posibilidades de desarrollo de un mercado interno y de una burguesía industrial local. Sólo quedan para ésta el control del comercio ilegal de armas y materias primas. La llamada transferencia de valor de la periferia hacia el centro significa que de la totalidad de la plusvalía producida en estos países, a costa de millones de muertos, las grandes multinacionales, acaparan la mayor parte, justificadamente de acuerdo a la concentración de sus capitales.
“Las crecientes necesidades de la industria tecnológica del mundo han creado graves conflictos en los países menos desarrollados” nos dice el rotativo canadiense The Industry Standart, en un comentario que es aplicable a cualquier época por lo menos desde el siglo XIX. Los países capitalistas periféricos reciben en el reparto mundial funciones específicas en beneficio de los grandes capitales monopólicos . La tasa de ganancia media se regula a nivel del Mercado Mundial, y para cada época, depende en especial de las ramas industriales de punta, que funcionan como motor de la acumulación del resto. Hoy el coltán es fundamental para que muchas de estas industrias “de punta” rindan sus frutos. En este sentido la explotación de las minas africanas, que el mismo Pentágono considera estratégicas, son fundamentales para la reproducción del capital imperialista globalmente considerado. Esta forma monopólica del capital, que en una lectura atenta del libro de Lenin, constituye el rasgo más importante en la definición del Imperialismo, organiza en la República Democrática del Congo y en muchos otros países, militar, política y económicamente, la vida de las masas proletarias de ayer y de hoy. Aquí reside, a nuestro entender, la clave de la actualidad y la pertinencia del concepto. El imperialismo es fundamentalmente una forma específica de organización de la producción y reproducción del capital y del trabajo, y no tanto la hegemonía de una nación sobre otras. Necesita en este sentido del Estado (de los estados) más allá de si estos asumen o no rasgos nacionales.
Sobre la tumba de los 2000 niños y campesinos africanos que mueren por día en el Congo, podemos, distraídos, seguir usando nuestros celulares.
Fuente: web
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Re: Coltán: El oro azul.
Allianza escribió:Los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor asesinan a 620 personas y secuestran a más de 160 niños
Los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) "masacraron brutalmente a 620 personas y secuestraron a más de 160 niños" en tres semanas en el norte de la República Democrática del Congo (RDC) , denunciaron hoy organizaciones de defensa de los derechos humanos en un comunicado.
Según Human Rights Watch (HRW) y la ONG congoleña Justice Plus, la gran mayoría de las muertes se produjeron en tres ataques que tuvieron lugar el 24 y 25 de diciembre del pasado año en la región de Haute Uele, en las localidades de Doruma, Farajde y Duru.
RW, que ha estado investigando los hechos en las últimas semanas, denuncia haber encontrado en la zona afectada por los ataques tumbas recientemente cavadas, hachas y bates manchados de sangre y las cuerdas que los rebeldes habrían utilizado para inmovilizar a los prisioneros.
"Se siguió la misma táctica en otros ataques que ocurrieron de forma simultánea, lo que indica que se trata de una acción planeada dirigida a aterrorizar a la población", declara en el comunicado una de las investigadoras, Anneke Van Woundenberg.
Un macabro calendario
Los ataques del LRA se producen después de que, el pasado 14 de diciembre, Uganda, la RDC y Sudán atacaran las bases militares de los rebeldes de forma inesperada, con el objetivo de intentar acabar con los más de 20 años de actividad de los insurgentes ugandeses.
Después de esta ofensiva militar, el LRA se dividió en varios grupos, que esperaron hasta el 24 de diciembre para atacar, cuando la población se reuniría para celebrar la Navidad, acusa HRW.
"Los pocos supervivientes presentan serias lesiones en la cabeza, y dos niñas de tres años tienen profundas heridas en el cuello después de que los guerrilleros intentaran arrancarles la cabeza de cuajo", reza el texto.
lómetros de Doruma, cerca de la frontera con Sudán, el LRA asesinó a más de 80 personas que se habían reunido para festejar el día de Navidad. Los insurgentes asesinaron a golpes a los hombres, y violaron y mataron a las mujeres y las niñas.
Según el testimonio de uno de los habitantes del poblado recogido por HRW, que vio como asesinaban a su mujer, a sus hijos y a sus nietos, sólo 6 personas sobrevivieron el ataque.
También el 25 de diciembre, los rebeldes atacaron la población de Farajde, a 240 kilómetros de Doruma, donde dejaron 143 muertos, secuestraron a 160 niños y prendieron fuego a 940 viviendas, 3 escuelas y 9 iglesias.
"Cientos de personas están siendo masacradas, y las acciones continúan", declara Joel Bisubu, de Justice Plus, quien denuncia que se necesita comida y medicinas para los afectados, pero que "por encima de todo se necesita protección" por parte de los ejércitos de las tres naciones afectadas por los ataques.
Los días 26, 27 y 28 de diciembre, otras 12 localidades fueron atacadas por los ugandeses, mientras que entre el 8 y el 11 de este mes, al menos 86 personas murieron a manos de los rebeldes al sur de Doruma.
Sin embargo, según ambas organizaciones de defensa de los derechos humanos, los soldados de la fuerza militar conjunta de Sudán, la RDC y Uganda "proporcionan una protección limitada a los habitantes de la región".
Por su parte, los efectivos de la fuerza conjunta, que llegaron a las poblaciones afectadas después de las masacres, alegan que su principal objetivo es el de acabar con los rebeldes y con su líder, Joseph Kony, y rescatar a los ciudadanos que son secuestrados por el LRA, aunque hasta la fecha sólo 25 personas han sido liberadas.
WEB
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Re: Coltán: El oro azul.
jayradhe escribió:CONGO: LA GUERRA DEL COLTAN
por Marta Iglesias
La República Democrática del Congo se desangra. Se calcula que desde 1998 han muerto casi cinco millones y medio de personas y desde hace unos meses los ataques se han recrudecido. No es casual que el país tenga el 80% de las reservas mundiales de coltán. El Congo huele a sangre, enfrentamiento entre etnias, pobreza, esclavitud y sobre todo a dinero. La antigua colonia belga tiene tanta riqueza que con su explotación debería nadar en la abundancia, sin embargo lo que le sobran son guerras. En su territorio alberga en grandes cantidades cobre, cobalto, estaño, uranio, oro y diamantes, casiterita, wolframita y sobre todo coltán. De este raro mineral se extrae el tantalio, que posee una gran resistencia al calor y excelente conductividad, por lo que es imprescindible para la fabricación de nuevas tecnologías. Desde el móvil que usamos hasta las naves espaciales, pasando por los ordenadores portátiles y las videoconsolas. Todas llevan coltán. La mayor reserva de este material se encuentra en la República Democrática del Congo (RDC). Posee el 80% del coltán existente en el planeta y precisamente se encuentra en la zona en conflicto. Evidentemente, no podemos apelar a la casualidad. La cuestión que surge es directa y muy clara: ¿puede sobrevivir el mundo occidental a la escasez del coltán? La respuesta es que no. Se hundirían las multinacionales y sobrevendría un colapso económico, máxime ante la crisis global que vivimos. No es, por tanto, buen momento para que el gobierno de la RDC cambie las reglas del juego económico. De modo que, frente a los que afirman que el conflicto del Congo se debe a una rivalidad de etnias -hutus y tutsis-, son muchas las voces que señalan un conflicto económico de gran alcance que se est&aac ute; desarrollando en este país.
