Búnkers de lujo para pasar el fin del mundo de 2012

Cada pocos años algún iluminado se saca de la manga que se acerca el fin del mundo. La última fecha señalada es el 21 de diciembre de 2012. El bulo se basa en la interpretación del calendario maya, según el cual ese día algo cambiará el orden mundial. Los ‘entendidos en fines del mundo’ sugieren un evento cósmico, como el impacto de un cometa contra la Tierra, la erupción de un supervolcán, una guerra nuclear o biológica, una tormenta solar, el deshielo de los polos, un tsunami global o el caos social.

Muchos son los contagiados por el delirio catastrofista que desgraciadamente se complementan a la perfección con los que quieren hacer negocio, como Robert Vicino. Él ha creado búnkers subterráneos en Indiana y Nebraska (Estados Unidos) diseñados para soportar explosiones de hasta 50 megatones. Las hay colectivos para alojar durante un año a 1.000 personas o para familias por el módico precio de 35.000 euros.

Un reloj con una cuenta atrás hasta el día marcado por el calendario maya protagoniza la página web de Vivos Group, la compañía que alquila las cabañas subterráneas. Lo acompaña una frase que azuza a alquilar lo antes posible una plaza para la salvación: “Una carrera contrarreloj”. También proponen una opción más económica (7.000 euros) para los que no puedan pagar las habitaciones de primera clase, antes de la llegada del cometa Elenin, que pasará cerca de la Tierra en octubre. No han dejado pasar la sabrosa oportunidad de tildarlo de cometa destructor.

Para asegurarse de que el negocio no se acaba cuando el día 21 de diciembre del año que viene transcurra como cualquier otro día sobre nuestro agitado planeta, comentan en la página que otros terribles finales podrían suceder en 2029, 2036 o incluso dentro de un siglo (así no se pillan los dedos).

Independientemente de lo absurdo del motivo por el que han creado estas salas, su diseño es magnífico. Además de habitaciones, baños, salones y comedores tienen teatro y cine, hospital, dentista y hasta cárcel. Así que siempre podrán reutilizarse para hacer fiestas privadas o como hotel de vacaciones. Aunque debo subrayar que no hay imágenes del interior de los búnkers, solo estas animaciones virtuales: