Concienciacción
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Buscar
 
 

Resultados por:
 


Rechercher Búsqueda avanzada

Conectarse

Recuperar mi contraseña

¿Quién está en línea?
En total hay 11 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 11 Invitados

Ninguno

El record de usuarios en línea fue de 1301 durante el 1/7/2011, 08:48
Abril 2024
LunMarMiérJueVieSábDom
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930     

Calendario Calendario


Chemtrails – Carta a los medios de comunicación

Ir abajo

Chemtrails – Carta a los medios de comunicación Empty Chemtrails – Carta a los medios de comunicación

Mensaje por Leo 16/11/2010, 23:51

El pasado 29 de octubre, en la Convención de Diversidad Biológica de Nagoya (Japón), la ONU solicitó la publicación urgente de una moratoria para detener proyectos de geoingeniería. Este documento cita, y a través de numerosos medios de comunicación podemos ser testigos de ello, como algunas de estas peligrosas y sofisticadas operaciones han sido ya puestas en práctica durante los últimos años.

Entre estas operaciones de geoingeniería, cita la ONU, se encuentrarían determinadas “intervenciones a gran escala en la atmósfera y la estratosfera”. Lógicamente, la ONU, con un sutil juego de palabras, está ocultando a la opinión pública un fenómeno mundial que es conocido como “chemtrails” (por su nombre en inglés), o “estelas químicas”…..
Teóricamente, la geoingeniería es la ciencia con la capacidad adecuada para intervernir en el clima, a escala global, y reparar así los daños causados por el cambio climático. En la práctica, esta realidad implica cierta confusión porque, actualmente, no existe un consenso claro sobre si la Tierra se está “calentando” o “enfriando”.

Miles de científicos de todo el Mundo han presentado cargos contra Al Gore por sus implicaciones en el escándalo Climategate. Además, muchas revistas científicas y medios de comunicación, están destapando este y otros asuntos turbios relacionados con el cambio climático y los organismos directamente implicados (ONU-IPCC, NOAA, NASA-GISS, etc). De ser ciertas todas estas afirmaciones las únicas causas “antropogénicas” atribuibles al supuesto “calentamiento global”, aparte de que el Hombre es un ser vivo emisor de CO2, se encontrarían dentro de las mismas organizaciones que “descubrieron” dichas alteraciones de los patrones climáticos.

Con esta excusa, arriesgados proyectos de geoingeniería, una ciencia creada (por el Hombre) para reparar los daños causados (por el Hombre) en la Naturaleza, habrían sido puestos en práctica sin el consentimiento de la ciudadanía. A pesar de que, supuestamente, vivimos en una democracia, la ONU dice que nos han fumigado con sulfatos, entre otros sustancias, y que el remedio puede ser peor que la enfermedad. Si el asunto, a simple vista, puede parecer de una magnitid sin precedentes, hay no termina su gravedad. La ONU está reconociendo que esas mismas herramientas (creadas por unos pocos hombres para reparar el mal creado por muchos hombres), deben ser controladas y puestas bajo supervisión de las mismas personas que provocaron la enfermedad y que encontraron el remedio. “Las decisiones sobre geoingeniería no pueden tomarlas un pequeño grupo de países”, dicen.

En 1999 la Unión Europea ya mostró su preocupación por el asunto HAARP y lo consideró como “peligro global” debido a su “alto poder destructivo” (“Environment, security and foreign affairs”). Este tipo de arma geofísica, de una potencia que supera los límites imaginables de cualquier aficionado a la ciencia ficción, tiene que ver con el control absoluto y global de las condiciones atmosféricas y con el concepto de “Full Spectrum Dominance” (Espectro de Dominio Total), creado en Washington. Muchas críticas han recibido este tipo de armas geofísicas y su capacidad de crear, controlar o inhibir huracanes, tormentas, terremotos o, incluso, volcanes. Estas armas proporcionarían a sus usuarios el control total del globo terráqueo, y puede que más allá.

Recientemente el presidente del Gobierno español, el sr. Rodríguez Zapatero, negó la existencia de los chemtrails. La respuesta del gobierno fue que se trata de simples “contrails” (condensación de vapor de agua y otras sustancias, como carburantes, procedentes de los motores de los aviones). Lo que quizá el señor Zapatero no sepa es que existe una patente (registrada con el nº 3,899,144, el 25 de febrero de 2010), denominada “inhibidor de contrails”, que elimina total y absolutamente esta posibilidad. La respuesta por tanto carece de sentido y escapa a cualquier lógica o razonamiento.