Congo democrático y acorralado
Para entender la dramática situación del Congo, debemos remontarnos hasta 1998, año en el que Ruanda y Uganda invadieron el país. Desde entonces hasta 2003 se calcula que murieron en esa ocupación cuatro millones de congoleños, ignorados por la prensa internacional y los países occidentales. Ochocientas mil personas masacradas por año en silencio, en el que se considera el conflicto con más muertos desde la Segunda Guerra Mundial. En 2003 la ONU consiguió que se firmara un acuerdo de paz y a finales de 2006 fue elegido democráticamente -en los primeros comicios libres y plurales en cuarenta años- el presidente actual, Joseph Kabila. Sus promesas fueron mantener la paz y reconstruir el país, pero tras años de cruentos enfrentamientos necesitaba dinero efectivo para reactivar Congo. Esperó ofrecimientos por parte de Estados Unidos y Europa para venderles sus materias primas, pero nadie acudió. Fue China quien le ofreció explotar los yacimientos y dar a la RDC el 30% de las ganancias. El acuerdo era mucho mejor que el anterior -las empresas occidentales le daban por lo mismo entre un 5% y un 12 %- y Kabila firmó. Desde entonces estalló el avispero y todos los actores presentes en la región se pusieron en pie de guerra. El primero de ellos Laurent Nkunda, un general rebelde congoleño de la etnia tutsi apoyado por Ruanda. José García Botía, portavoz de los Comités de Solidaridad con África Negra, sospecha que "Nkunda está agrediendo al Congo porque el Gobierno congoleño en los últimos meses ha estado negociando contratos mineros con China. Nkunda ha sido creado por Kagame -presidente de Ruanda-, que recibe el apoyo de países occidentales, como EEUU, Bélgica y Reino Unido. Por ejemplo, ahora que hay pruebas claras del apoyo de Ruanda a Nkun da y de que este guerrillero ha cometido bastantes masacres de población civil, el pasado 27 de noviembre de 2008 el Gobierno británico concedió una ayuda al Gobierno de Ruanda de 470 millones de libras. Una cantidad muy grande para un país muy pequeño. El peso de los países europeos que apoyan a Ruanda en este plan es muy importante. Además de Reino Unido tenemos a Bélgica, Holanda y ahora Francia. Y ellos divulgan que Ruanda es un país modélico en África".
El papel de las multinacionales
Paralelamente hay muchos dedos que apuntan que son las multinacionales, con la complicidad de las potencias internacionales, las que han dado de nuevo alas al conflicto. De hecho, Naciones Unidas hizo una investigación y las conclusiones fueron que se trataba de una guerra dirigida por «ejércitos de empresas» para hacerse con los metales de la zona, acusando directamente a Anglo-América, De Beers, Standard Chartered Bank y cien corporaciones más. Todas negaron estar involucradas, mientras que sus gobiernos presionaban a la ONU para que dejaran de acusarlas. Insiste Botía "que detrás de todo ello están las multinacionales de estos países occidentales, que ven con pánico que China empiece a firmar contratos con el Gobierno Congoleño, pues su necesidad de materias primas es enorme. Así que por una parte estas multinacionales están sacando del Congo miles y miles de toneladas de minerales de muy alto valor sin pagar nada al gobierno congoleño, y financiando guerrillas por diversas partes del país para poder seguir saqueando el Congo a un coste muy bajo. Por otro, China ofrece por los minerales importantes cantidades de dinero y posee bastante liquidez, lo que supondría una importante ayuda para sacar al país de la miseria. Por último, decir que los minerales llevan catorce años saliendo por los países vecinos -principalmente por Ruanda- y están sirviendo para enriquecer a importantes grupos mafiosos que blanquean este contrabando". En medio de todo ello, el gobierno del Congo ha recibido apoyo militar de Angola y Zimbawe, países que ya le apoyaron años atrás, y es más que seguro que desde todos los bandos se estén cometiendo atrocidades y crímenes contra la humanidad.
La codicia alimenta un genocidio silencioso
Las grandes víctimas de toda esta guerra económica que se está desarrollando en el tercer país más grande de África son, sin duda, los civiles. Cifras impresionantes que nadie sabe porqué, sólo ahora han saltado a la primera plana de los periódicos. Más de cinco millones de personas han sido masacradas desde 1998 en Congo, y desde ACNUR nos confirman que actualmente hay 1.350.000 desplazados en el interior del país: "Todavía hay mucha gente sin registrar porque se ha desplazado a zonas a las que de momento no tenemos acceso, como Province Orientale donde según las últimas estadísticas se superarían los 230.000 desplazados". Las mujeres y niñas son sistemáticamente violadas, y empleadas como arma de guerra. Los pequeños no se salvan de tal barbarie: unos son obligados a trabajar en las minas de coltán a mucha profundidad porque s on los únicos que caben en ellas; miles de ellos mueren sepultados, de hambre y de agotamiento. Se calcula que por cada kilo de coltán extraído mueren dos niños. Otros son reconvertidos en niños y niñas soldados; llegó a haber más de treinta mil reclutados y quedarán entre tres y siete mil en activo, según datos de Amnistía Internacional. Los enfrentamientos actuales han puesto de nuevo en marcha este macabro sistema que se lleva a niños de sus aldeas para participar en la guerra. Los que intentan escapar son torturados ante sus compañeros para que sirvan de ejemplo. Hambre, desnutrición, sida, malaria o tuberculosis se suman a una situación alarmante. Los agentes humanitarios se afanan en ayudar a la población. Francesca Fontanini, responsable de ACNUR en Congo, nos informa desde el terreno que "por el momento ACNUR puede realizar libremente su labor en los seis camp amentos alrededor de la capital del Kivu Norte (Goma) que acogen a 135.000 personas. Desde el comienzo de la crisis, hemos suministrado ayuda y además ACNUR sigue con la construcción de un nuevo campo, Mugunga II, situado al oeste de Goma. A él trasladaremos a 65.000 desplazados internos que se encuentran atrapados en los campos de Kibati, al norte de Goma, situados a dos kilómetros de la línea de fuego entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes."
Todavía más al norte de Goma, hay varios campamentos para desplazados y aldeas que han sido saqueadas e incendiadas, y de las que la gente tuvo que huir hacia los bosques u otros campos y pueblos. Estas personas necesitan con urgencia recibir ayuda humanitaria. Por otro lado, el corredor humanitario establecido para poder visitar e identificar a estas personas -cuya apertura contó con la autorización de los rebeldes-, no está funcionando correctamente, para gran frustración de los actores humanitarios. Como respuesta, se enviaron 17.000 cascos azules a la zona. La MONUC -es así como se conoce a esta misión de la ONU en el Congo- es la fuerza de paz más numerosa desplegada y se va a ampliar próximamente con la llegada de 3.000 cascos azules más. Sin embargo, no han podido defender a la población de los ataques de uno y otro bando. Incluso la población civil congoleña ha hecho lleg ar sus quejas a los Comités con el África Negra: "son numerosas las manifestaciones de la población congoleña contra los cascos azules, denunciando no sólo que no les defienden de Nkunda, sino que además les han visto transfiriendo armamento y víveres a las tropas de Nkunda y dándole apoyo logístico -por ejemplo, dejándole usar vehículos y helicópteros-". Francesca Fontanini nos informa de que "los hechos han demostrado que los acuerdos se han convertido en papel mojado. Los rebeldes de Nkunda se enfrentan tanto a los soldados de la RDC como a otros grupos rebeldes nacionales y extranjeros presentes en el territorio. Sin embargo, tanto los rebeldes como los soldados de Kinshasa han cometido excesos y abusos. Según la ONU, soldados gubernamentales llevaron a cabo pillajes, violaciones, y muertes en Goma y los rebeldes han cometido expropiaciones forzosas en campos de desplazados cercanos a la ciudad de Rutshuru. La MONUC desempeña un papel muy importante y tiene el mandato de proteger a los civiles, pero hay ciertos límites. La ONU no puede ponerse de parte de ninguno de los grupos beligerantes".
