Al Qaeda fija en Yemen una base clave para amenazar al resto del mundo.

Yemen, el país más pobre de Oriente Medio y que hace frontera con el más rico, Arabia Saudí, se consolidó este año como un punto clave en las operaciones terroristas de Al Qaeda, que ha logrado desatar la alarma mundial con varios ataques contra la industria área.

Parte de esa responsabilidad recae en Anuar al Awlaki, un clérigo radical nacido en Estados Unidos pero que reside en Yemen desde 2002, y quien se convirtió durante 2010 en uno de las supuestos terroristas más buscados internacionalmente.


Al Awlaki, cuya captura vivo o muerto ha sido ordenada por la Casa Blanca, comenzó a cobrar notoriedad cuando fue acusado de mantener contactos con el mayor estadounidense Nidal Malik Hasan, que mató a trece personas en noviembre del 2009 en la base de Fort Hood, Texas.

Además, él mismo reconoció haber adoctrinado al joven nigeriano Faruk Abdulmutalab, quien intentó hacer estallar un pequeño artefacto explosivo durante un vuelo comercial que iba a aterrizar en Detroit el 25 de diciembre de 2009.

"EEUU no puede y no va a vencer", afirmó Al Awlaki en un mensaje que difundió el 19 de julio pasado en sitios de internet, donde su imagen y su voz se están convirtiendo en algo tan habitual como las del máximo líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.

Al Awlaki es la figura más notoria de la rama yemení de esa organización terrorista, Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), que surgió a comienzos de 2009 a raíz de una reestructuración de ese grupo que absorbió los cuadros en Arabia Saudí.

Al Qaeda cuenta con campos de entrenamiento en Yemen, según las autoridades yemeníes y estadounidenses, y se cree que centenares de partidarios de ese grupo están escondidos en las montañas del sur yemení, especialmente en la provincia de Shabua.

Se sospecha que en esta provincia ha buscado refugio Al Awlaki, que pertenece a la tribu que le da el nombre, Awalek, una de las más poderosas de la zona.

A pesar de que Estados Unidos quiere detener a este líder terrorista, las autoridades yemeníes no parecen muy dispuestas a extraditarlo, a pesar de la estrecha colaboración entre los dos países en la lucha contra el terrorismo.

El Gobierno de Saná "confirma su rechazo a extraditar a cualquier ciudadano de Yemen a ningún otro país", advirtió en mayo pasado el ministro yemení de Asuntos Exteriores, Abu Bakr al Qurbi, quien dijo que, no obstante, si ha cometido algún crimen será juzgado en Yemen.

Durante este año, el Ejército yemení ha lanzado varias operaciones para intentar dar con el paradero tanto de Al Awlaki como de los líderes de Al Qaeda, una ofensiva que lleva varios años y que ha causado miles de muertos, la mayor parte de ellos civiles.

En esa ofensiva, el Ejército yemení ha contado con la asistencia de Estados Unidos, que ha dirigido bombardeos dirigidos contra lugares seleccionados donde se sospechaba de la presencia de dirigentes terroristas.

Eso ha reforzado la cooperación entre Washington y Saná y ha realzado el papel del presidente yemení, Ali Abdalá el Saleh, quien además de Al Qaeda tiene que luchar contra un movimiento secesionista en el sur y contra una rebelión chií en el norte del país.

De momento, y con el fin de dar una cobertura legal a la persecución de Al Awlaki, un tribunal yemení ordenó el pasado 6 de noviembre la detención del clérigo radical, acusado de instigar el asesinato de ciudadanos extranjeros.

Han sido varias las operaciones que durante este año ha lanzado Al Qaeda contra Yemen, y también se ha atribuido una de las mayores alertas a nivel internacional, en octubre pasado, cuando fueron descubiertas dos bombas que tenían como destino Estados Unidos.

Los artefactos explosivos estaban escondidos en dos envíos hechos desde Yemen por las empresas de mensajería FedEx y UPS y que tenían como destinatarios sinagogas de Chicago. Fueron descubiertos cuando ya estaban en camino, gracias a la cooperación antiterrorista internacional.

Al Qaeda en la Península Arábiga se atribuyó este hecho, y también aseguró que había causado el accidente de un avión de carga de FedEx que se estrelló en Dubai en septiembre pasado, poco después de despegar, aunque hay dudas al respecto.

La misma organización sostiene que estas acciones buscan "sembrar el miedo entre los enemigos" y acosar a la industria aérea, según reveló en una revista del grupo difundida en noviembre pasado.

El objetivo, insistió, "no es matar, sino causar una hemorragia en la industria aeronáutica, vital para el comercio y el transporte entre EEUU y Europa".

http://www.laproximaguerra.com/2010/12/al-qaeda-fija-en-yemen-una-base-clave.html

Al Qa ¿que? , ahora va a resultar que el unico que sabe que Al qaeda como ente fisico no existe.

Al Qa CIA y demas mierdosos son los que estan jodiendo este mundo.