La NASA, según su web de astrobiología, también denomina a todas las estelas del cielo contrails. Para la Comisión Europea, que respondió a las preguntas sobre “estelas persistentes” formuladas por Erik Meijer y Kartika Liotard (GUE-NGL), en 2005 y en 2007, también se trataría del mismo fenómeno: contrails.

Sin embargo, al hablar de chemtrails nos referimos a un fenómeno totalmente nuevo y que difiere completamente del hasta ahora “típica” estela o rastro de aviones (contrail). Estas son las particularidades de la actividad chemtrail en los cielos de nuestros días y sus consecuencias:

1. Tráfico. El actual e intenso tráfico aéreo no es proporcional al desarrollo de la aeronaútica civil y los vuelos comerciales. La frecuencia de paso, en pueblos de 10.000 habitantes y alejados 100 km. del aeropuerto más próximo, es de 100 aeronaves en un periodo de 10 horas (aproximadamente). Por el contrario, el día que no se aprecia actividad chemtrail en el aire, esa misma frecuencia de paso puede reducirse o desaparecer hasta el punto de no ser observado ningún avión durante todo el día.

2. Maniobras. Muchas de las maniobras que vemos en el cielo, de aviones en principio normales, son muy peligrosas, incompresibles y se encuentran fuera de la legalidad que recogen los manuales de vuelo internacionales: vuelos en fila india, en paralelo, cruzadas, cambios bruscos de altitud y giros, cambios de rumbo de 180º y de 360º, etc.

3. Persistencia. Muchas estelas permanecen en el aire durante horas y, a veces, durante todo el día. Eso no responde a las condiciones atmosféricas propicias para la formación de “contrails” (altitud, presión, temperatura y humedad) ni pasa por ser un fenómeno natural o normal (por mucho que se empeñen en decirnos que sí). Revisen sus albums de fotos en exteriores y podrán comprobar, más o menos, la fecha de introducción de este fenómeno en nuestras vidas.

4. Fenómenos. La actividad chemtrail está directamente relacionada a la posterior aparición de otros fenómenos paralelos: ocultación solar (o white sky), chembows (o nubes químicas), aparición de polímeros en el aire, etc., que están siendo apreciados y estudiados en diversas regiones del Mundo. Nos encontramos ante los mismos fenómenos globales en Europa, EE.UU., América Latina, Marruecos, etc.

5. Investigaciones. Numerosos trabajos, tanto públicos como privados están siendo censurados por denunciar este tipo de situaciones anteriormente comentadas: Miguel D’Escoto (ex-presidente de la Asamblea General de la ONU); Dra. Rosalie Bertell (experta e integrante de la Comisión de Regulación Nuclear de la ONU); grupo parlamentario europeo GUE/NGL Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica; Dra. Hildegarde Staninger (toxicóloga); Henrik Svensmark (director del Centro para la Investigación del Sol y el Clima en el Centro Nacional Espacial Danés); Dr. Giorgio Pattera (biólogo); Michel Chossudovsky (economista y director del Centre for Research on Globalisation); Amy Worthington (activista); Hal Lewis (físico); Massimo Rodolfi (escritor); Gore Vidal (escritor); Grupo Belfort (Ciudadanos en Acción de Bélgica); los doctores Nick Begich y Jeane Manning, y un largo etcétera.

6. Desinformación. Desde todos los medios de comunicación, especialmente desde las secciones de El Tiempo de los servicios informativos, a menudo se utiliza el término contrail asociado a la palabra “nube”, como sinónimos de una misma cosa. Esto es un simple ejercicio de manipulación informativa en el que parte de los datos son ocultados: no se permite hablar de control climático ni de geoingeniería; los rastros del cielo son simple condensación sin más importancia.

7. Normalización. Los esfuerzos por normalizar el fenómeno dentro de la sociedad, especialmente entre niños y jóvenes, parece no tener límites: cine, peliculas, incluso, de dibujos animados e infantiles, series de televisión, prensa, videojuegos, anuncios, propaganda y publicidad. Es obvio y manifiesto el interés por hacernos creer una situación normal que, en realidad, es algo excepcional.