Soluciones pendientes de paz
Visto el resultado, la militarización no es la solución, así que son muchos los que se han puesto manos a la obra para buscar alternativas. Se tiene constancia de que el odio entre hutus y tutsis no existía hasta la llegada del presidente ruandés Kagame, que creó estas rencillas para abonar su golpe de estado en 1994. Hay que acabar cuanto antes con él para que no sea manipulado desde intereses económicos y políticos en la retaguardia. Para ello un grupo de asociaciones -en las que participan hutus, tutsis y congoleños-, reunidas bajo el Foro para la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos llevan a cabo dos iniciativas: un foro de diálogo entre las diferentes etnias para iniciar un proceso de búsqueda de soluciones empleando la palabra y no la violencia; y también han interpuesto una querella criminal en la Audiencia Nacional española acusando de genocidio y crímenes contra la humanidad a la cúpula militar ruandesa. Para ello se basan en el asesinato de nuevos cooperantes españoles que fueron testigos de diversas masacres. Los Comités de Solidaridad con África Negra participan en el proceso y dan más soluciones por boca de Botía: "Lo primero e imprescindible es que se sepa la Verdad de cuanto allí sucede.
Hasta que no sea pública no acabará el ciclo de violencia. La postura del gobierno congoleño nos parece razonable, su país tiene materias primas suficientes como para abastecer a chinos, europeos y americanos. Habría que cambiar las reglas del juego para que las riquezas del Congo dejen de salir por las mafias internacionales y salgan por mecanismos legales. Hay un gran peligro en cómo se hacen las cosas ahora, porque están muriendo millones de inocentes. Si realmente las mayores reservas están en el este del Congo y desde 1998 todo este coltán sale sólo por Ruanda, hay un problema: han dejado el monopolio de un mineral estratégico como el coltán en manos de Kagame y grupos mafiosos. Si esto fuera así, explicaría por qué la voluntad del presidente de un país tan pequeño como Ruanda, sin recursos propios de valor, tiene tanto poder en los dirigentes europeos. ¹Kagame es intocable¹, nos han llegado a decir altos mandos de la política exterior francesa. Pero, claro, no dicen por qué". La relación de esta guerra con nuestro consumismo tecnológico es directamente proporcional: las fechas del auge de ventas de teléfonos móviles coinciden con aquellas en las que ha habido más muertos en Congo. Esta vez no podemos lavarnos las manos, miles de muertos nos señalan directamente. Empecemos por dar a conocer la verdad.
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Re: Coltán: El oro azul.
x Marta Iglesias
Desde el móvil que usamos hasta las naves espaciales, pasando por los ordenadores portátiles y las videoconsolas. Todas llevan coltán
La República Democrática del Congo se desangra. Se calcula que desde 1998 han muerto casi cinco millones y medio de personas y desde hace unos meses los ataques se han recrudecido. No es casual que el país tenga el 80% de las reservas mundiales de coltán. El Congo huele a sangre, enfrentamiento entre etnias, pobreza, esclavitud y sobre todo a dinero. La antigua colonia belga tiene tanta riqueza que con su explotación debería nadar en la abundancia, sin embargo lo que le sobran son guerras. En su territorio alberga en grandes cantidades cobre, cobalto, estaño, uranio, oro y diamantes, casiterita, wolframita y sobre todo coltán. De este raro mineral se extrae el tantalio, que posee una gran resistencia al calor y excelente conductividad, por lo que es imprescindible para la fabricación de nuevas tecnologías. Desde el móvil que usamos hasta las naves espaciales, pasando por los ordenadores portátiles y las videoconsolas. Todas llevan coltán.
La mayor reserva de este material se encuentra en la República Democrática del Congo (RDC). Posee el 80% del coltán existente en el planeta y precisamente se encuentra en la zona en conflicto. Evidentemente, no podemos apelar a la casualidad. La cuestión que surge es directa y muy clara: ¿puede sobrevivir el mundo occidental a la escasez del coltán? La respuesta es que no. Se hundirían las multinacionales y sobrevendría un colapso económico, máxime ante la crisis global que vivimos. No es, por tanto, buen momento para que el gobierno de la RDC cambie las reglas del juego económico. De modo que, frente a los que afirman que el conflicto del Congo se debe a una rivalidad de etnias -hutus y tutsis-, son muchas las voces que señalan un conflicto económico de gran alcance que se está desarrollando en este país.
Congo democrático y acorralado
Para entender la dramática situación del Congo, debemos remontarnos hasta 1998, año en el que Ruanda y Uganda invadieron el país. Desde entonces hasta 2003 se calcula que murieron en esa ocupación cuatro millones de congoleños, ignorados por la prensa internacional y los países occidentales. Ochocientas mil personas masacradas por año en silencio, en el que se considera el conflicto con más muertos desde la Segunda Guerra Mundial. En 2003 la ONU consiguió que se firmara un acuerdo de paz y a finales de 2006 fue elegido democráticamente -en los primeros comicios libres y plurales en cuarenta años- el presidente actual, Joseph Kabila. Sus promesas fueron mantener la paz y reconstruir el país, pero tras años de cruentos enfrentamientos necesitaba dinero efectivo para reactivar Congo. Esperó ofrecimientos por parte de Estados Unidos y Europa para venderles sus materias primas, pero nadie acudió. Fue China quien le ofreció explotar los yacimientos y dar a la RDC el 30% de las ganancias. El acuerdo era mucho mejor que el anterior -las empresas occidentales le daban por lo mismo entre un 5% y un 12 %- y Kabila firmó. Desde entonces estalló el avispero y todos los actores presentes en la región se pusieron en pie de guerra.
El primero de ellos Laurent Nkunda, un general rebelde congoleño de la etnia tutsi apoyado por Ruanda. José García Botía, portavoz de los Comités de Solidaridad con África Negra, sospecha que "Nkunda está agrediendo al Congo porque el Gobierno congoleño en los últimos meses ha estado negociando contratos mineros con China. Nkunda ha sido creado por Kagame -presidente de Ruanda-, que recibe el apoyo de países occidentales, como EEUU, Bélgica y Reino Unido. Por ejemplo, ahora que hay pruebas claras del apoyo de Ruanda a Nkunda y de que este guerrillero ha cometido bastantes masacres de población civil, el pasado 27 de noviembre de 2008 el Gobierno británico concedió una ayuda al Gobierno de Ruanda de 470 millones de libras. Una cantidad muy grande para un país muy pequeño. El peso de los países europeos que apoyan a Ruanda en este plan es muy importante. Además de Reino Unido tenemos a Bélgica, Holanda y ahora Francia. Y ellos divulgan que Ruanda es un país modélico en África".
El papel de las multinacionales
Paralelamente hay muchos dedos que apuntan que son las multinacionales, con la complicidad de las potencias internacionales, las que han dado de nuevo alas al conflicto. De hecho, Naciones Unidas hizo una investigación y las conclusiones fueron que se trataba de una guerra dirigida por «ejércitos de empresas» para hacerse con los metales de la zona, acusando directamente a Anglo-América, De Beers, Standard Chartered Bank y cien corporaciones más. Todas negaron estar involucradas, mientras que sus gobiernos presionaban a la ONU para que dejaran de acusarlas. Insiste Botía "que detrás de todo ello están las multinacionales de estos países occidentales, que ven con pánico que China empiece a firmar contratos con el Gobierno Congoleño, pues su necesidad de materias primas es enorme.
Así que por una parte estas multinacionales están sacando del Congo miles y miles de toneladas de minerales de muy alto valor sin pagar nada al gobierno congoleño, y financiando guerrillas por diversas partes del país para poder seguir saqueando el Congo a un coste muy bajo. Por otro, China ofrece por los minerales importantes cantidades de dinero y posee bastante liquidez, lo que supondría una importante ayuda para sacar al país de la miseria. Por último, decir que los minerales llevan catorce años saliendo por los países vecinos -principalmente por Ruanda- y están sirviendo para enriquecer a importantes grupos mafiosos que blanquean este contrabando". En medio de todo ello, el gobierno del Congo ha recibido apoyo militar de Angola y Zimbawe, países que ya le apoyaron años atrás, y es más que seguro que desde todos los bandos se estén cometiendo atrocidades y crímenes contra la humanidad.
La codicia alimenta un genocidio silencioso
Las grandes víctimas de toda esta guerra económica que se está desarrollando en el tercer país más grande de África son, sin duda, los civiles. Cifras impresionantes que nadie sabe porqué, sólo ahora han saltado a la primera plana de los periódicos. Más de cinco millones de personas han sido masacradas desde 1998 en Congo, y desde ACNUR nos confirman que actualmente hay 1.350.000 desplazados en el interior del país: "Todavía hay mucha gente sin registrar porque se ha desplazado a zonas a las que de momento no tenemos acceso, como Province Orientale donde según las últimas estadísticas se superarían los 230.000 desplazados". Las mujeres y niñas son sistemáticamente violadas, y empleadas como arma de guerra. Los pequeños no se salvan de tal barbarie: unos son obligados a trabajar en las minas de coltán a mucha profundidad porque son los únicos que caben en ellas; miles de ellos mueren sepultados, de hambre y de agotamiento.
Se calcula que por cada kilo de coltán extraído mueren dos niños. Otros son reconvertidos en niños y niñas soldados; llegó a haber más de treinta mil reclutados y quedarán entre tres y siete mil en activo, según datos de Amnistía Internacional. Los enfrentamientos actuales han puesto de nuevo en marcha este macabro sistema que se lleva a niños de sus aldeas para participar en la guerra. Los que intentan escapar son torturados ante sus compañeros para que sirvan de ejemplo. Hambre, desnutrición, sida, malaria o tuberculosis se suman a una situación alarmante. Los agentes humanitarios se afanan en ayudar a la población. Francesca Fontanini, responsable de ACNUR en Congo, nos informa desde el terreno que "por el momento ACNUR puede realizar libremente su labor en los seis campamentos alrededor de la capital del Kivu Norte (Goma) que acogen a 135.000 personas. Desde el comienzo de la crisis, hemos suministrado ayuda y además ACNUR sigue con la construcción de un nuevo campo, Mugunga II, situado al oeste de Goma. A él trasladaremos a 65.000 desplazados internos que se encuentran atrapados en los campos de Kibati, al norte de Goma, situados a dos kilómetros de la línea de fuego entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes."
Todavía más al norte de Goma, hay varios campamentos para desplazados y aldeas que han sido saqueadas e incendiadas, y de las que la gente tuvo que huir hacia los bosques u otros campos y pueblos. Estas personas necesitan con urgencia recibir ayuda humanitaria. Por otro lado, el corredor humanitario establecido para poder visitar e identificar a estas personas -cuya apertura contó con la autorización de los rebeldes-, no está funcionando correctamente, para gran frustración de los actores humanitarios. Como respuesta, se enviaron 17.000 cascos azules a la zona. La MONUC -es así como se conoce a esta misión de la ONU en el Congo- es la fuerza de paz más numerosa desplegada y se va a ampliar próximamente con la llegada de 3.000 cascos azules más. Sin embargo, no han podido defender a la población de los ataques de uno y otro bando. Incluso la población civil congoleña ha hecho llegar sus quejas a los Comités con el África Negra: "son numerosas las manifestaciones de la población congoleña contra los cascos azules, denunciando no sólo que no les defienden de Nkunda, sino que además les han visto transfiriendo armamento y víveres a las tropas de Nkunda y dándole apoyo logístico -por ejemplo, dejándole usar vehículos y helicópteros-".
Francesca Fontanini nos informa de que "los hechos han demostrado que los acuerdos se han convertido en papel mojado. Los rebeldes de Nkunda se enfrentan tanto a los soldados de la RDC como a otros grupos rebeldes nacionales y extranjeros presentes en el territorio. Sin embargo, tanto los rebeldes como los soldados de Kinshasa han cometido excesos y abusos. Según la ONU, soldados gubernamentales llevaron a cabo pillajes, violaciones, y muertes en Goma y los rebeldes han cometido expropiaciones forzosas en campos de desplazados cercanos a la ciudad de Rutshuru. La MONUC desempeña un papel muy importante y tiene el mandato de proteger a los civiles, pero hay ciertos límites. La ONU no puede ponerse de parte de ninguno de los grupos beligerantes".
Soluciones pendientes de paz
Visto el resultado, la militarización no es la solución, así que son muchos los que se han puesto manos a la obra para buscar alternativas. Se tiene constancia de que el odio entre hutus y tutsis no existía hasta la llegada del presidente ruandés Kagame, que creó estas rencillas para abonar su golpe de estado en 1994. Hay que acabar cuanto antes con él para que no sea manipulado desde intereses económicos y políticos en la retaguardia. Para ello un grupo de asociaciones -en las que participan hutus, tutsis y congoleños-, reunidas bajo el Foro para la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos llevan a cabo dos iniciativas: un foro de diálogo entre las diferentes etnias para iniciar un proceso de búsqueda de soluciones empleando la palabra y no la violencia; y también han interpuesto una querella criminal en la Audiencia Nacional española acusando de genocidio y crímenes contra la humanidad a la cúpula militar ruandesa. Para ello se basan en el asesinato de nuevos cooperantes españoles que fueron testigos de diversas masacres. Los Comités de Solidaridad con África Negra participan en el proceso y dan más soluciones por boca de Botía: "Lo primero e imprescindible es que se sepa la Verdad de cuanto allí sucede.
Hasta que no sea pública no acabará el ciclo de violencia. La postura del gobierno congoleño nos parece razonable, su país tiene materias primas suficientes como para abastecer a chinos, europeos y americanos. Habría que cambiar las reglas del juego para que las riquezas del Congo dejen de salir por las mafias internacionales y salgan por mecanismos legales. Hay un gran peligro en cómo se hacen las cosas ahora, porque están muriendo millones de inocentes. Si realmente las mayores reservas están en el este del Congo y desde 1998 todo este coltán sale sólo por Ruanda, hay un problema: han dejado el monopolio de un mineral estratégico como el coltán en manos de Kagame y grupos mafiosos. Si esto fuera así, explicaría por qué la voluntad del presidente de un país tan pequeño como Ruanda, sin recursos propios de valor, tiene tanto poder en los dirigentes europeos. 'Kagame es intocable', nos han llegado a decir altos mandos de la política exterior francesa. Pero, claro, no dicen por qué". La relación de esta guerra con nuestro consumismo tecnológico es directamente proporcional: las fechas del auge de ventas de teléfonos móviles coinciden con aquellas en las que ha habido más muertos en Congo. Esta vez no podemos lavarnos las manos, miles de muertos nos señalan directamente. Empecemos por dar a conocer la verdad.
Revista Fusión
Kamus- Cantidad de envíos : 3536
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Re: Coltán: El oro azul.
Matyas escribió:República Democrática del Congo, ensangrentada por los móviles
La realidad más cercana a Europa de República Democrática del Congo situado en la región de los Grandes Lagos es que ni nuestros móviles ni ordenadores portátiles se encenderían sin el coltán que se extrae, casi en exclusiva, de este país africano. El control por este mineral y otros recursos y la presunta inestabilidad política del país le ha llevado a albergar numerosos conflictos regionales e internacionales desde la colonización hasta nuestros días, según expertos como Ramón Arozarena de la organización navarra Nakupenda África.
El Gobierno de la capital, Kinshasa, gastará 2 millones de dólares en las celebraciones de la independencia este 30 de junio. "Las ONG y asociaciones creen que es un gran gasto, mientras que la mayoría de los congoleños languidecen en la pobreza", cuenta Radio Okapi, un medio de comunicación financiado por la ONU que aboga por los derechos humanos.
El comisario congoleño encargado de los actos, Denis Kamule, insiste en que si otros países van a celebrarlo, por qué no ellos también. A las celebraciones ha acudido también el monarca belga, antiguo país colonizador, pero para entender la relevancia de este hecho es necesario mirar al pasado.
La independencia del Congo ponía fin el 30 de junio de 1960 a la etapa colonial del país africano, denominada por muchos como el período más oscuro de su historia. Desde 1885 el territorio congoleño pasó a ser propiedad del rey Leopoldo II de Bélgica, que continuó con los tratados comerciales de explotación y extracción de minerales del entonces Congo Belga. Frenó el expansionismo británico y llenó sus arcas con mano dura. El propio Arthur Connan Doyle, el mítico autor de Sherlock Holmes, expresaba a principios de siglo su desaprobación respecto a las fortunas que estaba consiguiendo Bélgica a través del trabajo esclavo y la explotación de goma, marfil, y cobre en el Congo.
Hubo que esperar hasta finales de los 50 para ver surgir partidos políticos africanos que desembocarían en la independencia de 1960 bajo el mandato del rey belga Balduino con Joseph Kasavubu como presidente y Patrice Lumumba como primer ministro, ambos apoyados por la URSS. Pero según Mbuyi Kabunda, profesor congoleño y miembro del Instituto Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo "los estados fruto de las independencias en África subsahariana eran en su mayoría protoestados o protonaciones".
En los 60, Lumumba reclamó la independencia política y económica de país y advirtió del riesgo de que las potencias extranjeras quisieran apropiarse de los recursos naturales si colocaban a "un títere" al frente del país. "Ese discurso, citado como expresión del orgullo y autodeterminación de los congoleños, provocó que en 1961 Lumumba fuese asesinado, presuntamente por la CIA, con el beneplácito de Bélgica", explica Cándida Leal, miembro del Comité de Solidaridad con África Negra(Umoya) de Madrid.
Campos de refugiados
Después de una guerra civil, el dictador Mobutu Sese Seko adoptó el poder durante más de 30 años bajo la batuta de Occidente y cambió el nombre del país por el de Zaire.
Ya en los 90, el régimen de Mobutu favoreció el enfrentamiento étnico, según Mbuyi Kabunda. Las migraciones de refugiados hacia el Congo, fruto del genocidio de la vecina Ruanda, fue uno de los detonantes de la primera y segunda guerra del Congo. Pero no el único.
"Muchos de los enclaves de los campos de refugiados coinciden con yacimientos minerales. En 1996, los ejércitos de Ruanda, Uganda y Burundi invadieron el Zaire con la asistencia militar y logística estadounidense, apoyando a Laurent Desiré Kabila y derrocando a Mobutu", recuerda Cándida de Umoya.
El tercer conflicto, que llega hasta nuestros días en la región este, es la secuela no resuelta de la segunda Guerra del Congo, comparada con la Segunda Guerra Mundial por su número de muertos. La lucha por el control de diamantes, oro, petróleo y uranio se suma al control del coltán, el metal utilizado especialmente para las baterías de los teléfonos móviles. Un 80% de las reservas mundiales de este mineral se encuentran en las tierras congoleñas.
Según Human Rights Watch, desde 1998 hasta 2008, el enfrentamiento ha dejado más de tres millones de víctimas y se financian con el tráfico de diamantes y otros recursos.
Nunca fue independiente
Después de la muerte de su padre, Joseph Kabila llegó al poder y ganó las primeras elecciones democráticas en 2006 que le convirtieron en presidente hasta nuestros días. Todo ello en un país en el que las cifras de la violencia siguen desangrando al país africano.
La violación es todavía un arma de guerra que ha dejado más de 500.000 víctimas, según los números oficiales. Un dato que "está muy por debajo de la realidad, ya que muchas mujeres no se atreven a denunciarlo", según la abogada y periodista de Radio Okapi, Caddy Adzuba. La única salida que ve Caddy al conflicto es "prohibir a las multinacionales la financiación de la guerra. Desde hace 14 años la ONU publica informes al respecto y se debería tener en cuenta", declaraba en una conferencia en la Universidad Complutense.
"La historia ha hecho que cada zona, región, provincia del Congo se haya ido desgajando en la realidad de la capital y cada cual ha tratado de buscar soluciones a sus problemas. Me temo que los movimientos tendentes a debilitar el Estado busquen demostrar que el Congo actual es ingobernable y que hay que buscar soluciones, que consistirían, según los congoleños, en una remodelación de fronteras", dice Ramón Arozarena. Otros especialistas, como Cándida Leal, "el Congo nunca ha sido independiente y no existe voluntad política de que lo sea".
Fuente: Web
Kamus- Cantidad de envíos : 3536
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Re: Coltán: El oro azul.
Gracias Kamus.
Por mi parte quiero recomendar el libro de Daniel Estulin "Los señores de las sombras" dedicado en gran parte a la investigación de las guerras en Ruanda, Burundi y el Congo, además del conflicto de Darfur en Sudán, muy relacionado también con estas guerras.
Según explica Daniel Estulin, no sólo estamos hablando de Coltán y de las fabulosas reservas minerales del Congo, también son conflictos por la toma de poder de presuntos grandes yacimientos de petróleo en Sudán.
Y según el mismo Daniel Estulin, ¿sabéis quién está detrás de todos estos conflictos y guerras?
Sí. Lo habéis adivinado.
Un saludo triste... muy triste.
Por mi parte quiero recomendar el libro de Daniel Estulin "Los señores de las sombras" dedicado en gran parte a la investigación de las guerras en Ruanda, Burundi y el Congo, además del conflicto de Darfur en Sudán, muy relacionado también con estas guerras.
Según explica Daniel Estulin, no sólo estamos hablando de Coltán y de las fabulosas reservas minerales del Congo, también son conflictos por la toma de poder de presuntos grandes yacimientos de petróleo en Sudán.
