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[Los Ummitas - Jean-Pierre Petit] - Tecnologia Antigravitatoria - MHD

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Mensaje por Kamus 26/5/2010, 05:22

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¿Qué es la Magnetohidrodinámica? - Parte II
Ciencia de otro mundo

Hace miles de años, las tribus humanas sufrían múltiples privaciones en su lucha por sobrevivir. Era, por lo tanto, importante, no sólo el saber cómo asociarse sino el poseer, asimismo, la capacidad de pensar inteligentemente, a fin de tener en cuenta la experiencia adquirida por el grupo y desarrollar vínculos para cooperar con otras tribus. Hoy la humanidad encara una situación similar. Varias civilizaciones (como la nuestra) podrían cohabitar en el espacio infinito, junto a otras sociedades que podrían ser más sabias y más funcionales (que esta que hemos desarrollado). Sostengo la hipótesis cosmológica que considera que el universo se repite a sí mismo infinitas veces, siguiendo características esenciales. Otras civilizaciones aún más funcionales –repetimos-- podrían estar inscritas, también un número infinito de veces, en las páginas previas y en las por escribirse, del libro del universo. No deberíamos minimizar, sin embargo, nuestros sagrados esfuerzos en este mundo, donde, como diminutas luces en medio de la oscuridad, nos levantamos una vez desde el vacío de la inconciencia, para surgir como seres materiales. Debemos respetar la voluntad de la razón y crear una vida valiosa que nos pertenezca, tanto como las metas que apenas ahora comenzamos a percibir.
Andréi Sakharov

Palabras finales del discurso de bienvenida al recibir el Premio Nóbel, pronunciado por su esposa, Helena Donaire, en 1975.

R E F E R E N C I A

Todos sabemos que el caso Ummo ha sido sistemáticamente relegado simplemente porque, según la óptica de quienes así lo han determinado, se trata de un fraude tramado por grupos especiales, multidisciplinarios -ha sido sugerido-, dado los contenidos de los “documentos Ummitas” en materia de ciencias, como queda claro en este trabajo precisamente de un astrofísico. Algunos han sostenido que el objetivo de ese fraude consistiría en una especie de experimento destinado a observar la reacción de los grupos humanos ante la presencia de seres extraterrestres infiltrados dentro de la sociedad humana. No vamos a discutirlo ni a replantear esa polémica que ya hecho correr bastante tinta. Sencillamente nos interesa demostrar que el tema sí puede ser manejado por científicos, como en el caso de Vallee, quien prefiere enfatizar el impacto psicosocial del fenómeno.

Coincidencialmente el psicógrafo argentino Benjamín Solari Parravicini predijo al respecto, en 1940, lo siguiente: “España recibirá una raza de seres hermosos venidos de un planeta alejado de nuestro sistema solar” (#305)… ¿Por qué, el acertante profeta argentino, predice que esto iba a ocurrir ciertamente y no cómo fraude?

Desprevenidamente compramos, en alguna calle madrileña, tal vez en 1972, la obra del profesor Fernando Sesma Manzano, “Ummo Otro Planeta Habitado”. Posteriormente cayó en nuestras manos “El Misterio de Ummo”, escrito por el gran Antonio Ribera, cuya atenta lectura nos permitió inferir, años después, que J. J. Benítez, en sus “Caballos de Troya”, había tomado de la física Ummita todo lo concerniente al “swivel”, antes de llegar a la página 60 del primer tomo, para no hablar de “El Libro de Urantia”… Con la palabra “swivel” Benítez refiere una partícula subatómica única que en los documentos Ummitas se denomina “IBOZOO UU”, modelo de entidad física elemental, no provista de masa, siempre según estos curiosos documentos y clave, en la novela, para el viaje en el tiempo, en la famosa “Cuna”, hasta el año cero de nuestra historia.

Es muy interesante comparar, al respecto, ciertos conceptos de los documentos Ummitas citados por Ribera, en relación con las partículas subatómicas y la noción que de estas partículas se maneja hoy en la Teoría de las Supercuerdas, teniendo en cuenta que en ambos casos, a pesar de que los documentos se anticipan en más de 20 años a la esencia de esta teoría, considerada por la física de vanguardia como anticipatoria de lo que será corriente, ya avanzado el Siglo XXI, en cuanto a cosmología y Cuántica… “Nos consta que nuestro modelo basado en el concepto de Ibzoo Uu es real –cita Ribera–, porque los resultados experimentales encajan perfectamente en su urdimbre. El hecho de que logremos realizar viajes interdimensionales, permitiéndonos deplazarnos dentro de nuestra galaxia con el recurso de modificar las fases de las llamadas por ustedes partículas subatómicas (que como verán no son más que Ibozoo Uu orientadas de una forma peculiar… nosotros sabemos que el cosmos está integrado por una red de Ibozoo Uu. Concebimos el espacio como un conjunto asociado de factores angulares… Cuando la masa de un protón, por ejemplo, desaparece ante ustedes para convertirse en energía, lo que ha sucedido en realidad es que su eje ha sufrido un giro de 90 grados, haciéndose axial a una de las dimensiones clásicas del espacio”… no podemos continuar citando, lo cual sería indispensable para entender plenamente el planteamiento, pero vamos a señalar, antes de citar a nuestra vez a Michio Kaku, 4 rasgos notables de esta entidad nombrada incansablemente en los informes:

1.- No ocupa ninguna posición definida.
2.- No es una partícula provista de masa… en una primera aproximación conceptual –dicen– podría afirmarse que se trata de un haz de ejes orientados, pero lo que más importa no son precisamente estos ejes, sino los ángulos que forman.
3.- No existe en el tiempo: ella misma es el tiempo (precisamente uno de los ángulos que puede adoptar es la magnitud tiempo).
4.- No es visible.