8. Activismo. La ciudadanía, a medida que encuentran más y más información sobre estos fenómenos (chemtrails/HAARP) y deja de mirar el suelo, para elevar la vista al cielo, encuentra la verdad y se convierten en activistas o, al menos, en personas capaces de pensar por ellos mismos y de discernir la realidad más allá de las versiones oficiales.

9. Responsabilidades. Es evidente que, en una operación de tal magnitud, los objetivos no van a ser reconocidos mientras se esté llevando a cabo el proceso. Las tibias apreciaciones y las insistentes negativas ante la actividad chemtrail, denotan que “se sabe pero no se dice”. Esperemos que no pasen 50 años hasta reconocer los errores y que, una vez hecho, las imputaciones derivadas no caigan en el olvido (que viene siendo la norma habitual en ambos casos).

10. Justicia. Viniendo la idea de un sistema totalmente falto de justicia social y de sensibilidad (hacia el entorno sobre el que se encuentra asentado y al que sobrexplota), no es extraño, en absoluto, que siempre encuentre peores remedios que enfermedades. Las palabras de la ONU nos parecen papel mojado, vacías, demagógicas y tendenciosas mientras no se explique, claramente y sin ambiguedades, qué y porqué se está haciendo.

SURA, HI PAS, EISCAT, Mu Radar, Observatorio de Arecibo o SHEBA, son solo algunos de los programas similares a HAARP con posibilidades de ser usados como armamento geofísico, capaces de intervenir en la atmósfera y en la ionosfera y de crear daños irreparables a los sistemas de defensa de la Tierra y a su “sistema inmunológico”. Por su parte, proyectos con chemtrails han sido reconocido oficialmente por algunos gobiernos, como EE.UU. o Alemania, aunque sin ofrecernos más información, por lo pronto.

Basta de contrails y de mentiras; basta de “intervenciones a gran escala en la atmósfera” y de eufemismos. Los ciudadanos tomamos la palabra y exigimos respuestas para saber la verdad.

Es materialmente imposible participar y llevar a efecto la democracia sin conocer todas las reglas del juego. Ahora mismo, desconocemos las reglas y estamos fuera de una partida con las cartas marcadas y con numerosos ases en la manga. ¿Acaso los dueños del aire, que todos respiramos, son solo aquellos pocos que gestionan los daños y las reparaciones?. ¿Porque un 1% de la población, que privatiza y contamina el aire sin el permiso de nadie, mantiene al margen al otro 99% y lo culpa del desastre?.

La paradoja del ciudadano moderno es que, mientras a él le aumentan las tarifas y tasas energéticas impositivas (petróleo, electricidad, gas), el gobierno y la ciencia moderna, a través de satélites y láser, están captando la energía desplegada por la alta actividad solar, y transportándola (a través de satélites, láser y tecnologías de última generación) a los acumuladores situados en la Tierra. Energía gratuita. Como también proporcionan multitud de patentes sobre energía libre (esto es, gratuita, inagotable y limpia) que se encuentran actualmente censuradas bajo llaves de grandes corporaciones que dominan el Mundo y el Submundo.

¿Que pasaría si se encontrara una de estas fuentes inagotables de energía, o dos, o tres, o veinte?. ¿Que pasaría si esta energía, utilizando los medios y los recursos de forma responsable, produjera los suficientes stocks para mantener al hombre liberado de sus necesidades más básicas (sustento, abrigo, calor) y pudiera dedicarse a aquello para lo que realmente ha nacido, o que realmente le gusta, como amar, la familia, la comunidad o la profunda reflexión?. ¿De que servirían inventos como la consencocracia o la política?. ¿Estarían justificadas algunas guerras, no ya por unas inexistentes armas de destrucción masiva, sino también por el petróleo o cualquier otro tipo de recurso?.

Chemtrails Toledo es un grupo de ciudadanos observadores del cielo (skywatchers) con el único objetivo de estudiar y hacer un seguimiento de fenómenos artificiales como chemtrails, control climático o HAARP.

Fuente: http://chemtrailstoledo.blogspot.com/ http://mundoconmisojos.blogspot.com/

Incluido en el Programa de Investigación http://descifrandolamatriz.wordpress.com/

Leo

Cantidad de envíos : 128
Nivel de Aportación : 225
Fecha de inscripción : 28/10/2010

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba


 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.