Y según el mismo Daniel Estulin, ¿sabéis quién está detrás de todos estos conflictos y guerras?
Sí. Lo habéis adivinado.
Un saludo triste... muy triste.
cartero- Cantidad de envíos : 77
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Re: Coltán: El oro azul.
Presisamente hoy, por razones profesionales ha llegado a mis manos un comunicado de un fabricante que hace referencia a una noticia para justificar la previsión de escacez y subida de precios que se están produciendo en sus productos.
El enlace es este Web
Solo queria señalar que esta situación ya está repercutiendo desde hace meses en ciertos materiales y que se espera que empeore.
Y sobre todo que es una gran pena que sean siempre los mismos a los que les coje de plano, los pobres explotados de paises subdesarrollados.
La verdad es que esto cada vez pinta peor ya no porque nosotros los del primer mundo nos quedemos sin nuestras comodidades, si no por el auténtico sufrimiento de los que son explotados para proporcinarloslas.
El enlace es este Web
Solo queria señalar que esta situación ya está repercutiendo desde hace meses en ciertos materiales y que se espera que empeore.
Y sobre todo que es una gran pena que sean siempre los mismos a los que les coje de plano, los pobres explotados de paises subdesarrollados.
La verdad es que esto cada vez pinta peor ya no porque nosotros los del primer mundo nos quedemos sin nuestras comodidades, si no por el auténtico sufrimiento de los que son explotados para proporcinarloslas.
Josec- Cantidad de envíos : 197
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Re: Coltán: El oro azul.
Fenomenal. el tema del coltan es clave. hay tomate.
os recomiendo leer "Coltan " de Vazquez figueroa para entender meollo.
cris- Cantidad de envíos : 409
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tu bateria del movil mata a 4 africanos
el "oro azul"
El coltan y la guerra de Congo
Para muchas personas la palabra coltan es tan extraña como incomprensible. No es en sí un nuevo vocablo. Es la combinación de dos palabras, que corresponden a sendos minerales: la columbita y la tantalita, de los que se extraen dos metales más apetecidos que el oro. Si tenemos en cuenta que estos metales están considerados altamente estratégicos y añadimos que el 80 por ciento se encuentran en la República Democrática de Congo, empezaremos a vislumbrar por qué hay una guerra en este país desde el 2 de agosto de 1998, por qué dos países africanos, como Ruanda y Uganda, ocupan militarmente parte del territorio congoleño y por qué, a la postre, han muerto ya más de dos millones de personas. Y es que el coltan es un metal esencial para el desarrollo de las nuevas tecnologías, las estaciones espaciales, las naves tripuladas que se lanzan al espacio y las armas más sofisticadas.
No hace falta tener muchos conocimientos de derecho internacional para afirmar que esta guerra constituye la mayor injusticia, a escala planetaria, que se está cometiendo contra un Estado soberano. En las últimas décadas la historia nos ha deparado tristes ejemplos de asalto y hasta de ocupación militar de un país independiente. Irak invadió Kuwait y Estados Unidos hizo lo propio en Granada, aunque con resultados distintos. Se han bombardeado países, como Afganistán e Irak, amparados en un dudoso respaldo de la ONU. Pero lo que no se había hecho, desde la invasión de países europeos por la Alemania de Hitler, era la ocupación pura y dura de un territorio, para aniquilar a miles de ciudadanos y explotar, al mismo tiempo, los recursos minerales del país ocupado. Esto es lo que está ocurriendo en la República Democrática de Congo. Lo que añade gravedad a esta piratería es la pasividad de la comunidad internacional. A quienes nos duelen todas las opresiones, nos sobrecoge este desprecio a una parcela de la humanidad, doblemente ultrajada.
Ya nadie puede ignorar que la guerra que padece la República Democrática de Congo tiene como causa la depredación de metales preciosos y recursos estratégicos. Con ellos se enriquecen unos cuantos y se financia la propia guerra. Los culpables son muchos. Según un grupo de expertos de Naciones Unidas, que elaboró un informe sobre la guerra en este país, el Ejército Patriótico Ruandés (APR) ha montado una estructura ad hoc para supervisar la actividad minera en Congo y facilitar los contactos con los empresarios y clientes occidentales. Se han creado varias empresas mixtas entre los negociadores europeos del coltan y miembros del APR y del círculo de personas cercanas al presidente ruandés Paul Kagame.
Un millón de dólares al mes
El Ejército ruandés traslada en camiones el mineral a Kigali, capital de Ruanda, donde es tratado en las instalaciones de la Somirwa (Sociedad Minera de Ruanda), antes de ser exportado. Los últimos destinatarios son Estados Unidos, Alemania, Holanda, Bélgica y Kazajstán. La compañía Somigl (Sociedad Minera de los Grandes Lagos), tiene el monopolio en el sector; es una empresa mixta de tres sociedades: Africom (belga), Promeco (ruandesa) y Cogecom (surafricana). Entrega 10 dólares por cada kilo de coltan exportado al movimiento rebelde Reagrupación Congoleña para la Democracia (RCD), que cuenta con unos 40.000 soldados, apoyados por Ruanda. «Con la venta de diamantes –ha declarado el mismo Adolphe Onusumba, presidente de la RCD– ganábamos unos 200.000 dólares al mes. Con el coltan llegamos a ganar más de un millón de dólares al mes».
La mestiza pakistaní-burundesa Azazi Gulamani Kulsum, una famosa contrabandista en la región de los Grandes Lagos, es la gestora de Somigl. Esta mujer empezó su carrera en Bunia, vendiendo tabaco de contrabando. Muy próxima al dirigente hutu burundés Léonard Nyangoma, era considerada hace poco como el principal abastecedor de armas a los rebeldes ruandeses hutus. Hoy, gracias a la Somigl, trabaja con el ejército ruandés, que en principio se encuentra en Kivu para perseguir a los hutus.
En la zona controlada por los ugandeses –ha señalado la periodista Marina Rini después de visitar el noreste de la República Democrática de Congo– no existe monopolio. Asegura que en Butembo operan seis grandes compradores extranjeros, oficialmente en competencia entre ellos. Los empleados extranjeros, aparte de un ugandés, son todos ex soviéticos: rusos o kazakos tal vez. Sin revelar su identidad han confesado a Marina Rini: “Vivíamos desde hace varios años en Suráfrica y ahora hemos venido a comerciar con el coltan”. A ellos les compra Kazajstán. Informaciones reservadas de las Naciones Unidas revelan que el tráfico lo organiza la hija del presidente kazako, Nursultan Nazarbaev, a través de sociedades mixtas belgas. La hija de Nazarbaev está casada con Vassili Mette, director general de Ulba, la empresa kazaka que extrae y refina uranio, coltan y otros minerales estratégicos. Al parecer, Salim Saleh, hermano del presidente ugandés, Yoweri Museveni, no está al margen de este floreciente negocio.
Las compañías occidentales en la explotación del coltan
Ésta es, a grandes rasgos, la sutil tela de araña de un negocio internacional que está alimentando una guerra en el corazón de África y empobreciendo a los ciudadanos de uno de los países más ricos de la tierra. Pero hay más. El IPIS (Servicio de Información para la Paz Internacional) ha realizado un minucioso estudio sobre las vinculaciones de empresas occidentales con el coltan y, por tanto, con la financiación de la guerra en la República Democrática de Congo.