En el último párrafo de la página 57 (Ver Caballo de Troya I), JJB dice, tomando, evidentemente y casi de manera literal, el concepto Ummita: “…esa entidad elemental – bautizada por él con el nombre de swivel – puso de manifiesto que todos los esfuerzos de la ciencia por detectar y clasificar nuevas partículas subatómicas, no era otra cosa que un estéril espejismo. La razón era tan sencilla como espectacular: un swivel (léase Ibozoo Uu) tiene la propiedad de cambiar la posición de sus hipotéticos ´ejes´, transformándose así en un swivel diferente”. Hay una extensa nota de JJB en la página siguiente, con una explicación prácticamente transcrita del texto Ummita citado por Ribera, que sintetizamos a continuación: Lo que ustedes denominan subpartículas atómicas, tal como un neutrino, un mesón o un antiprotón, con asignaciones diversas en su masa, carga y spin, no son más que orientaciones múltiples del propio Ibozoo Uu, por lo que si los físicos terrestres siguen dedicados a la detección, valoración y clasificación de todas las subpartículas posibles, no bastarían billones de años para conseguirlo, puesto que tal tarea de clasificación resulta tan estéril como buscar denominaciones a cada uno de los infinitos ángulos con que podemos contemplar una estrella a lo largo de un día…

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Teoria de las Cuerdas

Compárese con la noción introducida por Kaku (Hyperspace, A Scientific Odissey Trough Parallel Universes, Time Warps and the Tenth Dimension / Anchor Books, Doubleday, 1995; ¿Qué es una Partícula?, pág. 152): “La esencia de la Teoría de las Cuerdas consiste en que puede explicar, tanto la naturaleza del espacio-tiempo como la naturaleza de la materia. También da cuenta de las llamadas partículas. ¿Por qué hay tantas de ellas? En la Teoría de Cuerdas, una cuerda tiene un tamaño 10 a la 20 (10 elevado a la veinte) veces más pequeño que el de un protón (absolutamente invisible para e ojo humano). Para esta teoría una partícula subatómica es tan sólo un modo de vibración de la cuerda. Cada partícula correspondería, así, a una resonancia diferente. Ninmguna partícula es por sí misma fundamental. Un electrón no es más fundamental que un neutrino… lo es en cuanto no poseemos medios para ver su estructura última. Según la Teoría de Cuerdas, si pudiésemos supermagnificar cualquier partícula, veríamos finalmente una pequeña cuerda vibrante (vibración que – de paso – sólo podría tener lugar en universos de 10 y 26 dimensiones). De hecho, según esta teoría, la materia no viene a ser otra cosa que las armonías creadas por estas cuerdas vibrantes (lo cual nos evoca la “Música de las Esferas” de Pitágoras). Puesto que hay infinitas armonías en un violín, hay infinitas formas de materia potencialmente creables a partir de estas cuerdas vibrantes. El universo en sí mismo, compuesto por incontables cuerdas vibrantes, sería, entonces, comparable con una sinfonía”.

Jean-Pierre Petit mantiene una página desde la cual divulga, en francés y en Inglés, temas cosmológicos de una manera – repetimos – altamente pedagógica y por demás interesante. Lo que hoy ponemos a disposición de quienes se nutren indagando en el mágico telar de la Inter-red, constituye parte de una pequeña obra sobre el llamado Caso Ummo, escrita por Petit [ver www.jp-petit.com], de manera que nos hemos tomado el trabajo de traducirlo para los lectores, precisamente por su pedagogía en lo que respecta al contenido científico de este caso singular y por presentar –además– un poco de historia. Repetimos que en un mundo donde la desinformación es normal en el ámbito de ciertos medios especializados en divulgar, en cuanto suelen representar el status quo de la ciencia, es decir, la llamada ciencia oficial, es necesario manejarse con cuidado, no nos vayan a encerrar en la cajita de los creyentes… pensando en las cajitas, esos juguetes preferidos de los niños, como dijo alguien.

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Mensaje por Kamus 26/5/2010, 05:23

Prólogo

Ciertamente, leemos libros relacionados con los OVNIs. Cientos de ellos se han publicado desde hace cuarenta años. Al principio sólo eran informes de observaciones por parte de algunos testigos. En el primer año los lectores se entusiasmaron. Pero, a medida que transcurrió el tiempo, se cansaron del asunto, pues nada se derivó de estas historias.

Estos libros, sin embargo, relataban eventos fantásticos. Las máquinas que los testigos alegaban haber visto, volaban de una manera que desafiaba las leyes de la física. Máquinas discoidales que volaban junto a nuestros aviones o recorrían nuestros campos, como en son de burla.

Después de algún tiempo comenzaron a aterrizar, brotando de su interior, siempre de acuerdo a los testimonios, ciertas criaturas humanoides, con o sin cascos; algunas eran altas, bajas, hermosas u horribles. Algunas personas afirman que llegaron a comunicarse con ellos, y hasta a conversar sobre temas específicos. Otros pretendían haber sido conducidos a bordo de los vehículos, voluntariamente o a la fuerza.

Quedaban algunas huellas sobre la tierra. Algunos testigos conservaban marcas visibles en su cuerpo, dejadas por la aventura que pretendían haber vivido. Otras veces la naturaleza misma mostraba sus marcas: la hierba no crecía por años donde la desconocida máquina, o lo que fuera, había aterrizado.