Los documentos reunidos por esta organización establecen que la compañía belga Cogecom sprl ha sido un socio clave en el monopolio instaurado por los rebeldes congoleños. Las transacciones entre Somigl y Cogecom supusieron 600.000 dólares para la RCD sólo en el mes de diciembre de 2000. Otras transacciones similares han tenido lugar entre Somigl y Cogear, una compañía con una dirección ficticia en Bélgica.
La investigación sobre las actividades del grupo alemán Masingiro GMBH revela tres transacciones comerciales realizadas entre junio y septiembre de 2001 y que cubrían la exportación de 75 toneladas de coltan. Las cantidades en juego hacen pensar que el coltan exportado por la compañía alemana procede de stocks acumulados por el monopolio de la RCD (la Somigl). Este coltan ha sido enviado a Alemania a través del aeropuerto de Ostende y el puerto de Amberes por las compañías de transporte TMK (vinculada a la RCD), A.B.A.C y NV Steinvweg (Bélgica). El coltan estaba destinado sin duda a la fábrica de tratamiento de tántalo en manos de H.C. Starck, filial de Bayer y líder mundial en la materia.
El hombre de negocios suizo Chris Huber parece jugar un papel primordial en la financiación del esfuerzo de guerra de Ruanda. La investigación demuestra que sus compañías Finmining y Raremet compran el coltan de Rwanda Metals, una compañía que actúa en nombre del ejército ruandés y lo revende a la fábrica de transformación Ulba en Kazajstán. Se sabe que existen transacciones entre Finmining y la compañía kazaka de fletes Ulba Aviakomapnia/Irtysh Avia para los envíos de coltan de Kigali a Kazajstán. Chris Huber podría estar ligado a Victor Bout, un conocido traficante de armas, suministrador de diferentes grupos rebeldes y armados en África.
Eagle Wings Resources (EWR) es una joint-venture (empresa de riesgo compartido) entre la americana Trinitech y la holandesa Chemi Pharmacie Holland. El representante local de EWR en Kigali es Alfred Rwigema, el cuñado del presidente Paul Kagame. El informe de las Naciones Unidas acusa al presidente ruandés de jugar un papel motor en la explotación de los recursos naturales de la República Democrática de Congo. La dirección de EWR afirma haber rechazado propuestas comerciales de Grands Lacs Metals, otra compañía del coltan controlada por el ejército ruandés. .
Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Nokia, Siemens y otras compañías punteras utilizan condensadores y otros componentes que contienen tántalo, así como las compañías que fabrican estos componentes como AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet, NEC.
Objetivo: dividir el Congo
Hay que subrayarlo una vez más: estos oscuros negocios son, en primera instancia, los culpables de una guerra no por olvidada menos dramática y bochornosa. Con un agravante: se teme que sobre el mismo territorio de la República Democrática de Congo pesa la amenaza de la fragmentación. Es decir, la división en varios estados, lo que facilitaría aún más la explotación de los recursos. Ya lo presintió y denunció –y por eso lo asesinó el ejército ruandés– Mons. Christophe Munzihirwa, arzobispo de Bukavu.
Más recientemente, el obispo congoleño de Kamina, Mons. Jean-Anatole Kalala Kaseba durante un encuentro con el Comité de Solidaridad con el África Negra en Madrid: “Creemos que los que han creado esta situación pueden ponerle fin, especialmente los americanos. La ONU está allí, incluso en mi diócesis. Son observadores, pero ¿qué es ser observador? Tienen un programa que no quieren decirnos. Aseguraron que venían para ponerse entre los beligerantes, pero vienen a confirmar la partición del país. Nosotros hubiéramos preferido que estuvieran en todas las ciudades, pero resulta que no están presentes ni en Uganda ni en Ruanda. Tenemos razones para creer que estos observadores han sido enviados por las multinacionales. El ex presidente de Botsuana Kett Masire –el mediador en el conflicto congoleño– ha dicho claramente que si fracasa el diálogo intercongoleño, la ONU tomará de nuevo el país en sus manos. No es nuevo. Esta guerra ha sido provocada para esto. La ONU quiere que fracase el diálogo intercongoleño para dirigir el país como un protectorado. Creo que la ONU está hoy al servicio de una gran potencia y hace lo que ella quiere”.
Esto no es sólo un temor. A mediados de marzo de 2002, el Gobierno de Ruanda, que ha convertido parte de Kivu en una extensión de su territorio, se apropió de todos los servicios telefónicos nacionales de Bukavu: instaló el código 250 de Rwandatel con un equipo completo para habilitar 3.000 líneas telefónicas, telefax y e-mail. De esta manera, todo el servicio de Internet está controlado desde Kigali, capital de Ruanda."
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El coltan y la guerra de Congo
Para muchas personas la palabra coltan es tan extraña como incomprensible. No es en sí un nuevo vocablo. Es la combinación de dos palabras, que corresponden a sendos minerales: la columbita y la tantalita, de los que se extraen dos metales más apetecidos que el oro. Si tenemos en cuenta que estos metales están considerados altamente estratégicos y añadimos que el 80 por ciento se encuentran en la República Democrática de Congo, empezaremos a vislumbrar por qué hay una guerra en este país desde el 2 de agosto de 1998, por qué dos países africanos, como Ruanda y Uganda, ocupan militarmente parte del territorio congoleño y por qué, a la postre, han muerto ya más de dos millones de personas. Y es que el coltan es un metal esencial para el desarrollo de las nuevas tecnologías, las estaciones espaciales, las naves tripuladas que se lanzan al espacio y las armas más sofisticadas.
No hace falta tener muchos conocimientos de derecho internacional para afirmar que esta guerra constituye la mayor injusticia, a escala planetaria, que se está cometiendo contra un Estado soberano. En las últimas décadas la historia nos ha deparado tristes ejemplos de asalto y hasta de ocupación militar de un país independiente. Irak invadió Kuwait y Estados Unidos hizo lo propio en Granada, aunque con resultados distintos. Se han bombardeado países, como Afganistán e Irak, amparados en un dudoso respaldo de la ONU. Pero lo que no se había hecho, desde la invasión de países europeos por la Alemania de Hitler, era la ocupación pura y dura de un territorio, para aniquilar a miles de ciudadanos y explotar, al mismo tiempo, los recursos minerales del país ocupado. Esto es lo que está ocurriendo en la República Democrática de Congo. Lo que añade gravedad a esta piratería es la pasividad de la comunidad internacional. A quienes nos duelen todas las opresiones, nos sobrecoge este desprecio a una parcela de la humanidad, doblemente ultrajada.
Ya nadie puede ignorar que la guerra que padece la República Democrática de Congo tiene como causa la depredación de metales preciosos y recursos estratégicos. Con ellos se enriquecen unos cuantos y se financia la propia guerra. Los culpables son muchos. Según un grupo de expertos de Naciones Unidas, que elaboró un informe sobre la guerra en este país, el Ejército Patriótico Ruandés (APR) ha montado una estructura ad hoc para supervisar la actividad minera en Congo y facilitar los contactos con los empresarios y clientes occidentales. Se han creado varias empresas mixtas entre los negociadores europeos del coltan y miembros del APR y del círculo de personas cercanas al presidente ruandés Paul Kagame.