No resumiré aquí toda la casuística OVNI, que en su mayor parte desafió, durante los primeros años, a los gobiernos en los países industrializados. En las grandes naciones este asunto fue tomado muy seriamente, (hasta el punto de que) se crearon algunos grupos de estudio, particularmente en los Estados Unidos. Esta preocupación tenía sentido, pues acababa de finalizar la guerra y los estados habían disimulado, frente al resto del mundo y durante años un gran secreto: el de la bomba atómica que explotó en 1945. Otra nación, la poderosa Unión Soviética, que poseía una pléyade de brillantes científicos, podría también haber descubierto algo extraordinario.

Confesemos que a todos nos sorprendió notablemente el constatar, durante los años cincuenta, su gran avance tecnológico en la ciencia espacial.

Los políticos, los militares y los científicos norteamericanos sabían que los rusos no eran ciertamente débiles en lo que respecta a las ciencias. Lo habían demostrado en su pasado y, de hecho, pudieron sobrepasarlos rápidamente en lo concerniente al armamento nuclear y hasta en el desarrollo de la bomba de hidrógeno, gracias al genio del famoso académico soviético Andrei Sakharov (2).

El gobierno de los Estados Unidos realizó, entonces, una serie de investigaciones, enviando espías a la Unión Soviética. Contamos con información precisa acerca de esto, a partir de documentos recuperados de la CIA, después de quince años de insistencia. En uno de estos ricos informes, puede leerse la referencia a una reunión que tuvo lugar entre agentes norteamericanos y soviéticos, con diálogos como los siguientes:

- ¿Se refieren a nosotros? Nunca hemos construido cosas así. Pensamos que provenían de su lado.

La idea de que los platos voladores podrían proceder de Rusia se volvió, entonces, increíble. Los oficiales en Washington se sintieron más seguros. Eventualmente se preguntaban qué podrían ser exactamente los OVNIS. Con este propósito, durante los años setenta, el profesor Condon (3) estuvo a cargo del estudio de los OVNI’s a fin de hacer un análisis científico y emitir sus conclusiones.

Así lo hizo, declarando que este fenómeno no representaba ningún peligro para los Estados Unidos, ni interés alguno desde el punto de vista de la ciencia, pero que lo mejor era no dejar de pensar en él.

El informe también recomendaba la constitución de grupos de científicos en capacidad de “explicar” todo acerca de las observaciones al público, lo cual significaba reducirlas a la dimensión de fenómenos naturales o alucinaciones colectivas.

La prensa multiplicó esta versión oficial. Simultáneamente, algunos científicos dieron numerosas explicaciones con respecto a estas observaciones. El físico Philip Klass, por ejemplo, declaró que en ciertas condiciones (no notificadas), la atmósfera de la Tierra podría “condensarse” y producir lo que él llamó “plasmoides “errantes”, relámpagos, y que los rayos eran un ejemplo perfecto (4). Ha habido una gran cantidad de explicaciones a las cuales se apela cada vez que se presenta una nueva observación.

Pronto el asunto se confundió con las leyendas clásicas como esas de los fantasmas y los monstruos marinos similares a Nessie, habitante del lago Loch Ness, en Escocia. Es verdad que, durante este período, mucha gente comenzó a escribir historias fabulosas acerca de los OVNI’s

El francés Jacques Vallée, instalado por largo tiempo en la costa Oeste de los E. U., trató de vincular el fenómeno con las apariciones de la Virgen María y los duendes de la Edad Media. Aparecieron ciertas sectas, en las cuales los adeptos esperaban, llenos de fe, el aterrizaje de extraterrestres salvadores.

Por supuesto, todo esto actuó maravillosamente como una espada de doble filo para los intelectuales y los científicos, tanto como para los textos de pseudo ciencia escritos por falsos científicos. Hoy, el problema de los OVNI’s ha sido integrado totalmente al folclor, de una manera que parece irreversible. Los científicos tienen explicaciones ya preparadas para cada pregunta; en lo que respecta a la armada, tienen actualmente una explicación nueva para los testimonios, fundamentada en las aeronaves invisibles al radar, construidas mediante fondos especiales. Como quiera que el hombre de la calle no sabe nada del asunto, tiende a imaginar que lo observado corresponde a una tecnología ultra sofisticada, mantenida en secreto por razones de seguridad.

Hasta 1975 no estuve interesado especialmente en el caso OVNI. Como científico no sabía de esto más que el hombre de la calle y consideraba todo el asunto con una sonrisa divertida. Tampoco he sido testigo jamás de nada que valga la pena en este terreno. He conocido, como todo el mundo, gente que afirma haber visto cosas más o menos extrañas. Los libros sobre ‘ovnis’ se me caían de las manos. Un día, sin embargo, el azar me forzó a entrar en el mundo de los OVNI’s.

Diez y nueve años más tarde aun permanezco vinculado al fenómeno y pienso que soy un buen científico, con los pies bien anclados en el suelo.

Un problema extraño

Mi amigo Mauricio era, como yo, un científico. Trabajaba en un laboratorio cerca del mío, el laboratorio de Astronomía Espacial de Marsella. Me solía dar celos su forma de trabajar, siempre colgando grandes aparatos de observación en balones gigantes. Lanzando estos objetos al espacio libre debe ser una actividad excitante. En lo que a mi respecta era astrofísico en el observatorio de Marsella y mi universo personal se limitaba a un pedazo de papel, lleno de símbolos matemáticos y a una pantalla de una computadora.

Un día entró en mi oficina, manejando un paquete de malas fotocopias en Español.

- Jean-Pierre, sé que tienes mejores conocimientos de física que yo; por favor dime lo que piensas acerca de todo esto, pues tengo ciertas dudas.

Le eché una mirada a los documentos. Comenzaban con una introducción donde el autor explicaba que procedía de un planeta llamado UMMO, ubicado a quince años-luz de la Tierra. El y sus hermanos habrían tenido contacto con nuestro planeta en la primavera de 1950, aterrizando sobre una montaña, no lejos de Digne, al Sur de Francia. Los miembros de la expedición habrían hecho una cavidad, derritiendo las rocas en algunas horas, instalándose allí para estudiar la población cercana. ¿Por qué no? Pero esta no era una razón suficiente para parecer impresionado, ya que lo siguiente era más interesante, comparándolo con textos publicados por otros contactados que – en general – eran muy pobres. Este, por su parte, abundaba en precisiones técnicas con respecto a los vehículos que los habían transportado a la Tierra. Lleno de curiosidad, leí las hojas: por primera vez la cosa no parecía tonta.

Así lo quiso la casualidad: en los primeros años, trabaje mucho en un campo tecnológico avanzado, la llamada Magneto Hidrodinámica (abreviado MHD). En principio, como ingeniero aeronáutico, conocía todo sobre aerodinámica y los flujos sub y supersónicos.

Aprendí en la universidad que cuando una aeronave superaba la barrera del sonido, se formaba un sistema de ondas de choque alrededor del fuselaje. Estas ondas son las responsables, al alcanzar la Tierra, de la ruptura de los cristales de las ventanas y de algunos oídos.

La máquina usada por los autodenominados “Ummitas” estaba en capacidad, siempre según el autor de estos documentos, de desplazarse a baja altura con una velocidad equivalente a 15 veces la del sonido (Mach 15) sin producir ondas de choque, es decir, sin hacer ruido alguno.

Sé que algunas personas sostienen haber visto máquinas tan peculiares, acelerando y volando a velocidades considerables en el denso aire, emitiendo, durante la noche, una luz poderosa. En el marco de la dinámica de fluidos clásica, todo esto no podrían ser más que tonterías, y un famoso académico francés, Evry Schatzman, solía decir que los OVNI’s eran tan sólo alucinaciones e historias fantásticas, no objetos reales.

Pero el texto procedía a explicar por qué la máquina podía volar a esa velocidad sin producir explosiones: lo hacía succionando el aire frente a ella, con la ayuda de poderosas fuerzas electromagnéticas.

El azar quiso, ya lo declaré así, que en el pasado me viera envuelto en ciertos experimentos relacionados con la MHD, en el laboratorio de Mecánica de Fluidos de Marsella, antes de unirme al observatorio donde aun trabajo. Allí teníamos un túnel supersónico de viento especial, en capacidad de expulsar gases muy calientes y densos, tan calientes que se comportaban como un material muy buen conductor eléctrico.

Podíamos, entonces, instalar un par de electrodos dentro del tubo por el cual circulaba el gas a una velocidad de 2.700 metros por segundo. Suministrando potencia a estos electrodos, podíamos lograr que fluyera cierta corriente a través del gas. El tubo disponía, también de un potente imán que creaba un campo magnético de 20.000 Gauss (densidad de flujo magnético).

Todo buen físico sabe que cuando fluye una corriente dentro de un fluido, se produce otra corriente (esta vez de fluido) perpendicular a la dirección del campo magnético, pudiendo observarse la fuerza de Lorentz. Puede verificarse utilizando agua salada o acidulada, a fin de que la corriente pueda fluir mejor adentro, junto con un imán lo suficientemente fuerte.

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Mensaje por Kamus 26/5/2010, 05:24

Simple y eficiente. En la figura 1 puede verse el aparato experimental. Es una especie de canal en el cual el agua fluye, saturada con sal o mezclada con ácido clorhídrico, a fin de mejorar la conductividad.

Debajo de este canal se coloca un imán lo suficientemente potente, creando un campo magnético dirigido verticalmente. Interiormente a los lados del canal se colocan dos electrodos conectados a un generador de Corriente Directa (batería). El dibujo a la derecha ilustra la dirección de las fuerzas, siguiendo la regla de los tres dedos de la mano derecha.

Figura 1 bis: la regla de los tres dedos.

La fuerza electromagnética, por la llamada fuerza de Lorentz (efecto motor de un campo E. M. sobre una carga que se desplaza a través de él), actúa sobre el agua salada y la acelera. Si usted monta este experimento con un imán permanente y una fuente de potencia, el agua se acelerará, aun si la velocidad no alcanza más de algunos centímetros por segundo, debido a la debilidad relativa del imán.

En mi Viejo laboratorio teníamos, también, otro tipo de aparatos. En lugar de agua, trabajábamos con gases a elevada temperatura, logrando así una buena conductividad (6). La intensidad de la corriente en el tubo alcanzaba varios miles de amperios. Con nuestro poderoso campo magnético, generado mediante bobinas, el gas que entraba en nuestro acelerador de efecto MHD con la velocidad de 2.700 metros por segundo, salía, 10 centímetros más allá, con una velocidad de 8.000 metros por segundo. Estos experimentos se realizaron en el Instituto de Mecánica de Fluidos de Marsella, en 1967, y pienso que fuimos los primeros del mundo en lograr tan tremendas aceleraciones.

Por otra parte, un gas que transite por nuestro aparato a velocidad supersónica podría experimentar un frenado, simplemente invirtiendo la corriente. Yo, en el momento, me sorprendía de ver que estábamos produciendo, en el tubo, una fuerte onda de choque directa, puesto que no había obstáculos ni una disminución de la sección transversal de la tobera. Reconozco, entonces, que podríamos haber influenciado la dinámica del gas mediante fuerzas electromagnéticas. Con estos experimentos actuábamos sobre un fluido dentro de una tobera. En los textos procedentes de este extraño planeta, el autor sugería que actuaban directamente sobre el aire, fuera de la máquina voladora. Cuando trabaja el turborreactor o jet, succiona el aire que encuentra en su trayectoria, dentro de la máquina, lo acelera y lo envía con fuerza hacia atrás: es lo que se llama propulsión a chorro.

Los Ummitas estaban simplemente sugiriendo que pusiéramos el motor fuera de la máquina voladora. Nunca he leído ni visto esa idea expresada en ninguna parte y no suena idiota en absoluto. Con esta tecnología se movían sus máquinas en el aire, un poco a la manera del paramecio en el agua. Estas células poseen pelillos vibratorios que desplazan el agua hacia atrás, permitiéndoles moverse por reacción con cierta eficiencia.

Fig. 2: Un paramecio flotando en el agua.

La máquina volante de los Ummitas succiona el aire, actuando sobre él con un sistema basado en fuerzas magnéticas. Para hacerla trabajar mejor, ellos ionizaban el aire con dispositivos de pared que describían en el documento, todo lo cual no sólo era coherente sino que, además, era nuevo.

La máquina tenía la forma de un disco, de manera que se hallaba más cerca de un helicóptero que de un aeroplano.

Fig.3: Flujo inducido por el rotor de un helicóptero.

Al permanecer estacionario, succionaba el aire sobre él lanzándolo hacia abajo (Fig. 4)

Fig. 4: Como el disco volador se detiene en el aire con la ayuda de sus fuerzas de campo magnético o fuerzas de Lorentz

Fig.5: Maniobras del plato MHD y el helicóptero durante una transición de la sustentación estacionaria a la translación horizontal.

Con el fin de moverse lateralmente sólo tiene que inclinarse, como lo hace un helicóptero (ver Fig. 5). A velocidades altas este efecto de succión sería tan intenso que produciría un vacío en frente del vehículo, razón por la cual no debería producir ninguna onda de choque. En cualquier máquina supersónica convencional, el aire se junta frente al chorro propulsor y se comprime, por lo cual su temperatura va aumentando hasta calentar la pared del avión. Este fenómeno se vuelve tan importante al sobrepasar Mach 2, que fue bautizado con el nombre de “muro calórico”. Al consumir el aire suficientemente, el platillo de los Ummitas no tropezaba con estos inconvenientes, sino que se desplazaba cómodamente por el aire.

Por supuesto, esto no tenía nada que ver con el ala de un avión. Era una especie de aspiradora volante. Me pareció una idea muy lista y empecé a hacer infinidad de cálculos durante los días siguientes. Era lo suficientemente bueno en teoría como para distinguir rápidamente que una tal máquina, si pudiese llevar a bordo un generador con suficiente potencia, podría lograr un desempeño como decía el documento. Los órdenes de magnitud del campo magnético y la intensidad de la corriente permanecían moderadas: se trataba de ciencia, no de ciencia ficción. Todo lo que teníamos que hacer era colocar, dentro de la nave, un generador eléctrico nuclear ligero, digamos de unas 10 toneladas, capaz de entregar 100 megavatios. También necesitaríamos un material que pudiera comportarse como un superconductor a temperatura normal y un buen par de electrodos… con todo eso esta extraña nave estaría en capacidad de volar aceptablemente.

Ello, por supuesto, era imposible ahora, pero podría hacerse factible dentro de 15 o 100 años. Definitivamente, sea quien sea el autor de esos documentos, terrestre o extraterrestre, era un buen experto en MHD.

Los primeros experimentos

Todo eso era emocionante. Desafortunadamente, en un observatorio sólo hay telescopios y computadoras, no túneles de viento. Mi amigo Mauricio pudo reunir algunos aparatos en su propio laboratorio y comenzamos a experimentar juntos, en base a mis propios cálculos teóricos. Primero ensayamos, con éxito, una máquina flotante utilizando un acelerador externo. Se movía permitiendo que el agua fluyera por sus lados, tal como había sido previsto. Después apareció algo todavía mejor: podía moverse en nuestra bañera con impresionante velocidad sin ni siquiera hacer ondas.

Esto me impresionó fuertemente, porque sabía que las ondas creadas por la quilla de los botes tenían el mismo origen que las ondas de choque alrededor de los aviones: se trataba de fenómenos similares.

Fig. 6: Analogía bien conocida entre las ondas frontales y de profundidad de un bote y las ondas de choque alrededor del ala de un aeroplano en vuelo supersónico

Habíamos construido un bote que navegaba normalmente sin producir ondas en el agua (ni siquiera una estela turbulenta), que – por supuesto – sólo medía unos pocos centímetros, pero trabajaba. No voy a dar aquí todos los detalles de este experimento, ya que fueron publicados durante los ochenta en un congreso internacional sobre MHD sostenido en Moscú.

Sin embargo, a estas alturas de la historia, debíamos admitir que estos extraños textos rebosaban de ideas realistas y, tarde o temprano, tendremos que arrojar luz sobre este asunto de los Ummitas.

También hicimos experimentos en gas, con aire a baja presión y ionizado mediante una fuente de potencia eléctrica a alta frecuencia, como se sugería en los documentos. Entonces, nuestras máquinas discoidales se rodeaban de un halo rojizo muy peculiar, que se tornaba azul-blanco al aumentar la potencia eléctrica de entrada. Nuestro lugar de trabajo se estaba convirtiendo en el típico laboratorio de un científico loco.

Continuaré escribiendo para poder contarles toda la historia, pero este libro no sería lo suficientemente grande, pues las primeras investigaciones nos fueron conduciendo a otras.

La historia del Baron Munchaüsen

Un científico francés, el profesor Evry Schatzman, miembro de la academia de ciencias de París, astrofísico, jugó en nuestro país el mismo papel que Philip Klass en los Estados Unidos. Desde el principio clamó por todas partes que los OVNI’s no podían existir, precisamente porque no generaban explosiones supersónicas, lo cual – pretendía – contrariaba las leyes de la física. Solía explicar eso al público en numerosas conferencias. Cuando apareció mi trabajo, sin embargo, el publico lo cuestionó sobre el punto.

- Profesor, ¿qué piensa usted de la máquina inventada por Jean-Pierre Petit, que es propulsada por MHD?

- Bien, hablemos de ello: ni siquiera sería capaz de volar… hay muchos teoremas que se oponen a eso. Ninguna máquina puede sostenerse a sí misma creando sus propios campos eléctrico y magnético. Esta historia es ridícula y me recuerda la leyenda del Barón de Munchaüsen que leí en un libro alemán. En este cuento él habría metido en un pantano a su yegua, sacándola posteriormente del fango al tirar de su brida mientras permanecía en bote.

Todo este asunto llegó a mis oídos, siendo el más sorprendido, puesto que Evry había presidido el jurado que examinó mi tesis de doctorado en 1974 y debía saber que yo no había sido el primer cretino. Más aun, lo que él sostenía era falso. Su teorema era válido para las estrellas, pero ciertamente no para estas aplicaciones de la MHD. Esta violenta campaña contra mi persona tenía que detenerse. Le solicité mi derecho a réplica, derecho que no es disputable en el terreno de la ciencia, y quien lo reclama debe discutirlo en el mismo lugar donde fue desacreditado. Ello ocurrió varios meses más tarde, frente a un auditorio totalmente lleno. Schatzmann, un buen teórico, me esperaba frente a la pizarra, con un pedazo de tiza en su mano. Zanjar ese problema usando ecuaciones, sin embargo, habría confundido al público. Mauricio y yo le íbamos a dar una sorpresa para la cual él no estaba preparado. Montamos un acuario frente a la audiencia, lleno de agua con un poco de ácido clorhídrico. Entonces Mauricio colocó en el acuario un pequeño modelo representando el famoso Barón en su mula. Me dirigí, entonces, a Schatzmann y le dije:

- Aclaremos. Este modelo produce sus propios campos magnético y eléctrico. Si lo que usted dijo hace un mes es cierto, este experimento no trabajará.

Al apretar un botón, la corriente eléctrica fluyó a través del agua. Entonces, la descarga, combinada con el campo magnético generado por un magneto interno, hizo que el agua se desplazara. Por supuesto, la fuerza era débil y tuvimos que reducir el peso aparente del sistema, balanceándolo parcialmente. Mediante esta acción sobre el agua se produjo un empuje neto y Munchaüsen se movió como estaba previsto.

Schatzmann se quedó paralizado y la audiencia en silencio: el campeón de la lucha contra los OVNI’s acababa de ser derrotado por su retador. La demostración era indiscutible, pues las leyes de la física me favorecían.

Schatzmann farfulló:

- Hem, admito que de alguna manera me quedé corto en mis pasadas declaraciones. Tienes razón. Los comentarios del público se generalizaron; algunos muy entusiasmados, otros completamente exaltados. Un señor de edad, entonces, me gritó:

- Supongo que ahora usted tratará de inventar una máquina para navegar a la velocidad de la luz.

- Bien, si es posible trataré.

Eso fue hace veinte años.

El comienzo de una discusión científica

Esta tesis que plantea la supresión de las ondas de choque durante los vuelos supersónicos, volvía a poner sobre la mesa el asunto de los OVNI’s. El establecimiento francés estaba muy enojado. Mi director, René Pellat (quien se convirtió posteriormente en el director de la NASA francesa) trató de presionarme para que abandonara un proyecto de investigación tan poco razonable, a lo cual me opuse, confiando en mis cálculos. Nuestro exitoso experimento hidráulico había suprimido la onda frente a un pequeño modelo de bote, de manera que nos mantuvimos inclinados a mantener nuestra investigación utilizando gases.
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Mensaje por Kamus 26/5/2010, 05:25

- ¡Debes pensar un poco, pues la onda de choque debería reaparecer en alguna otra parte!

Traté de demostrarle, invocando argumentos teóricos, que la cosa era factible, pero él no quería escucharlos. Tal vez peleando como locos podríamos haber convencido al Centro Nacional para la Ciencia y la Investigación de Francia a fin de que nos apoyara. Su director general, Pierre Papon, le daba fondos a un alumno mío, Bertrand Lebrun, que iniciaba su tesis de grado sobre esta materia.

Puesto que no disponíamos de laboratorio, él decidió adelantar sus investigaciones mediante simulación numérica en una simple Macintosh. Los especialistas en hidrodinámica encontrarán extraño que hiciéramos este trabajo en un computador tan básico.

Pero Lebrun era uno de esos tipos que recurría a los artificios, ya que no utilizó una sola Macintosh sino varias. Cada tarde visitaba diferentes colegas que poseían esta clase de computadora, poniéndolas a procesar datos durante toda la noche y pasando en las mañanas, a bordo de una bicicleta, a recoger en disquetes el resultado de los cálculos, que después solía introducir en su propia máquina. Fue así que pudimos adelantar la parte pesada de los cómputos, utilizando estas pequeñas computadoras y reinventando el procesamiento paralelo de aparatos más poderosos.

De esta manera pudo calcular el flujo inducido alrededor de… un platillo volante, trabajo que fue publicado en revistas especializadas y presentado en tres simposios internacionales, a saber: Moscú, 1983, Tsucuba – Japón en 1987 y, más tarde, en Pekín, 1990. Su tesis de doctorado fue expuesta en la universidad de Poitiers, en 1988; como todas las tesis normales, finalmente recibió las felicitaciones del jurado, compuesto por especialistas en gases ionizados, uno de los cuales ya citamos.