Un millón de dólares al mes
El Ejército ruandés traslada en camiones el mineral a Kigali, capital de Ruanda, donde es tratado en las instalaciones de la Somirwa (Sociedad Minera de Ruanda), antes de ser exportado. Los últimos destinatarios son Estados Unidos, Alemania, Holanda, Bélgica y Kazajstán. La compañía Somigl (Sociedad Minera de los Grandes Lagos), tiene el monopolio en el sector; es una empresa mixta de tres sociedades: Africom (belga), Promeco (ruandesa) y Cogecom (surafricana). Entrega 10 dólares por cada kilo de coltan exportado al movimiento rebelde Reagrupación Congoleña para la Democracia (RCD), que cuenta con unos 40.000 soldados, apoyados por Ruanda. «Con la venta de diamantes –ha declarado el mismo Adolphe Onusumba, presidente de la RCD– ganábamos unos 200.000 dólares al mes. Con el coltan llegamos a ganar más de un millón de dólares al mes».
La mestiza pakistaní-burundesa Azazi Gulamani Kulsum, una famosa contrabandista en la región de los Grandes Lagos, es la gestora de Somigl. Esta mujer empezó su carrera en Bunia, vendiendo tabaco de contrabando. Muy próxima al dirigente hutu burundés Léonard Nyangoma, era considerada hace poco como el principal abastecedor de armas a los rebeldes ruandeses hutus. Hoy, gracias a la Somigl, trabaja con el ejército ruandés, que en principio se encuentra en Kivu para perseguir a los hutus.
En la zona controlada por los ugandeses –ha señalado la periodista Marina Rini después de visitar el noreste de la República Democrática de Congo– no existe monopolio. Asegura que en Butembo operan seis grandes compradores extranjeros, oficialmente en competencia entre ellos. Los empleados extranjeros, aparte de un ugandés, son todos ex soviéticos: rusos o kazakos tal vez. Sin revelar su identidad han confesado a Marina Rini: “Vivíamos desde hace varios años en Suráfrica y ahora hemos venido a comerciar con el coltan”. A ellos les compra Kazajstán. Informaciones reservadas de las Naciones Unidas revelan que el tráfico lo organiza la hija del presidente kazako, Nursultan Nazarbaev, a través de sociedades mixtas belgas. La hija de Nazarbaev está casada con Vassili Mette, director general de Ulba, la empresa kazaka que extrae y refina uranio, coltan y otros minerales estratégicos. Al parecer, Salim Saleh, hermano del presidente ugandés, Yoweri Museveni, no está al margen de este floreciente negocio.
Las compañías occidentales en la explotación del coltan
Ésta es, a grandes rasgos, la sutil tela de araña de un negocio internacional que está alimentando una guerra en el corazón de África y empobreciendo a los ciudadanos de uno de los países más ricos de la tierra. Pero hay más. El IPIS (Servicio de Información para la Paz Internacional) ha realizado un minucioso estudio sobre las vinculaciones de empresas occidentales con el coltan y, por tanto, con la financiación de la guerra en la República Democrática de Congo.
Los documentos reunidos por esta organización establecen que la compañía belga Cogecom sprl ha sido un socio clave en el monopolio instaurado por los rebeldes congoleños. Las transacciones entre Somigl y Cogecom supusieron 600.000 dólares para la RCD sólo en el mes de diciembre de 2000. Otras transacciones similares han tenido lugar entre Somigl y Cogear, una compañía con una dirección ficticia en Bélgica.
La investigación sobre las actividades del grupo alemán Masingiro GMBH revela tres transacciones comerciales realizadas entre junio y septiembre de 2001 y que cubrían la exportación de 75 toneladas de coltan. Las cantidades en juego hacen pensar que el coltan exportado por la compañía alemana procede de stocks acumulados por el monopolio de la RCD (la Somigl). Este coltan ha sido enviado a Alemania a través del aeropuerto de Ostende y el puerto de Amberes por las compañías de transporte TMK (vinculada a la RCD), A.B.A.C y NV Steinvweg (Bélgica). El coltan estaba destinado sin duda a la fábrica de tratamiento de tántalo en manos de H.C. Starck, filial de Bayer y líder mundial en la materia.
El hombre de negocios suizo Chris Huber parece jugar un papel primordial en la financiación del esfuerzo de guerra de Ruanda. La investigación demuestra que sus compañías Finmining y Raremet compran el coltan de Rwanda Metals, una compañía que actúa en nombre del ejército ruandés y lo revende a la fábrica de transformación Ulba en Kazajstán. Se sabe que existen transacciones entre Finmining y la compañía kazaka de fletes Ulba Aviakomapnia/Irtysh Avia para los envíos de coltan de Kigali a Kazajstán. Chris Huber podría estar ligado a Victor Bout, un conocido traficante de armas, suministrador de diferentes grupos rebeldes y armados en África.
Eagle Wings Resources (EWR) es una joint-venture (empresa de riesgo compartido) entre la americana Trinitech y la holandesa Chemi Pharmacie Holland. El representante local de EWR en Kigali es Alfred Rwigema, el cuñado del presidente Paul Kagame. El informe de las Naciones Unidas acusa al presidente ruandés de jugar un papel motor en la explotación de los recursos naturales de la República Democrática de Congo. La dirección de EWR afirma haber rechazado propuestas comerciales de Grands Lacs Metals, otra compañía del coltan controlada por el ejército ruandés. .
Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Nokia, Siemens y otras compañías punteras utilizan condensadores y otros componentes que contienen tántalo, así como las compañías que fabrican estos componentes como AMD, AVX, Epcos, Hitachi, Intel, Kemet, NEC.
Objetivo: dividir el Congo
Hay que subrayarlo una vez más: estos oscuros negocios son, en primera instancia, los culpables de una guerra no por olvidada menos dramática y bochornosa. Con un agravante: se teme que sobre el mismo territorio de la República Democrática de Congo pesa la amenaza de la fragmentación. Es decir, la división en varios estados, lo que facilitaría aún más la explotación de los recursos. Ya lo presintió y denunció –y por eso lo asesinó el ejército ruandés– Mons. Christophe Munzihirwa, arzobispo de Bukavu.
Más recientemente, el obispo congoleño de Kamina, Mons. Jean-Anatole Kalala Kaseba durante un encuentro con el Comité de Solidaridad con el África Negra en Madrid: “Creemos que los que han creado esta situación pueden ponerle fin, especialmente los americanos. La ONU está allí, incluso en mi diócesis. Son observadores, pero ¿qué es ser observador? Tienen un programa que no quieren decirnos. Aseguraron que venían para ponerse entre los beligerantes, pero vienen a confirmar la partición del país. Nosotros hubiéramos preferido que estuvieran en todas las ciudades, pero resulta que no están presentes ni en Uganda ni en Ruanda. Tenemos razones para creer que estos observadores han sido enviados por las multinacionales. El ex presidente de Botsuana Kett Masire –el mediador en el conflicto congoleño– ha dicho claramente que si fracasa el diálogo intercongoleño, la ONU tomará de nuevo el país en sus manos. No es nuevo. Esta guerra ha sido provocada para esto. La ONU quiere que fracase el diálogo intercongoleño para dirigir el país como un protectorado. Creo que la ONU está hoy al servicio de una gran potencia y hace lo que ella quiere”.
Esto no es sólo un temor. A mediados de marzo de 2002, el Gobierno de Ruanda, que ha convertido parte de Kivu en una extensión de su territorio, se apropió de todos los servicios telefónicos nacionales de Bukavu: instaló el código 250 de Rwandatel con un equipo completo para habilitar 3.000 líneas telefónicas, telefax y e-mail. De esta manera, todo el servicio de Internet está controlado desde Kigali, capital de Ruanda."
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