- ¡Bien, pienso que acabamos de asistir a la primera tesis sobre platillos volantes!

La orden de parar los experimentos vino de las fuerzas armadas

El paso final debería ser, por supuesto, reproducir este crucial experimento utilizando gas, lo cual no era fácil. Los experimentos hidráulicos no representaban comparativamente nada. Sabía, sin embargo, perfectamente lo que tenía qué hacer: se trataba sólo de usar un túnel de viento con gas caliente, similar al que usaba, quince años antes, en mi viejo laboratorio. Hice, una vez más, mucha antesala en el Centro Nacional para la Ciencia y la Investigación (CNRS). Finalmente esta gente encontró algunos créditos: se ubicó un laboratorio con el aparato requerido y se constituyó un equipo.

En menos de un año, sin embargo, aparecieron toda clase de dificultades. En primer lugar se rehusaron contratar a Lebrun, quien había hecho una brillante tesis sobre la materia, lo cual lo obligaba a abandonar el mundo de la investigación. Posteriormente la armada hizo considerable presión al laboratorio donde se iban a hacer los experimentos, a fin de mantenerme fuera de cualquier responsabilidad oficial.

Todo eso indicaba que alguien quería objetar nuestra participación, lo cual estaba perfectamente claro para mí, a pesar de que ignoraba las verdaderas razones. Finalmente, quince años después, pude conocer el fondo de toda la historia y supe por qué tuvimos que abandonar, lo cual ocurrió durante la primavera de 1994.

La verdad

Al momento me encontraba cenando en un restaurante de Marsella con el director de mi observatorio, Jacques Baluteau y el presidente de la sección de astrofísica y cosmología, Dominique Le Quéau. Al final, Le Quéau, quien tal vez había bebido demasiado rosé, estaba listo para hacerme algunas revelaciones.

Dr. Le Quéau: De todas maneras voy a decirte algo: es la armada la que detiene deliberadamente la investigación de Petit sobre MHD. Dr. J.Baluteau: Pero ¿por qué? ¿No estaban interesados?

Dr. Le Quéau: Por el contrario, los OVNI’s los ocupan secretamente en cierto laboratorio, bajo absoluto secreto.

Dr. J.P.Petit: Pero ¿cómo obtiene usted esa información?
Dr. Le Quéau: Tengo algunas relaciones privilegiadas con la armada. Nosotros, los astrónomos, construimos espejos muy precisos que pueden ser empleados para focalizar LASER’es militares.

No hice más preguntas: la armada, los políticos, todos están muy interesados en el caso de los OVNI’s y aquí tenemos una evidencia directa: es el primer intento de incluir, dentro de la investigación científica (de los OVNI’s), algunas aplicaciones militares. El aerodino (tipo) MHD no es para ellos un simple vehículo, sino el verdadero misil hipersónico, cierta arma avanzada imbatible mediante cohetes convencionales.

Al mismo tiempo hacen lo posible por mantener a la gente alejada de la verdad que ellos conocen desde hace largo tiempo. Con este propósito mantienen el secreto pero también desinforman, mientras financian a pequeños grupos de “ufólogos”, de manera que desacrediten el problema de los OVNI’s frente al público, de una manera muy eficiente.

Es imposible imaginar lo que hacen la armada y los servicios secretos para lograr que el asunto sea percibido como una tontería. Con respecto a los científicos, o colaboran secretamente con los militares o participan, espontáneamente, en esta desinformación general. ¿Por qué? Porque tienen miedo de ser considerados como tontos.

El hombre de la calle cree, ingenuamente, que los científicos buscan el conocimiento, cuando en realidad le temen profundamente. Toda la historia de la ciencia está llena de ejemplos. Piensen en Galileo. La comunidad científica se organiza (normalmente) como una iglesia que desea mantener su dominio y sus privilegios. Esta idea los ciega por completo.

Uno debe declarar que se requiere cierta cantidad de valor o inconciencia para admitir la idea de que podríamos estar siendo visitados y monitoreados por gentes de otros mundos, más avanzados en la ciencia. Esta perspectiva aterra a los políticos y a las autoridades religiosas. Si una tal verdad fuese revelada, ¿sería, aun, gobernable nuestro planeta? ¿Crearía ello una incontrolable onda de ansiedad?...

En 1977, dos años después de haber tenido contacto con la primera carta de los Ummitas, me trasladé a España a conocer la gente que solía recibirlas y obtuve miles de papeles. En otro “informe” hallé que el universo debe poseer una estructura gemela. Hice algunos cálculos teóricos que fueron publicados en la Academi des Sciences de Paris. El lector puede hallar, en el apéndice científico de este estudio, una copia de artículos científicos recientes, publicados por revistas de alto nivel, con jueces, en las cuales es (prácticamente) imposible suscribir tonterías. Este primer ensayo en cosmología teórica, concentró, durante 1977, completamente mi atención en este caso fabuloso. A estas alturas era claramente imposible, como fue alegado por cierta gente, que estos textos hubiesen sido escritos por “estudiantes de ciencia pertenecientes a la Universidad de Madrid”. Detrás de estos escritos se encontraban, necesariamente, unas personas que saben más que todos nosotros en este campo.

Nunca más podría alguien arrojar despectivamente hojas como estas en el cesto de la basura: la hipótesis de un origen extraterrestre con respecto a estos documentos debe ser seriamente reconsiderada.

El caso UMMO

Al leer estas cartas tuve la impresión de estar viendo una película de Spielberg. Vamos a tratar de resumir el guión principal de esta historia fantástica. Comenzó en 1966, en Madrid. En su momento, un hombre llamado Fernando Sesma, daba conferencias en lo que podríamos llamar un círculo esotérico. Cada semana hablaba en el sótano del Café León. La pared del recinto estaba decorada con una gran pintura representando una ballena sonriente, por lo cual lo llamaban “El Club de la Ballena Feliz”.

Sesma llegó a pensar que estaba en contacto con diversos extraterrestres, particularmente Venusinos. Así, el leía cada semana, frente a una asistencia de iniciados, algunos textos inspirados en lo que afirmaban los Venusinos y los Marcianos. La asistencia solía permanecer muy atenta.

Todo el mundo sabe que la vida no es posible sobre la superficie de estos planetas. La atmósfera de Venus cocinaría inmediatamente cualquier humanoide que pusiera el pie sobre su suelo. Lo mismo ocurriría con respecto a la atmósfera de Marte: estaría demasiado rarificada. Pero a Sesma no le preocupaban demasiado esos detalles. Una vez recibió una extraña llamada telefónica:

- Aló, ¿Señor Sesma?

- Qué tal, hablando…

- Leímos el libro que escribió, titulado “Yo, el Confidente de los Extraterrestres” y lo hemos encontrado muy interesante. Nosotros también somos extraterrestres, provenientes de un planeta llamado UMMO y nos gustaría conocerlo.

- No hay ningún problema, esta semana no va a ser posible, pero la otra estará bien.

Los Ummitas lo llamaron varias veces y le hicieron llegar muchos textos. Querían que los leyera en voz alta en los encuentros del Club de la Ballena Feliz y así lo hizo.

Antes que nada: un experimento

Después de estudiar por años el contenido de estos textos aprendimos cuál era la meta de esta gente, cuya existencia real permanece, por supuesto, aun hipotética, sin haberse probado. Sólo estaban haciendo un experimento que implicaba algunos “conejillos de indias de la Tierra”. Conocen, como lo afirman, ciertos sistemas capaces de analizar las funciones del cerebro humano a distancia. Una especie de “escáner”. Habrían compuesto toda clase de textos acerca de numerosos temas: a medida que Sesma los leía en voz alta, ellos iban analizando las reacciones de la audiencia, ayudados por dispositivos ultra-miniaturizados instalados en la sala. Estos textos, lo supimos mucho después, no habían sido escritos para ser entendidos ni mucho menos explotados. Los Ummitas simplemente querían estudiar la manera como reaccionaban nuestros cerebros al ser confrontados con “ideas de otro mundo”. Sesma no era un científico, ni las personas que lo escuchaban. En la siguiente carta le explicaron al español por qué estaban interesados en él.

- En su libro hemos encontrado muchas afirmaciones falsas (la palabra es débil, se trataba de una lista de puras idioteces, desde el punto de vista científico). Sin embargo, en ciertas frases usted menciona informaciones que un hombre de la Tierra no puede saber, por lo cual pensamos que estaba siendo manipulado por otro grupo étnico extraterrestre, desconocido por nosotros. Entonces procedimos a identificar ese grupo y lo conocimos; su manera de actuar con la gente de la Tierra, sin embargo, no se ajusta a nuestra ética y nos gustaría advertirle que sea muy cuidadoso con ellos.

Estos corresponsales misteriosos se describieron a sí mismos físicamente. Pretendían venir de un planeta similar al nuestro, distante unos 15 años-luz. La gravitación sería ligeramente más fuerte, de tal manera que cuando aterrizaron sintieron sus pies muy ligeros. Años después entendimos, a través de estos documentos, que si eran realmente extraterrestres, pertenecían a una tribu con hábitos nocturnos., lo cual significa que deberían ser activos durante la noche y dormir durante el día…

Hasta aquí la muestra del prólogo que Petit escribe para su breve estudio del caso Ummo, ya cerrado, como lo afirmamos, para la mayoría de los investigadores españoles y del mundo como un fraude. En su introducción al “El Misterio de Ummo”, sin embargo, el gran escritor y hombre de extraordinaria cultura científica, Antonio Ribera, dejó bien claro, compartiendo prácticamente el mismo criterio que el astrofísico Jean-Pierre Petit haría público muchos años después, la seriedad que él percibió en el caso: “Estoy plenamente consciente – afirma – del riesgo en que incurro al publicar este libro. Pero lo asumo, también, a conciencia. No podemos seguir ocultando por más tiempo estos hechos a nuestros semejantes. La “historia de Ummo” tiene que salir de nuestros criptocenáculos en que se ha ido desenvolviendo hasta ahora, para sufrir la prueba del aire libre. ¿Acabará con ella o, por el contrario, le dará un nuevo sesgo?”.

Fuente: Web
Kamus
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Mensaje por Loba Vegana 28/5/2010, 04:43

Buaaaaaahhhhhh, me ha encantado, los Ummitas, qué tiempos aquellos, qué fantásticos libros los de Sesma y Ribera... Smile

Gracias, Kamus, por hacerme recordar mi planeta natal, espero volver pronto, que la Tierra es muy cansina Razz
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Mensaje por Antigravitic_systems 29/5/2010, 07:20

Hola compañeros, todas mis actuales investigaciones sobre la energía gratis,la antigravedad..los viajes en el tiempo fueron esbozados hace ya años mientras leia caballo de troya....y ciertamente el flujo de esas particulas "virtuales elementales" o "ladrillos primordiales"....es lo que llena los vacios insondables que abarcan toda esta realidad....es el llamado ether que predijo y experimentó Nikolas Tesla con uno de sus más celebres experimentos " la energía radiante" si visitais en esta misma página el apartado de energia libre vereis mis progresos en estos temas un saludo a todos
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